Dolores Redondo: ¡°Entre Shakespeare y Cervantes nos dejaron sin historias¡±
La ganadora del premio Planeta por ¡®La cara norte del coraz¨®n¡¯ promociona ¡®Las que no duermen NASH¡¯, el segundo de los vol¨²menes de un cuarteto del que ya tiene bastante avanzado el tercer tomo
Ense?a orgullosa la terraza de la habitaci¨®n del hotel madrile?o donde se hospeda, con vistas a las calles del Marqu¨¦s de Casa Riera y los Madrazo. ?Pero t¨² has visto lo que tengo aqu¨ª?¡±, dice Dolores Redondo (San Sebasti¨¢n, 55 a?os). La misma habitaci¨®n descans¨® Ernst Hemingway durante sus estancias en Madrid. ¡°Yo soy m¨¢s de ca?as que de whisky¡±, bromea. Redondo, tras los ¨¦xitos de la trilog¨ªa del Bazt¨¢n y ganadora del premio Planeta en 2016 por La cara norte del coraz¨®n, est¨¢ en Madrid para seguir promocionando Las que no duermen NASH (Destino), el segundo de los vol¨²menes de un cuarteto del que ya tiene bastante avanzado el tercer tomo. Quiere hablar de su libro, pero se presta a jugar con otros temas, incluida su receta de sopa de pescado.
Pregunta. Expl¨ªqueme eso de su libro parte de uno de los ¨²ltimos cr¨ªmenes ocurridos en Espa?a por asuntos de brujer¨ªa, all¨¢ por 1936. Se llamaba Juana Josefa Go?i Sagard¨ªa.
Respuesta. Estoy muy ligada a la zona de los Valles Tranquilos de Navarra, y esa historia era muy conocida, aunque se pensaba que era otra leyenda. Se dec¨ªa que la sima de Legarrea era un lugar ligando a brujer¨ªa, que se hab¨ªan arrojado brujas a lo largo de los siglos, pero lo que hac¨ªa absolutamente incre¨ªble esta historia era que esa mujer hab¨ªa sido lanzada junto con seis de sus hijos, hab¨ªa algo que no cuadraba. Se sabe que los primeros d¨ªas de Guerra Civil, aparte de las ejecuciones por pertenencia a otro bando hubo tambi¨¦n venganzas personales por asuntos de lindes, noviazgos, rencillas del pasado, pero aqu¨ª su marido estaba en el frente, su hijo mayor tambi¨¦n, y viv¨ªa en un pueblo de 300 habitantes. No se encontraron los restos hasta 2016 gracias al forense Francisco Etxeberria.
P. ?Qu¨¦ se sabe de ella?
R. Que practicaba ritos, recog¨ªa sus hierbas para hacer pomadas y era muy guapa, que despu¨¦s de tantos hijos no envejec¨ªa. Intuyo que todo esto tiene que ver con la envidia. Esta novela son todas las mujeres que a lo largo de la historia no dorm¨ªan. Porque hubo un tiempo en el que no se les permit¨ªa estar despiertas de madrugada. Si no pod¨ªas dormir, a rezar hasta que lo consiguieras.
Hay una relaci¨®n entre el modo en el que se cocina como a m¨ª me gusta, de forma muy elaborada, y escribir una novela¡±
P. No sab¨ªa que el insomnio es peligroso.
R. Porque el esp¨ªritu m¨¢s fr¨¢gil y voluble de una mujer la hac¨ªa m¨¢s expuesta al maligno, as¨ª que durante la noche el demonio te sembraba la cabeza de ideas. Ya sabes, llegaba la ma?ana y lo mismo les daba por no querer casarse, o no tener m¨¢s hijos ni querer ir a misa.
P. La Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa dice que las mujeres dormimos bastante peor que los hombres, que tomamos m¨¢s antidepresivos y ansiol¨ªticos.
R. Hace poco una historiadora me cont¨® que hasta el medievo se dorm¨ªa en dos fases. Se hac¨ªa una primera hasta las cuatro de la ma?ana, te despertabas, hac¨ªas unas cuantas cosas y te dorm¨ªas hasta el amanecer. Estaba permitido hacerlo y se aprovechaba para hacer tareas de la casa, relacionarse con los vecinos, comer, etc¨¦tera. Esta mujer dice que muchos hemos conservado este h¨¢bito, sobre todo las mujeres. Lo de despertarse en mitad de la noche y sentirte muy activa es algo que nos pasa a muchas. A las cuatro de la ma?ana estoy m¨¢s activa que el resto del d¨ªa. Afortunadamente puedo hacerlo, no tengo que someter a mi cuerpo a que duerma hasta que suene el despertador.
P. ?Qui¨¦n es NASH?
R. El nombre de la protagonista procede de las siglas del c¨®digo forense sobre las causas de la muerte: natural, accidental, suicidio u homicidio. Porque con este libro quer¨ªa la visi¨®n de los investigadores habituales. Nos solemos encontrar siempre con polic¨ªas, forenses de los que tocan cuerpos, a veces un juez o un periodista. Sin embargo, he querido una mirada distinta porque creo que una psic¨®loga forense, por el trabajo que hace, se convierte en psic¨®loga de los muertos. Las v¨ªctimas me merecen mucho respeto, porque en los documentales que vemos los protagonistas son los criminales. En mi novela es la v¨ªctima, su historia, saber qu¨¦ ocurri¨® los ¨²ltimos d¨ªas, qu¨¦ hab¨ªa en su cabeza, es lo que va a dar las pistas de qu¨¦ le pas¨® y con qui¨¦n, y por qu¨¦. Y todo a trav¨¦s de la empat¨ªa, que es la manera en la que vaya averiguando las cosas.
P. Lleva muchos a?os en los que sabe lo que es el ¨¦xito, las ventas, la fama. ?Algo de v¨¦rtigo hay tras este ¨²ltimo lanzamiento?
R. No, lo que hay es ilusi¨®n, y me pasa cada vez que publico. El a ver qu¨¦ pasa. Yo soy una servidora de esto, tengo que intentar escribir mejor y distinto, sabiendo que entre Shakespeare y Cervantes nos dejaron sin historias, no hay nada nuevo bajo el sol. Y luego me preguntabas por la fama. Con la fama no tengo relaci¨®n.
P. As¨ª, sin m¨¢s.
Con la fama no tengo relaci¨®n¡±
R. Una ventaja que tenemos los escritores es que, aunque te puedan leer cientos de miles de personas, luego no te reconocen por la calle. Vivo en un pueblo de Navarra, estoy muy centrada en la familia, en los amigos de siempre, en mi vida de siempre.
P. ?C¨®mo se define como lectora?
R. Soy de las que abandona libros y ya no vuelvo nunca m¨¢s a ellos, pero tambi¨¦n soy de las que releen libros varias veces. Mira, ahora en M¨¦xico, he ido a la FIL de Guadalajara y me he le¨ªdo con mi marido en voz alta, a ratos ¨¦l y a ratos yo, El principito. Y he llorado de nuevo, sentaditos los dos en una hamaca. Tengo hasta foto, espera. Mira, aqu¨ª estamos en Puerto Vallarta.
P. Dice Elsa Morante: ¡°La ¨²nica frase de amor posible es: ?has comido?¡±. Dice Donna Leon: ¡°Quien se preocupa por alimentarte lo hace para verte bien¡±. H¨¢bleme de lo suyo con la cocina.
R. C¨®mo se agradece cuando viene alguien con un tupper porque tienes gripe y se ha acordado de ti. Hay una relaci¨®n entre el modo en el que se cocina como a m¨ª me gusta, de forma muy elaborada, y escribir una novela. Porque creo que las dos cosas llevan tiempo, tienes que pensar en los ingredientes, y ambas pierden todo su sentido si no son para otro. ?Puedo escribir una novela y guardarla en un caj¨®n? S¨ª. ?Puedo elaborar unas vieiras al horno y meterlas al frigo, y no com¨¦rmelas? Tambi¨¦n. ?Me las puedo comer sola? S¨ª. Pero el placer absoluto de cualquier cocinero del mundo es ver c¨®mo se lo come otro. La satisfacci¨®n no est¨¢ en tu hagas las mejores alb¨®ndigas de Madrid, es que alguien te lo diga. Y pasa lo mismo con un libro.
P. ?Es verdad que se necesitan tres d¨ªas para hacer su sopa de pescado?
R. Por supuesto. Es que para una sopa buena se tarda eso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.