¡®Disco, Ibiza, Locom¨ªa¡¯: desastre visual y narrativo sobre dos apasionantes personajes de la historia musical espa?ola

Un documental estrenado por MovistarPlus+ en los primeros d¨ªas del verano de 2022 descubri¨® a los espectadores a dos de los personajes m¨¢s fascinantes que haya dado el audiovisual espa?ol en los ¨²ltimos a?os: Xavier Font, l¨ªder la banda de m¨²sica dance Locom¨ªa, de gran ¨¦xito nacional e internacional a finales de los ochen...

Un documental estrenado por MovistarPlus+ en los primeros d¨ªas del verano de 2022 descubri¨® a los espectadores a dos de los personajes m¨¢s fascinantes que haya dado el audiovisual espa?ol en los ¨²ltimos a?os: Xavier Font, l¨ªder la banda de m¨²sica dance Locom¨ªa, de gran ¨¦xito nacional e internacional a finales de los ochenta y principios de los noventa; y Jos¨¦ Luis Gil, poderoso productor de la discogr¨¢fica Hispavox, y fabricante de estrellas. Con una personalidad, un carisma y una imagen de lo m¨¢s cinematogr¨¢ficas, cada uno en su estilo, Font y Gil deslumbraban con su labia, su rencor y sus razones, coloc¨¢ndose cada uno alternativamente, seg¨²n el cap¨ªtulo de la serie y la etapa vital en la que se iban encontrando en torno al nacimiento, evoluci¨®n y muerte de los Locom¨ªa, como v¨ªctima o verdugo, como h¨¦roe, antih¨¦roe o villano de enormes complejidad y entidad, y seductoras posibilidades dram¨¢ticas.

Con independencia de la excelente labor de Jorge Laplace, director de Locom¨ªa, la miniserie documental de Movistar, en aquella historia hab¨ªa tambi¨¦n una gran pel¨ªcula de ficci¨®n, y no solo por el ambiente en el que se desenvolvi¨® la banda, la Ibiza de la noche, el sexo y las drogas, junto a la paradoja del triunfo entre las chicas adolescentes de Espa?a y Am¨¦rica Latina de un grupo de j¨®venes gais, sino sobre todo por la arrolladora personalidad de Font y Gil. Dos a?os despu¨¦s, llega Disco, Ibiza, Locom¨ªa, la ficci¨®n so?ada por los que vislumbr¨¢bamos tal posibilidad, coescrita y dirigida por Kike Ma¨ªllo. Pero es un desastre.

Cuenta el propio Ma¨ªllo que cuando se estren¨® el documental de Laplace ¨¦l ya ten¨ªa desarrollado el guion de su propia obra, y que ni siquiera quiso verlo. Y es una pena porque se habr¨ªa dado cuenta de que la esencia estructural y dram¨¢tica de la serie de televisi¨®n se parece demasiado al andamio dram¨¢tico de su ficci¨®n, con una salvedad: en la pel¨ªcula no tiene la irresistible intensidad de voz y mirada, de verdad y lucha, de vidas perras labradas a fuerza de noche y dinero, de ascensos y ca¨ªdas, de complicidad y destrucci¨®n mutuas, de los verdaderos Font y Gil. Jaime Lorente, desde una naturalidad sin el suficiente nervio, y Alberto Ammann, en un temerario papel de composici¨®n f¨ªsica y vocal que nunca acaba de cuajar, son los p¨¢lidos reflejos de dos hombres reales de armas tomar.

La f¨®rmula estructural elegida por Ma¨ªllo, partiendo de una reuni¨®n privada de mediaci¨®n con todas las partes implicadas en el conflicto econ¨®mico y de derechos en torno al grupo, con la que luego armar el puzle por medio de flashbacks m¨¢s o menos cronol¨®gicos, tem¨¢ticos o de personajes, est¨¢ en la l¨ªnea de la pauta documental de declaraciones con bustos parlantes de la miniserie. En Disco, Ibiza, Locom¨ªa pocas cosas ocurren, porque casi todo se cuenta, y ese es un defecto que ya ten¨ªa otro trabajo de Ma¨ªllo: la discreta Cosm¨¦tica del enemigo (2020), basada en la novela de Am¨¦lie Nothomb.

Lo peor es que esa base dram¨¢tica, narrativa e interpretativa no es lo ¨²nico que no resulta. Ya desde la primera secuencia, el contraste entre lo que afirma el narrador en off que era Ibiza aquellos d¨ªas, con el hedonismo como modo de vida alrededor de ¡°la mejor discoteca del mundo¡±, y lo que se ve en im¨¢genes es desolador. Si no hab¨ªa presupuesto para extras y para rodar con el tiempo necesario buenas secuencias de club, habr¨ªa que haber armado la atm¨®sfera, desde el color, las texturas o la puesta en escena, de otro modo. Sin unidad de estilo ni de g¨¦nero, deambulando entre la comedia petarda, el musical indigente y el drama personal, la pel¨ªcula, con feas pseudoanimaciones e infograf¨ªas que pretenden dar brillo, tiene problemas incluso en el montaje de sonido de varias secuencias de plano-contraplano con escorzo. Y ni siquiera la m¨²sica tiene fuerza. Una oportunidad perdida.