Manolito Gafotas celebra 30 a?os llenos de ¨¦xito, millones de lectores y ning¨²n ¡°rollo repollo¡±
Un libro homenaje y un estuche ilustrado con toda la saga consagran al personaje que Elvira Lindo invent¨® en la radio y luego convirti¨® en icono de la literatura infantil y juvenil espa?ola
Carabanchel Alto no suele aparecer entre los principales reclamos tur¨ªsticos de Espa?a. Hosna, sin embargo, lo ten¨ªa claro. ¡°Pienso que un d¨ªa puedo ir y encontrar a Manolito¡±, apunt¨® en una carta cuando ten¨ªa 15 a?os. Desde su casa en Teher¨¢n, la misiva recorri¨® unos 6.000 kil¨®metros hasta el hogar de Elvira Lindo, en Madrid. La escritora ni siquiera sab¨ªa que sus libros se estaban publicando en Ir...
Carabanchel Alto no suele aparecer entre los principales reclamos tur¨ªsticos de Espa?a. Hosna, sin embargo, lo ten¨ªa claro. ¡°Pienso que un d¨ªa puedo ir y encontrar a Manolito¡±, apunt¨® en una carta cuando ten¨ªa 15 a?os. Desde su casa en Teher¨¢n, la misiva recorri¨® unos 6.000 kil¨®metros hasta el hogar de Elvira Lindo, en Madrid. La escritora ni siquiera sab¨ªa que sus libros se estaban publicando en Ir¨¢n. De hecho, hasta su editora lo desconoc¨ªa. A fuerza de recibir mensajes, descubrieron que se difund¨ªan sin autorizaci¨®n. Por lo visto, estaban arrasando. Hosna explicaba que incluso hab¨ªa aprendido espa?ol gracias a la novela. Y agregaba: ¡°Es un libro que nunca lo olvidar¨¦¡± [sic]. Ese d¨ªa, autora y seguidora empezaron una correspondencia que contin¨²a d¨¦cadas despu¨¦s. Lindo dice que se vieron por primera vez hace pocos meses. Se contaron la vida: Hosna ahora reside en Alemania e investiga el c¨¢ncer. Y, de paso, seguramente celebraran a su amigo en com¨²n: cumple 30 a?os llenos de ¨¦xitos, pasi¨®n lectora y an¨¦cdotas como la que uni¨® para siempre a una escritora espa?ola con una adolescente iran¨ª. Cosas de Manolito Gafotas. Como dir¨ªa ¨¦l, ¡°mola un pegote¡±.
Hay m¨¢s historias asombrosas ¡ªy m¨¢s cartas desde Ir¨¢n¡ª en el librito Manolito cumple 30 (Seix Barral), un homenaje impreso al muchacho probablemente m¨¢s entra?able de la literatura espa?ola. En las 80 p¨¢ginas tambi¨¦n se repasan las claves de su triunfo, su lib¨¦rrima e imparable forma de expresarse o su impacto en el mundo mundial, otra expresi¨®n que dej¨® en el imaginario colectivo. ¡°Ha marchado solo. Hace mucho que no hago promoci¨®n ni hablo de ¨¦l, pero siempre est¨¢. Su presencia es constante, recibo mensajes todas las semanas de gente de varios pa¨ªses¡±, relata Lindo. ¡°No creo que haya ning¨²n otro personaje literario que alcance su universalidad, y est¨¦ tan vivo. Es nuestra Pipi o Huckleberry Finn. Artistas modernos como C. Tangana o Carlangas le rinden homenaje. Ha pasado de generaci¨®n en generaci¨®n sin perder actualidad¡±, agrega Elena Ram¨ªrez, directora editorial de Seix Barral. El sello le ha hecho otro regalo a la peque?a leyenda: un estuche ¡ªen edici¨®n limitada, por unos 73 euros¡ª con los ocho libros de la saga y las inseparables ilustraciones de Emilio Urberuaga.
¡°Me llamo Manolito Garc¨ªa Moreno, pero si t¨² entras a mi barrio y le preguntas al primer t¨ªo que pase:
¡ªOiga, por favor, ?Manolito Garc¨ªa Moreno?
El t¨ªo una de dos, o se encoge de hombros o te suelta:
¡ªOiga, a m¨ª qu¨¦ me cuenta¡±.
Arrancaba as¨ª, en 1994, la primera novela de una serie que cambiar¨ªa para siempre la literatura infantil y juvenil espa?ola. Por su irreverencia y transgresi¨®n; por su frescura; por el humor capaz de divertir a lectores min¨²sculos y muy mayores, igual que Manolito se carcajeaba con su abuelo; por el trasfondo social, en un barrio obrero, entre apuros econ¨®micos, pensiones siempre demasiado bajas, amigos en la c¨¢rcel y vidas sencillas y accidentadas; por una galer¨ªa de iconos, como Orejones L¨®pez, la sita Asunci¨®n, el chulito Yihad o el hermano menor de Manolito, el Imb¨¦cil, como le llama ¨¦l, el favorito de Lindo; y por un lenguaje que parec¨ªa escucharse, m¨¢s que leerse.
As¨ª, en el fondo, hab¨ªa nacido: primero, fueron historietas en la radio, a principios de los ochenta, donde la propia Lindo interpretaba a todos los personajes. Y ah¨ª es donde recuerda descubrirlo tambi¨¦n Ram¨ªrez, que a?os despu¨¦s lo reeditar¨ªa para Seix Barral. Luego, pas¨® al papel, con Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil incluido, al cine y a la televisi¨®n. Ahora, est¨¢ a punto de volver a sus or¨ªgenes: la autora prepara un guion para el tradicional cuento que emite el d¨ªa de Navidad la Cadena SER. Ella misma interpretar¨¢, c¨®mo no, al protagonista. ¡°Manolito es, por encima de todas las cosas, una voz que da vida a un pensamiento¡±, se?ala la autora en el libro homenaje. ¡°Dec¨ªa todo lo que quer¨ªa. Se convirti¨® en una especie de amigo. Y eso fue importante especialmente para ni?os que se sent¨ªan excluidos o ten¨ªan alg¨²n problema. Acompa?¨® a muchos corazones solitarios¡±, a?ade ahora al tel¨¦fono.
En otra carta, un chavalillo magreb¨ª, reci¨¦n afincado en Barcelona, le escribi¨® a Lindo que Manolito hab¨ªa sido su ¡°primer amigo¡± en Espa?a. Tanto que, cuando descubri¨® que no exist¨ªa, sino que sal¨ªa de la pluma de una adulta, se ech¨® a llorar. La autora recuerda que le contest¨®: ¡°Pero hay miles de ni?os como el personaje, t¨² tambi¨¦n lo eres. Yo escribo historias de ni?os como t¨²¡±. A Manolito se le iba mucho ¡°la olla a Camboya¡±. Pero sus libros tambi¨¦n viajaron hasta el sureste asi¨¢tico, as¨ª como a Rusia, Jordania, Jap¨®n o Estonia. Se apoda Quattrocchi in Italia, Mateuszek en polaco, o Mat K¨ªnh en Vietnam, pero ni?os de hasta 24 pa¨ªses han descubierto en sus propios idiomas que pod¨ªan verse reflejados en un chiquillo de la periferia espa?ola. Daba igual que comiera bollicaos o se supiera de memoria la copla Campanera. Era uno de ellos. La de mejores ¡°momentos Nescaf¨¦¡± que les hizo pasar.
¡°Cuando salieron los primeros libros, la literatura espa?ola experimentaba una corriente muy cosmopolita. Se habl¨® mucho de los localismos, del ¡®costumbrismo local¡¯. Hubo un poco de mirar por encima del hombro. Y, sin embargo, eso contribuy¨® a la identificaci¨®n. Es un chico de barrio¡±, apunta Lindo. ¡°En su particularidad, su familia es representativa de cualquier otra en el mismo contexto en cualquier rinc¨®n perdido del mundo¡±, a?ade Ram¨ªrez. La escritora constata que las novelas han envejecido bien con el paso del tiempo. Si acaso, m¨¢s que prejuicios o esquemas mentales de otra ¨¦poca, cree que hoy ofrecen una muestra de la libertad que las inspir¨®: ¡°Si tuviera que plantearme escribir para ni?os ahora ser¨ªa m¨¢s comedida. Entonces, no lo pensaba. Era fiel a mi misi¨®n: divertir al lector. Y si para eso ten¨ªa que incluir una barbaridad muy poco did¨¢ctica, lo hac¨ªa¡±. Espontaneidad. Nada de ¡°rollos repollos¡±.
Al otro lado del charco, eso s¨ª, hizo bastante menos gracia: una de las dos traductoras de la edici¨®n para EE UU lleg¨® a publicar un estudio, entre cr¨ªtico e ir¨®nico, con todos los problemas que la nula correcci¨®n pol¨ªtica y la escatolog¨ªa de Manolito hab¨ªan supuesto para publicarle en el pa¨ªs. All¨ª, el personaje tiene 10 a?os en lugar de ocho, nadie propina collejas, no se mencionan las jeringuillas ni el sida y el abuelo bebe Coca-Cola en lugar de tinto de verano. Manolito nunca tuvo fronteras en su habla. Pero traspasar las geogr¨¢ficas le trajo m¨¢s quebraderos de cabeza: en China, Susana no pudo apodarse ¡°Bragas-Sucias¡± y en Francia el protagonista no pod¨ªa dormir con su abuelo. Cuando, por fin, un editor iran¨ª quiso seguir los cauces legales y comprar los derechos, la saga ya describ¨ªa la salida del armario de un personaje. Le pidi¨® a Lindo prescindir de ello. La autora le contest¨® algo parecido a ¡°Anda, vete, salmonete¡±.
Una y otra vez, en cambio, accedi¨® a las solicitudes que recib¨ªa para visitar colegios en Espa?a. En cientos de escuelas, la saga fue y sigue siendo adoptada como una referencia. La escritora a¨²n agradece a los maestros el compromiso con su obra, y los considera ¡°c¨®mplices¡± de su repercusi¨®n. Ella misma ha recuperado recientemente las ¨²ltimas novelas de la saga, para preparar mejor el cuento de Navidad. M¨¢s en general, Ram¨ªrez informa de que el af¨¢n lector hacia Manolito no cesa: cada a?o se venden miles de ejemplares, entre adolescentes, extranjeros que lo disfrutan para aprender el idioma, adultos que quieren presentarle su viejo amigo a sus hijos o los siempre fieles profesores. Solo en China, desde su publicaci¨®n en 2020, ha vendido 360.000 copias.
¡°Hay cr¨ªticos que han hecho buenas rese?as de alguna novela m¨ªa, y dicen que Manolito me ha perjudicado. Que ha sido demasiado presente. Y, a la vez, gente que me tiene como una especie de referencia por haberle acompa?ado en su infancia. He vivido estos 30 a?os con los dos pensamientos. A veces un poco sobrepasada por un personaje al que no quer¨ªa dedicarme exclusivamente. Al mismo tiempo, la pasi¨®n de algunos lectores es tal que me emociona y me arrastra¡±, reflexiona Lindo. El d¨ªa de Navidad, el muchacho al fin vivir¨¢ una nueva aventura. La primera desde que Mejor Manolo cerrara la saga en 2012. ?Para siempre? Lindo contesta: ¡°No lo s¨¦. Es muy posible que el cuento en la radio acabe inspirando un libro¡±. Toda Espa?a querr¨ªa saber cu¨¢ndo. Y no es una exageraci¨®n de Manolito. De verdad verdadera.