As¨ª trole¨¦ el precio din¨¢mico en Ticketmaster para comprar las entradas de Oasis

Oasis era y es uno de mis grupos favoritos, as¨ª que cuando anunciaron la gira para 2025 hab¨ªa que intentar hacer lo posible por conseguir entradas. A continuaci¨®n contar¨¦ c¨®mo logr¨¦ esquivar el precio din¨¢mico de Ticketmaster. Un inciso explicativo: los precios din¨¢micos son aquellos en los que el coste de las entradas para un concierto se ajusta autom¨¢ticamente en funci¨®n de la demanda del mismo; si la demanda es mucha, como en este caso, a veces se infla el precio de la entrada a m¨¢s del doble.

La noche anterior borr¨¦ la cach¨¦ y desactiv¨¦ mi ubicaci¨®n en Google Chrome. Eso hace que las webs que visitas no sepan desde d¨®nde te has conectado. Inici¨¦ sesi¨®n con mi cuenta de Ticketmaster en Ticketmaste.co.uk y comprob¨¦ que no me daba problemas a la hora de adquirir entradas para otros eventos. No cerr¨¦ la sesi¨®n, dejando el port¨¢til en estado de reposo durante toda la noche. El despertador son¨® a las 8 de la ma?ana del pasado s¨¢bado 31.

Ya pod¨ªas acceder para adquirir las entradas para Irlanda. Mi sorpresa fue ¨¦pica cuando Ticketmaster me puso en cola y me dijo que ten¨ªa a m¨¢s de 226.000 personas delante. Entonces pens¨¦: voy a ver qu¨¦ pasa si me meto como si fuera a comprar ya para Reino Unido. Ah¨ª fue cuando creo que se me ilumin¨® el camino.

Me dej¨® acceder a la cola para Cardiff, M¨¢nchester y Londres. Me aparec¨ªa una cuenta atr¨¢s en la que me dec¨ªa que quedaban casi 50 minutos para poder entrar. Acceder a la cola de espera, obvio. No toqu¨¦ nada y dej¨¦ las tres URLs abiertas, ya que no se quedaba pillado y estaba haciendo la cuenta atr¨¢s. Lleg¨® la hora. Eran las 10 de la ma?ana en Espa?a y 9 de la ma?ana para Reino Unido. Ten¨ªa abierta la url para las entradas de M¨¢nchester y, autom¨¢ticamente, me pon¨ªa en cola que estaba en el n¨²mero 17.600. Ten¨ªa a m¨¢s de 17.000 personas delante para ver a Oasis. En Cardiff me sal¨ªan 22.300 personas y para Reino Unido, 180.000 personas delante. Apost¨¦ por M¨¢nchester y Cardiff. Me puse a mirar en Google el aforo para M¨¢nchester: 80.000 personas en Heaton Park. Hueco hab¨ªa. Las personas iban bajando, pero no fue hasta las 11.30 cuando ya el coraz¨®n se me empez¨® a salir del pecho. Estuve m¨¢s de tres horas controlando que no se reiniciara la p¨¢gina y que las personas de la fat¨ªdica cola fueran bajando.

Soy la siguiente en entrar. De repente, veo que he entrado bien. No me ha echado. Estoy dentro. Pero compruebo con espanto que el precio de la entrada general ha subido de 148 libras (175 euros) a 345 libras (410 euros). El cabreo se me junta con la impotencia. Me sal¨ªa m¨¢s barata una opci¨®n en la que ofrec¨ªan coger un bus desde Liverpool a M¨¢nchester. No puede ser. Cuatro horas delante del port¨¢til para esta broma. Y todo por el dichoso precio din¨¢mico.

Tengo unos 12 minutos aproximadamente para realizar la compra. La de Londres ya la hab¨ªa dado por perdida y en Cardiff segu¨ªa bajando, pero apost¨¦ por M¨¢nchester, para el 12 de julio de 2025. Fueron 12 minutos muy estresantes y todo por una plataforma que no sabe hacer bien su trabajo. Vale, voy a pensar. Record¨¦ que, en muchas p¨¢ginas web, sobre todo cuando compras ropa, hay veces que te marca que no hay stock, pero cuando cancelas pedido y lo vuelves a realizar, por arte de magia vuelve a haber stock. El no ya lo ten¨ªa y deb¨ªa intentar ir a por el s¨ª.

Marqu¨¦ la opci¨®n que inclu¨ªa la entrada al recinto m¨¢s el billete de ida y vuelta desde Liverpool a M¨¢nchester. Y despu¨¦s lo cancel¨¦. Al volver atr¨¢s, se refrescaban los diferentes tipos de entradas. Entonces aparece la entrada de acceso normal al precio original: 148 libras (175 euros). No daba cr¨¦dito. Sin aparecer el din¨¢mico. Hago click en comprar, la p¨¢gina de Ticketmaster me empieza a trolear dici¨¦ndome que no hay esas entradas. Vamos a ver, me has dejado hacer click en ¡°siguiente¡±. Vuelvo a cancelar el pedido. Me quedaban nueve minutos.

Marco nuevamente las entradas de la general sin el aumento del precio din¨¢mico. Venga, voy a marcar tambi¨¦n que doy un donativo (el menor es de una libra, 1,20 euros). Me dejan pasar para introducir mi tarjeta bancaria. Y otra vez se vuelve quedar pillado. Cancelo pedido. Me quedan siete minutos. ?Ser¨¢ por el donativo? Me quedaban cuatro minutos y fue entonces cuando marqu¨¦ la entrada general y continuaba sin tener la subida de precio din¨¢mico. Pero esta vez a?ado la opci¨®n de ¡°pagar una entrada de recuerdo¡± (ojo, que era m¨¢s caro que el donativo, 3,95 libras, 4,70 euros), que es la antigua entrada de papel que te env¨ªan pocos d¨ªas despu¨¦s del concierto. Me deja. Guau, me est¨¢ dejando. Marco Visa, escribo el nombre del titular de la tarjeta, el n¨²mero de la misma, la fecha de caducidad¡­

Tras pasar la pasarela de pago la p¨¢gina se vuelve a quedar pillada. Ah¨ª fue cuando no dejaba de pensar que encima me iban a cobrar y no iba a recibir la confirmaci¨®n de las entradas. Pero acept¨® el pago. Estaba como en un oasis¡­ en calma. Me lleg¨® el correo de confirmaci¨®n nueve minutos despu¨¦s. Ten¨ªa las entradas para ver a Oasis en M¨¢nchester. Imagino que fue una pizca de suerte... ?o fue al pulsar por ¡°la entrada de recuerdo¡±? Ahora solo falta que en el trabajo me dejen pedir esos d¨ªas para ir al concierto.