Batalla campal de pensadores en las calles de Madrid

Madrid se ha llenado de predicadores. No son religiosos, sino filos¨®ficos, y acechan en muchas esquinas, dispuestos a compartir conversaci¨®n y a ensanchar mentes. Como en la Antigua Grecia, como en el Londres victoriano, a la ciudad le han brotado speaker¡¯s corners (rincones del orador) en un pu?ado de calles del centro. ¡°Me parece fant¨¢stico que se hable de estos temas de forma tan abierta¡±, dice Juana, universitaria de 20 a?os, mientras observaba a las 11.30 de la ma?ana de este jueves c¨®mo la periodista Marta Garc¨ªa Aller disertaba sobre inteligencia artificial en un peque?o escenario en la calle de Montera. La conversaci¨®n es abierta y los viandantes, aunque al principio sorprendidos, entran al trapo y terminan dando su punto de vista. No lejos de all¨ª, en la plaza del Callao, los escritores Juan Tall¨®n y Renato Cisneros hablaban a la misma hora de los miedos, individuales y colectivos, que atenazan nuestro mundo, en una charla que buscaba ¡°la catarsis y la liberaci¨®n mediante la experiencia compartida de enfrentar y comprender el miedo¡±, dec¨ªa Tall¨®n.

Es la primera edici¨®n del Festival de las ideas, que durante cuatro d¨ªas (hasta el 21 de septiembre) toma las calles de la capital con la voluntad de esparcir pensamiento cr¨ªtico por una decena de sedes (el Museo Reina Sof¨ªa, el Teatro Real, el Ateneo, la plaza de Espa?a, el C¨ªrculo de Bellas Artes¡­) abiertas al p¨²blico y en el que pensadores y escritores de la talla de Michael Sandel, Gilles Lipovetsky, Wendy Brown, Peter Sloterdijk, Marina Garc¨¦s o Javier Gom¨¢ disertar¨¢n sobre las cuestiones m¨¢s candentes de la actualidad (y de la historia).

A la misma hora que Garc¨ªa Aller hablaba en la calle, Josefa Ros Velasco, premio Nacional de Investigaci¨®n, hablaba sobre el aburrimiento en el C¨ªrculo de Bellas Artes ante un auditorio a rebosar. Sobre c¨®mo nuestra sociedad est¨¢ ¡°enferma de aburrimiento¡±, las posibilidades que el aburrimiento da y los dos grupos m¨¢s aburridos: ni?os y ancianos. Ancianos, claro, que buscan ¡°estar activos en su proyecto vital, dar continuidad a su biograf¨ªa, no hacer collares con macarrones¡±. Ros Velasco habl¨® justo despu¨¦s de que los expertos en nuevas tecnolog¨ªas Margot Rot, Xavier Casanovas y Susana Mart¨ªn Fa¨²ndez discutieran sobre el uso (y abuso) de estas, su regulaci¨®n y ¡°las posibles normas de comportamiento que todos deber¨ªamos seguir¡±.

A la misma hora, en el Museo Reina Sof¨ªa, la artista Marina N¨²?ez daba un paseo con un grupo de curiosos, con quienes debat¨ªa ¡°sobre el arte contempor¨¢neo y su relaci¨®n con la pol¨ªtica y la emoci¨®n¡±. Las de la ma?ana de este jueves son solo unas pinceladas de las decenas y decenas de charlas previstas, gratuitas hasta completar aforo. Las tormentas de la tarde han obligado a trasladar al C¨ªrculo de Bellas Artes algunas actividades.

¡°Este festival nace para favorecer el origen del pensamiento, y compartirlo. Cualquiera que quiera participar es bienvenido¡±, hab¨ªa dicho en la presentaci¨®n, el mi¨¦rcoles en un escenario inmenso en la plaza de Espa?a, la periodista Lara Siscar, que inaugur¨® el festival frente a 600 sillas. Todas ocupadas. Siscar radiografi¨® el n¨²cleo de esta primera edici¨®n: ¡°Ocuparemos las calles, las plazas, como en la Antigua Grecia¡±. Ser¨¢n cuatro d¨ªas de pensamiento para todo aquel que quiera ofrecerlo, todo alrededor de paseos filos¨®ficos, charlas y puntos de oradores; un festival pensado por ¡°un hombre excepcional¡±, como dijo Siscar, antes de que estallara el aplauso para Alberto Anaut, presidente y director de la empresa cultural La F¨¢brica, fallecido en julio de 2023.

A Siscar la acompa?aron Valerio Rocco, director del C¨ªrculo de Bellas Artes, y ?scar Becerra, director de La F¨¢brica, organizadores del evento, que desgranaron c¨®mo funcionar¨ªa el festival y sus 11 sedes. ¡°Her¨¢clito dec¨ªa que entre todos decimos verdad¡±, record¨® Rocco. Y en esas est¨¢n, poniendo a Madrid ¡°a pensar¡±, en palabras de Becerra. ¡°Hoy creemos que discutir es prevalecer. Ojal¨¢ sirva para ver las tonalidades de quienes no piensan como nosotros¡±, intervino Javier Moscoso, director de contenidos del festival, acompa?ado por Gonzalo Cabrera, director General de Cultura e Industrias Creativas de la Comunidad de Madrid.

En el acto del mi¨¦rcoles tambi¨¦n comparecieron algunos de los patrocinadores del evento, como Olivia Loewe, de Allianz (¡°esta es una plataforma perfecta para la diversidad de las ideas, para entender el valor de quien no piensa como nosotros¡±), o Sonia Mulero, de la Fundaci¨®n Banco Sabadell (¡°son unos d¨ªas para trabajar con las palabras, tan importantes para configurar el mundo y la realidad¡±).

Marta Rivera de la Cruz, delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, se?al¨®: ¡°Madrid es una ciudad muy de calle. Se pueden tomar ca?as y ver un concierto, pero tambi¨¦n hay que reivindicar la reflexi¨®n y el pensamiento. Que nos har¨¢ m¨¢s libres y mejores¡±. Al acto tambi¨¦n asistieron Eric Tallon, consejero cultural de la Embajada francesa, y Fabian Krajewski, portavoz de la Embajada alemana; ambas legaciones colaboran con el festival, que organiza tambi¨¦n una ¡°noche de pensamiento francoalem¨¢n¡±. La charla posterior al acto, a cargo de Eva Illouz, soci¨®loga franco-israel¨ª, fue interrumpida por un peque?o grupo de activistas pro Palestina. Si se mira por el lado bueno, fue la primera confrontaci¨®n callejera de ideas del festival.

Justo antes, cerr¨® el acto del mi¨¦rcoles Jordi Mart¨ª Grau, secretario de Estado de Cultura, que disert¨® sobre una de las palabras que m¨¢s sobrevolar¨¢n las calles madrile?as estos d¨ªas: ¡°catarsis¡±. ¡°En el mundo contempor¨¢neo la queja es l¨®gica, y crece la idea de que el futuro ya no existe. Pero la queja debe ser una activaci¨®n; la cultura es la caja de herramientas con las que debemos actuar¡±, dijo, antes de hacer un llamamiento a crear ¡°un festival no solo celebrativo, sino que sirva para encontrar las mejores ideas, y aplicarlas¡±. ¡°?A cazar ideas ¨²tiles!¡±, conmin¨®. Pues a cazar. Que no quede ni una idea suelta por las calles.