Otra devaluada Puerta del Pr¨ªncipe para Tom¨¢s Rufo

Da la impresi¨®n de que el primero que ha devaluado el prestigio de La Maestranza es el palco presidencial. Este jueves, le ha concedido a Tom¨¢s Rufo las dos orejas de su encastado y codicioso primer toro, y una hubiera sido suficiente; y no porque el torero no estuviera digno, que lo estuvo y mucho, pero no a la altura exigida por ese animal que se com¨ªa la muleta y derroch¨® una raza desbordante que super¨® a su lidiador. Adem¨¢s, la estocada cay¨® desprendida. Pero ese no es el caso: el asunto es que la Puerta del Pr¨ªncipe es la justa recompensa a la excelencia, a la matr¨ªcula de honor, pero no para un notable.

Y Tom¨¢s Rufo, que tiene por delante un extraordinario futuro, que se entrega de principio a fin, que intenta torear con hondura y mata con enorme decisi¨®n, no protagoniz¨® en ese toro una actuaci¨®n para los m¨¢ximos trofeos. Y la culpa, en este caso, es ¨²nica y exclusivamente del presidente.

Quede claro que nunca estuvo por debajo de su oponente, pero claramente no le gan¨® la partida. Traz¨® buenas ver¨®nicas en el inicio, comenz¨® el tercio de muleta de rodillas y dibuj¨® despu¨¦s dos tandas con la mano derecha muy dignas, pero en las que sobresali¨® la codicia del animal; a continuaci¨®n, otra de largos naturales y, a partir de ah¨ª, el toro sigui¨® embistiendo y la tauromaquia de Rufo se difumin¨®. Est¨¢ claro que dome?ar la casta es una empresa harto dificultosa, y el comportamiento de ese toro lo evidenciaba. Con la estocada dentro tom¨® el camino de los medios y all¨ª se derrumb¨®.

Andr¨¦s Revuelta y Fernando S¨¢nchez saludaron tras banderillear al sexto, un nobil¨ªsimo animal tullido en el tercio de muleta. Rufo supo mantenerlo en pie, lo mulete¨® con elegancia y hondura en algunos momentos, y aunque a la faena le falt¨® intensidad, sobresalieron las buenas maneras del torero toledano, escenificadas al final por un enorme pase de pecho. No import¨® que la espada cayera algo ca¨ªda. Se lo llevaron a hombros, y esta es la segunda vez que ve el r¨ªo Guadalquivir desde La Maestranza, pues el a?o pasado tambi¨¦n alcanz¨® este honor en su debut sevillano.

Quede claro que hace tiempo que Tom¨¢s Rufo huele a torero grande, y lo ser¨¢ con la suerte que se le desea, pero la Puerta del Pr¨ªncipe debe ser guardada para ocasiones muy especiales, y hoy no ha sido el caso.

No lleg¨® Manzanares con ese sue?o triunfal; al menos, no lo demostr¨® en la lidia de sus dos toros, en los que se le vio sin ideas claras, abotargado, desinflado, con el aire de la derrota en su semblante. Su primero tambi¨¦n desarroll¨® casta y codicia, y por all¨ª anduvo Manzanares en tandas muy cortas, incapaz de amoldar su toreo a la embestida. Era un toro molesto, como todos los encastados, y el torero no escondi¨® su disgusto. El cuarto era blando en exceso y no pas¨® nada.

Como tampoco ocurri¨® en el lote de Aguado. El buen corte de este torero no le sirvi¨® de nada ante el rajado, apagado y deslucido sobrero. Con airosas ver¨®nicas recibi¨® al quinto, brind¨® al p¨²blico, comenz¨® por ayudados muleta en mano, un molinete con sabor despu¨¦s y derechazos anodinos. El animal se apag¨® pronto y todo se redujo a la nada.

Lo m¨¢s sobresaliente es que se ha abierto por cuarta vez en esta feria la puerta de los sue?os, y solo una de ellas, la de ayer, protagonizada por Morante, estaba justificada. El asunto debe llamar a la reflexi¨®n.