?lvaro Pombo: ¡°Miguel de Cervantes Saavedra era un ¡®pringao¡±
El Premio Cervantes 2024 reflexion¨® en la Real Academia Espa?ola sobre filosof¨ªa, historia y, sobre todo, dinero. ¡°Gastar¨¦ el premio con parsimonia, que ando mal¡±
- Bueno, pues buenos d¨ªas ¨C dijo ?lvaro Pombo, y solt¨® una sonrisilla de ni?o - ?C¨®mo lo hacemos?
Pombo, santanderino de 85 a?os, enfant terrible en la senectud, investigador de las contradicciones, poseedor de un humor de factura propia, fue galardonado este martes, despu¨¦s de ganar casi todos los premios que se pueden ganar, con el Premio Cervantes. El premio definitivo, el m¨¢s prestigioso de las letras espa?olas, que viene a coronar el trabajo de toda una carrera de ¨¦xito. ¡°Estoy contento de que me hayan dado un premio tan bonito¡±, afirm¨®. Un premio, en el caso de Pombo, a m¨¢s de 50 a?os de escritura.
Desde 2004, Pombo es miembro de la Real Academia Espa?ola donde entr¨®, curiosamente, a propuesta del anterior Cervantes, Luis Mateo D¨ªez, entre otros, para ocupar la letra j, que hasta su fallecimiento ocup¨® Pedro La¨ªn Entralgo. As¨ª que en la RAE, su casa compartida, recibi¨® este mi¨¦rcoles a la prensa.
Entr¨® empujado en su silla de ruedas, con su sempiterno gorro azul y sus gafas redondas, haciendo comentarios sobre la dana que amenaza, mientras era acribillado a fotos. A pesar de la flacura, la bonhom¨ªa se le sale por los poros, y se r¨ªe, y hace re¨ªr casi sin querer. Fue cuando pregunt¨® lo de ¡°?C¨®mo empezamos?¡±.
Y antes de saber c¨®mo empezar empez¨®, hablando de Cervantes: Cervantes nunca tuvo un premio, a Cervantes le plagiaron la segunda parte de El Quijote, Cervantes estuvo preso en Argel despu¨¦s de la batalla de Lepanto.
- Miguel de Cervantes Saavedra era un pringao ¨C resolvi¨®, ante las risas de los congregados.
Reflexion¨® luego, de forma algo err¨¢tica, sobre la iron¨ªa, a la que defini¨® como una emoci¨®n secundaria, no como el amor o el odio, y m¨¢s propia de los mayores que de los j¨®venes, esa ¨¦poca en la que ¡°te lo puedes tener muy cre¨ªdo porque te lo puedes creer todo, porque eres como la luz solar, como el sol, y el sol se lo cree todo¡±. Los periodistas le escucharon como a un or¨¢culo, tratando de desvelar las ense?anzas. Ense?anzas valiosas, como la definici¨®n lapidaria del oficio de la escritura que ofreci¨® a continuaci¨®n:
- Escribir es complicado, tardas tiempo con las novelas, tienes que leer mucho y luego nunca acabas satisfecho.
El espa?ol es la primera lengua de Pombo, la segunda es el ingl¨¦s (vivi¨® once a?os en Londres, donde termin¨® de estudiar Filosof¨ªa y donde tuvo unas vivencias que le marcaron para siempre), y defini¨® el espa?ol como una lengua m¨¢s divertida, y una lengua con muchas patrias.
Pombo ya ha pensado en qu¨¦ escribir para su discurso en la ceremonia de entrega del premio, en Alcal¨¢ de Henares, el D¨ªa del Libro, 23 de abril, en conmemoraci¨®n del fallecimiento del autor del Quijote. Lo har¨¢ sobre El licenciado Vidriera, una de las novelas ejemplares Cervantes, de las cuales se puede sacar una ense?anza filos¨®fica o moral. Para Pombo ese relato es una ¡°fenomenolog¨ªa de la fragilidad¡±, porque el texto trata de la fragilidad, no del vidrio, sino del ser humano. Y ahondar¨¢ en esa idea cl¨¢sica de que son los locos los que dicen la verdad.
Pombo, que tuvo algunos problemas para escuchar las preguntas de los periodistas, continu¨® entonces con sus estudios filos¨®ficos, su formaci¨®n en filosof¨ªa cl¨¢sica, pero, sobre todo, de la influencia de Jean-Paul Sartre en sus novelas. De la filosof¨ªa le ha gustado utilizar los ¡°colores¡±, m¨¢s que los ¡°fondos¡±. ¡°Los fil¨®sofos dir¨¢n que soy idiota¡±, brome¨®. Un color que encuentra en Ortega y Gasset o en Xavier Zubiri. Se declar¨® un fiel aficionado a la filosof¨ªa y, de paso, a la teolog¨ªa.
- Eso hace de m¨ª un hombre de letras, cosa tremenda de mala.
Tambi¨¦n dio alguna pista sobre el libro en el que est¨¢ trabajando, una novela hist¨®rica centrada en la Guerra de ?frica y desastre de Annual. ¡°Hist¨®ricamente est¨¢ sin coser bien, yo es que creo que no me tomo en serio ni la historia ni la ficci¨®n¡±, confes¨®. Y acab¨® preguntado por los suculentos 125.000 euros del premio, asunto sobre el que se extendi¨® con gusto. Su madre, relat¨®, le llamaba ¡°manirroto¡±, pero es que el dinero le volaba de las manos, no le cund¨ªa.
- Los 125.000 euros los voy a gastar con parsimonia, porque ando muy mal. El dinero se va en la tarjeta y en el pescado, en la plaza, no en las juergas y los vicios... aunque tambi¨¦n. El dinero se va, se r¨ªe de m¨ª. Igual si lo pongo en tres cuentas¡ Porque seguro que es lo ¨²ltimo que voy a ganar un poco s¨®lido.