¡®Juncal¡¯, en el recuerdo
La sinton¨ªa de la serie televisiva de Jaime de Armi?¨¢n son¨® durante la lidia del segundo toro de una mansa y desfondada corrida de Alcurruc¨¦n que no propici¨® el triunfo en el sexto ¡®no hay billetes¡¯ de la feria
El pasodoble Juncal, compuesto por Vainica Doble, sinton¨ªa de la conocida serie televisiva de Jaime de Armi?¨¢n, son¨® durante la faena de muleta al segundo toro de la tarde. Fue un emotivo recuerdo al cineasta recientemente fallecido, creador y director de esta gran obra taurina, protagonizada por Paco Rabal en 1989.
No est¨¢ claro si a una gran parte del moderno p¨²blico que llen¨® La Maestranza le sonaban las notas musicales de la banda del Maestro Tejera, pero ah¨ª quedaron como la evocaci¨®n de unas im¨¢genes ...
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El pasodoble Juncal, compuesto por Vainica Doble, sinton¨ªa de la conocida serie televisiva de Jaime de Armi?¨¢n, son¨® durante la faena de muleta al segundo toro de la tarde. Fue un emotivo recuerdo al cineasta recientemente fallecido, creador y director de esta gran obra taurina, protagonizada por Paco Rabal en 1989.
No est¨¢ claro si a una gran parte del moderno p¨²blico que llen¨® La Maestranza le sonaban las notas musicales de la banda del Maestro Tejera, pero ah¨ª quedaron como la evocaci¨®n de unas im¨¢genes imperecederas para el aficionado taurino.
Hubo otros momentos hondos durante este festejo, emborronado por la mansedumbre de unos bien presentados toros de Alcurruc¨¦n, que huyeron de los caballos, esperaron en demas¨ªa en el tercio de banderillas y llegaron al tercio final desfondados, taciturnos y sin ganas de vivir.
Aun as¨ª, hubo instantes llamativos: una preciosa media de Morante al recibir al cuarto, y cuatro naturales a ese mismo toro; un ce?ido par de banderillas de Jos¨¦ Chac¨®n al segundo, una larga e intensa tanda de derechazos intercalados con naturales de Castella y un quite de chicuelinas de Tom¨¢s Rufo a ese toro, y la constante insistencia de este ¨²ltimo torero ante un lote que no le permiti¨® m¨¢s que una muestra de entrega permanente.
La verdad es que la terna se justific¨® sobradamente. Era la ¨²ltima tarde de Morante en la feria ¡ªsexto ¡®no hay billetes¡¯, y a¨²n queda el de ma?ana, s¨¢bado¡ª, y se empe?¨® en sacar agua clara de un pozo seco. Su primero, como todos, no ten¨ªa m¨¢s que una bonita estampa, y se puso delante de ¨¦l con firmeza y disposici¨®n, pero al animal le falt¨® movilidad y continuidad. La misma pel¨ªcula se reprodujo ante el cuarto, otro animal entristecido y con cierta aspereza en su comportamiento ante el que traz¨® cuatro naturales en tandas diferentes, fruto de su insistencia. Pero no hubo m¨¢s.
S¨ª obtuvo m¨¢s r¨¦dito Sebasti¨¢n Castella, que parece inmerso en una segunda juventud tras su vuelta a los ruedos la temporada pasada. Sigue siendo un torero valeroso, pero ha ganado en confianza y prestancia, y as¨ª se le vio delante del segundo mientras se escuchaban los sones de Juncal. Hab¨ªa brindado a los tendidos, y consigui¨® someter con descarada firmeza a un toro que acud¨ªa con cara alta y la embestida destemplada. La calidad que le falt¨® a su oponente la supli¨® Castella con una encomiable disposici¨®n, hasta que el toro, ya vencido, decidi¨® abandonar la pelea.
El quinto fue un manso que correte¨® despavorido desde que sali¨® al albero, y fue protestado por una parte del p¨²blico, que dej¨® claro que desconoce las normas b¨¢sicas de un festejo taurino (todo manso tiene su lidia y ello no es motivo para su devoluci¨®n). Hasta ocho veces se acerc¨® al peto del caballo y otras tantas huy¨® hacia el lado contrario. Castella pidi¨® el cambio y el toro lleg¨® a banderillas sin conocer el castigo. Acudi¨®, entonces, con genio, como lo hizo en la muleta. Castella volvi¨® a mostrarse como un torero sobrado, dominador de la situaci¨®n, y pudo dibujar una tanda de hondos naturales abrochados con un trincherilla de cartel.
Y tampoco tuvo suerte el joven Tom¨¢s Rufo, dispuesto a reverdecer los triunfos ya conseguidos en esta plaza ¡ªdos salidas por la Puerta del Pr¨ªncipe¡ª, pero no fue posible. Su lote careci¨® de fondo; el primero se par¨® y esper¨® con impaciencia la muerte, y el sexto decidi¨® no moverse.
Una pena de corrida porque a los toros de Alcurruc¨¦n se les esperaba con expectaci¨®n, a sabiendas de la buena actitud de la terna, pero¡ As¨ª tambi¨¦n es el toreo.
Alcurruc¨¦n/Morante, Castella, Rufo
Toros de Alcurrucén, bien presentados, muy mansos en los caballos, y sosos, descastados y desfondados en el tercio final.
Morante de la Puebla: pinchazo (silencio); tres pinchazos, media baja y tres descabellos (silencio).
Sebastián Castella: estocada baja (ovación); media estocada _aviso_ y un descabello (ovación).
Tomás Rufo: dos pinchazos (silencio); estocada (silencio).
Plaza de La Maestranza. 19 de abril. Decimotercera corrida de abono de la Feria de Abril. Lleno de ‘no hay billetes’.