Muere Isma¨ªl Kadar¨¦, escritor alban¨¦s clave del siglo XX, a los 88 a?os
El autor de ¡®El gran invierno¡¯, ¡®El palacio de los sue?os¡¯ o ¡®El general del ej¨¦rcito muerto¡¯ afront¨® en sus obras la relaci¨®n entre literatura y poder, la represi¨®n bajo el r¨¦gimen comunista de su pa¨ªs o el conflicto entre Serbia y Kosovo
La muerte de Ismail Kadar¨¦ a los 88 a?os de edad este lunes en Tirana ha entristecido al mundo de las letras. El autor alban¨¦s no solo ha sido uno de los escritores m¨¢s mencionados para obtener el Nobel de Literatura y recientemente fue incluido en la primera lista del International Booker Prize 2024, sino que logr¨® resignificar e internacionalizar la cultura albanesa. Le otorg¨® reconocimiento dentro de la ¨¦lite art¨ªstica, sobre todo en Francia, bajo el principio de que el pa¨ªs balc¨¢nico tiene un caudal inmenso de mitos y leyendas, tambi¨¦n una historia turbulenta que compartir con el p¨²blico e...
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La muerte de Ismail Kadar¨¦ a los 88 a?os de edad este lunes en Tirana ha entristecido al mundo de las letras. El autor alban¨¦s no solo ha sido uno de los escritores m¨¢s mencionados para obtener el Nobel de Literatura y recientemente fue incluido en la primera lista del International Booker Prize 2024, sino que logr¨® resignificar e internacionalizar la cultura albanesa. Le otorg¨® reconocimiento dentro de la ¨¦lite art¨ªstica, sobre todo en Francia, bajo el principio de que el pa¨ªs balc¨¢nico tiene un caudal inmenso de mitos y leyendas, tambi¨¦n una historia turbulenta que compartir con el p¨²blico europeo.
Kadar¨¦ naci¨® en 1936 en Gjirok?ster (la misma de origen del dictador Enver Hoxha), ¡°la ciudad de piedra¡±, tal como la defini¨® en una de sus obras autobiogr¨¢ficas. Una ciudad del sur alban¨¦s, rodeada de monta?as: ¡°Una tierra agreste de cabras y quesos¡±, reconocible por sus esbeltas viviendas de losas p¨¦treas que parecen escamas plateadas. Seg¨²n contaba sobre su casa, hoy destino tur¨ªstico reformado, ten¨ªa ¡°¡tres plantas, pasillos penumbrosos, habitaciones vac¨ªas... ?A mi? me parec¨ªa gigantesca, y la sent¨ªa poblada de sombras, misterios, presencias! Mi mente fabulaba mil historias... ?Creo que esa casa me hizo escritor!¡±. Para ¨¦l, la localidad era un teatro, donde, desde lo alto de su casa, pod¨ªa observar a trav¨¦s de los ventanales las vidas de sus vecinos, con sus amor¨ªos, reprimendas y desacuerdos. No s¨®lo eso, sino que tambi¨¦n el ruido de cadenas y grilletes que, desde la cumbre, emit¨ªa la fortaleza medieval, que hac¨ªa las veces de prisi¨®n, representaba un lugar tenebroso a la vez que inspirador.
Su familia ten¨ªa or¨ªgenes musulmanes y laicos, como es tradicional en la zona, pero desde muy peque?o se vio influido por la figura de su abuelo, hombre enigm¨¢tico que se sentaba durante horas en el sof¨¢ con un libro en la mano. A partir de ah¨ª comenz¨® a escribir poes¨ªa y muy r¨¢pidamente fue reconocido con sus primeras publicaciones, con lo que siempre tuvo muy clara su vocaci¨®n literaria, que le llev¨® a estudiar literatura en Tirana y en el Instituto Maksim Gorki de Mosc¨² (1958-1960), aunque siempre mantuvo una intensa francofilia.
Miedo por los derechos de ¡®El general del ej¨¦rcito muerto¡¯
Ser¨ªa con la publicaci¨®n de El general del ej¨¦rcito muerto (Plaza y Jan¨¦s, 1973, traducci¨®n de J. Ferrer Aleu) como le llegar¨ªa el reconocimiento no solo nacional, sino tambi¨¦n internacional. De la situaci¨®n siniestra que viv¨ªa Albania en los a?os sesenta habla el origen de la publicaci¨®n. El director de la revista Europe, Pierre Paraf, periodista franc¨¦s y apasionado de la cultura albanesa, pas¨® por Tirana y se hizo con un ejemplar del libro. Paraf pregunt¨® al embajador alban¨¦s en Par¨ªs si se pod¨ªa publicar en Francia. Seg¨²n Kadar¨¦, ¡°el embajador no dijo ni s¨ª ni no, porque ten¨ªa miedo¡±. Paraf le entreg¨® la novela a la editorial Albin Michel, sin contrato y sin nada. La obra luego se convertir¨ªa en pel¨ªcula en 1983, protagonizada por Marcello Mastroianni. El escritor se convirti¨® en una figura rutilante del r¨¦gimen de Enver Hoxha, llegando a ocupar un esca?o en la Asamblea del Pueblo.
Su relaci¨®n con la dictadura comunista enaltece el valor de su obra, al escribir contra el r¨¦gimen desde dentro. El escritor fue testigo de la virulencia con la que el sistema reprim¨ªa a cualquier opositor, como fue el caso, entre muchos otros, de la escritora Musine Kokalari. En El gran invierno (Vosa, 1991, traducci¨®n de J. Hern¨¢ndez) novel¨® con suspense el encuentro entre Hoxha y el l¨ªder sovi¨¦tico Nikita Jrushchov, ensalzando la ruptura con la URSS, y, despu¨¦s, en El ocaso de los dioses de la estepa (Anaya, 1991, traducci¨®n de Ram¨®n S¨¢nchez Lizarralde) desacredita a la URSS a ra¨ªz del ¡°caso Pasternak¡±. Durante su experiencia en Mosc¨², Kadar¨¦ observ¨® la inquina con la que el sistema sovi¨¦tico destruy¨® la vida del escritor ruso. Despu¨¦s de que Albania rompiera relaciones con China, public¨® El concierto (Anaya, 1991, traducci¨®n de traducci¨®n de Ram¨®n S¨¢nchez Lizarralde y Premio Nacional de Traducci¨®n), donde se aireaban cr¨ªticas contra el gigante asi¨¢tico. Estas obras inspiradas en la geopol¨ªtica serv¨ªan tanto para generar un inter¨¦s en el p¨²blico alban¨¦s, lo que le convirti¨® en un superventas local, pero tambi¨¦n se puede observar c¨®mo, paulatinamente, cuestiona al propio r¨¦gimen a trav¨¦s de recreaciones disimuladamente cr¨ªticas aunque compartidas por ambos pa¨ªses rivales. Estrategia similar utilizar¨ªa en muchas otras obras al narrar historias propias de la cosmolog¨ªa albanesa, relatadas en ambientes desapacibles y ajenos al clima mediterr¨¢neo, dirigidos a reprochar la propaganda radiante del r¨¦gimen, como puede ser Abril quebrado (Alianza, 2001, traducci¨®n de Ram¨®n S¨¢nchez Lizarralde).
Pero fue El palacio de los sue?os (Alianza, 2007, traducci¨®n de Ram¨®n S¨¢nchez Lizarralde) la obra que no solo tuvo mayor repercusi¨®n fuera de las fronteras albanesas, sino tambi¨¦n la que le caus¨® m¨¢s problemas con el r¨¦gimen. La novela fue concebida entre 1972 y 1973, fragmentada en diferentes pasajes para sortear la censura, pero no fue publicada hasta 1981, logrando vender inmediatamente 20.000 copias. La obra narra la existencia de un palacio donde se interpretan los sue?os de los s¨²bditos. Ambientada en tiempos otomanos, su narraci¨®n es entre orwelliana, borgesiana y kafkiana e invita a encontrar asociaciones con la represi¨®n y claustrofobia que se viv¨ªa en Albania. Tal como narra el experto Mois¨¦s Mori: ¡°El gigantesco y laber¨ªntico edificio en que centenares de funcionarios trabajan para controlar lo intangible, la intimidad de las personas (¡) manifiesta ya en s¨ª mismo la monstruosidad del Estado¡±. A principios de 1982, se convoc¨® una reuni¨®n de emergencia de la Uni¨®n de Escritores de Albania, donde estaba entre otros Ramiz Alia, quien tomar¨ªa el poder en 1985, tras la muerte de Hoxha. Se ha hecho c¨¦lebre c¨®mo Alia increp¨® al escritor: ¡°El pueblo y el Partido te han elevado al Olimpo, pero si no les eres fiel, te arrojar¨¢n al abismo¡±. A partir de entonces, Kadar¨¦ estuvo se?alado y tuvo que hacer, si cabe, m¨¢s malabarismos para continuar con su carrera.
Mucho se ha escrito sobre la condici¨®n de disidente del autor alban¨¦s. El escritor alban¨¦s Bashkim Shehu, con ocasi¨®n de la entrega al escritor del Pr¨ªncipe de Asturias 2009, contaba que ¨¦ste no era ni un disidente ni un portavoz del r¨¦gimen: ¡°Ninguno de esos dos t¨¦rminos es adecuado para desentra?ar el fen¨®meno literario de Kadar¨¦¡±. Jos¨¦ Carlos Rodrigo Breto, autor del ensayo Isma¨ªl Kadar¨¦: la gran estratagema (Ediciones del subsuelo, 2018) sostiene que, hasta 1990, el autor ¡°no fue un disidente, sino un luchador, un opositor feroz y tenaz al r¨¦gimen¡±. De hecho, para Kadar¨¦ este debate estaba en divorcio con su forma de entender su oficio. En una entrevista relataba: ¡°Me desagrada, porque no tengo las m¨ªnimas pretensiones de una carrera pol¨ªtica. Algunos pol¨ªticos y la prensa han montado un gran debate del que yo me siento ajeno. Soy escritor¡±. El especialista Robert Elsie lo clasific¨® como un ¡°sutil disidente¡±.
El escritor se marchar¨ªa a Francia en 1990, inquieto por la situaci¨®n en su pa¨ªs, en una d¨¦cada donde Albania estuvo al borde de la guerra civil, especialmente en 1997, cuando el estado colapso debido al caos pol¨ªtico y a una desorbitante estafa piramidal que provoc¨® un enorme levantamiento popular. En el exilio franc¨¦s continuar¨ªa infatigablemente su tarea, para luego vivir a caballo entre ambos pa¨ªses y acudir a los sucesivos compromisos literarios de la geograf¨ªa europea.
Kadar¨¦ fue un contador de historias. Deja una obra h¨ªbrida traducida a m¨¢s de una treintena de idiomas (sobre todo promocionada en Espa?a por Ram¨®n S¨¢nchez Lizarralde y Mar¨ªa Roces), inspirada en la f¨¢bula y en la mitolog¨ªa, como creador de un realismo balc¨¢nico con denominaci¨®n de origen alban¨¦s (Kadaria, seg¨²n acu?¨® el ensayista y editor franc¨¦s Eric Faye), pero tambi¨¦n como gran constructor de la memoria nacional albanesa, recorriendo sus hitos m¨¢s relevantes y las claves del saber popular.