39 fotosPremios Luis Valtue?aLa 28? edici¨®n del Premio Internacional de Fotograf¨ªa Humanitaria Luis Valtue?a, en im¨¢genesLa fotograf¨ªa humanitaria pone este a?o el foco en la hambruna y el asedio de la infancia en GazaEl Pa¨ªs04 feb 2025 - 15:14CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceComentariosNi?os del campo de refugiados de Jabalia comen alimentos distribuidos por ONGs, tras largas horas de cola. El fot¨®grafo palestino Mahmoud Issa ha recibido por su trabajo documental el premio de fotograf¨ªa documental Luis Valtue?a, que concede la ONG M¨¦dicos del Mundo. Mahmoud IssaPalestinos hacen cola para recibir comida durante el Ramad¨¢n, el mes sagrado de ayuno musulm¨¢n, en el campo de refugiados de Jabalia ubicado en la Franja de Gaza. Mahmoud IssaPalestinos se congregan a las puertas de un almac¨¦n de la UNRWA en la ciudad de Gaza para recibir ayuda. Mahmoud IssaAmjad Al-Qanoo, un ni?o palestino de 3 a?os con una salud muy deteriorada, lucha por sobrevivir debido a la desnutrici¨®n. Imagen realizada en el distrito de Jibaliya de la ciudad de Gaza, el 9 de Junio de 2024. Los ni?os y ni?as palestinos que viven en la Franja de Gaza en medio de los ataques israel¨ªes corren tambi¨¦n un alto riesgo de morir por desnutrici¨®n y deshidrataci¨®n. Mahmoud IssaPalestinos viviendo en el campo de refugiados de Jabalia forman una larga cola para recibir alimentos distribuidos por una ONG.Mahmoud IssaAyuda humanitaria lanzada desde aviones sobre Jabalia, en el al norte de la Franja de Gaza. Mahmoud IssaUn tumulto rodea una cocina solidaria que reparte comida entre gazat¨ªes en Jabalia, al norte de la franja de Gaza.Mahmoud IssaLa familia palestina Al-Saifi rompe el ayuno sobre las ruinas de su casa, destruida tras un ataque sarel¨ª durante el mes de Ramad¨¢n. Mahmoud IssaFerial Al-Najjar, madre del ni?o palestino Naeem Al-Najjar que muri¨® por desnutrici¨®n, muestra una foto de su hijo.Mahmoud IssaEl muro fronterizo que separa M¨¦xico y Estados Unidos serpentea por la colina de Monument Hil, en el desierto de Sonora, Mexico, 2024. El fot¨®grafo Daniel Ochoa de Olza ha quedado primer finalista en la presente edici¨®n de los premios de Fotograf¨ªa Humanitaria Luis Valtue?a. Daniel Ochoa de OlzaEl muro fronterizo que separa M¨¦xico de Estados Unidos se asoma entre las dunas de Los Algodones, una zona des¨¦rtica de fina arena que se extiende entre los dos pa¨ªses y que hace especialmente dif¨ªcil y peligroso para los migrantes cruzar, tanto por el terreno como por las alt¨ªsimas temperaturas que se legan a registrar de hasta 49?C, aunque eso no impide que los cruces sean frecuentes, as¨ª como los fallecimientos. Imagen tomada desde California, Estados Unidos.Daniel Ochoa de OlzaUna madre y su hija cruzan la frontera que separa Estados Unidos de Mexico, Imperial Valley, California, Estados Unidos. La frontera entre EE UU y M¨¦xico abarca cerca de 3.200 kil¨®metros, lo que la convierte en una de las fronteras m¨¢s largas del mundo. El proyecto del muro fronterizo se cita a menudo como uno de los esfuerzos de ingenier¨ªa m¨¢s costosos de la historia reciente. Algunas secciones del muro han costado hasta 46 millones de d¨®lares por kil¨®metro y medio, aunque el promedio ronda entre 20 y 25 millones de d¨®lares, dependiendo del terreno y los desaf¨ªos de construcci¨®n. Daniel Ochoa de OlzaLas ¨²ltimas luces del d¨ªa iluminan una monta?a donde el muro fronterizo se interrumpe, a la altura de La Rumorosa. Pese a lo hostil del terreno y la presencia de delincuentes, miles de migrantes atraviesan el desierto con la esperanza de llegar a Estados Unidos, demostrando que la gran obra de ingenier¨ªa que es el muro y su alt¨ªsimo coste econ¨®mico no funcionan. Daniel Ochoa de OlzaUna desconcertante puerta, abierta en el muro fronterizo que separa USA de Mexico, en una imagen tomada desde el lado mexicano, en el desierto de Altar, Sonor. Daniel Ochoa de OlzaUna ni?a llora en brazos de su padre mientras esperan a la intemperie durante horas y bajo un sol abrasador (temperaturas de 45?C) junto con otras personas originarias de Ecuador, Ir¨¢n, China, Republicana Dominicana o M¨¦xico en espera a ser dirigidos a centros de migrantes para procesar sus solicitudes de asilo, en Jacumba, California, Estados Unidos. La mayor¨ªa de personas atravesaron la frontera caminando la noche anterior, esperan a los agentes federales, para no ser ilegales.Daniel Ochoa de OlzaUna porter¨ªa de futbol normaliza en apariencia la presencia del muro fronterizo entre EE UU y M¨¦xico, en Tecate, Baja California, M¨¦xico.Daniel Ochoa de OlzaCementerio de Tecate, junto al muro fronterizo en M¨¦xicoDaniel Ochoa de OlzaLa frontera iluminada separa Tijuana de las monta?as del sur de San Diego, M¨¦xico.Daniel Ochoa de OlzaEl muro de la frontera se adentra en el oc¨¦ano Pac¨ªfico, Mexico. Daniel Ochoa de OlzaSantiago Mesa ha sido reconocido como segundo finalista en la presente edici¨®n los premios Luis Valtue?a de Fotograf¨ªa Humanitaria. La comunidad Ember¨¢ Dobida de Puerto Antioquia, en el Choc¨®, es accesible en lancha por el r¨ªo Bojay¨¢, Colombia. Esta comunidad tiene 141 habitantes: 31 hombres, 27 mujeres y 83 ni?os. Fue fundada hace aproximadamente 30 a?os. El 7 de abril de 2023 se produjo el primer suicidio registrado: Yadira Birry, de 16 a?os, se quit¨® la vida. Esa misma noche hubo tres intentos m¨¢s, y hasta la fecha se han registrado m¨¢s de 15 intentos de suicidio en la comunidad.Santiago MesaNelli Birry, de 10 a?os, es la hija mayor de Liria Cheito. Nelli sostiene un pez que acaba de pescar en la comunidad Ember¨¢ Dobida de Puerto Antioquia, Choc¨®. Su madre intent¨® suicidarse con su paruma (prenda tradicional de su comunidad), cansada de los malos tratos de su marido.Santiago MesaCuerda para amarrar un perro en la casa de Liria Cheito, quien intent¨® suicidarse ahorc¨¢ndose con su paruma (prenda tradicional de su comunidad) el 7 de abril de 2023.Santiago MesaLa lucha interna de Liria Cheito se intensifica cada vez que sufre violencia. "Intent¨¦ suicidarme durante una borrachera el 7 de abril de 2023. Pens¨¦ en mis hijos; ?qu¨¦ ser¨ªa de ellos si me quitaba la vida?". Recuerda este doloroso episodio como un momento de reflexi¨®n, en el que el apoyo de un sacerdote, que bendijo su casa, le proporcion¨® una paz temporal. Sin embargo, los malos tratos persisten, y Liria sigue enfrent¨¢ndose a oscuros pensamientosSantiago MesaLuisa Birry, de 21 a?os, es la hermana mayor de Yadira Birry, que se suicid¨® en 2023 en la comunidad ind¨ªgena Ember¨¢ Dobida de Puerto Antioquia, Choc¨®. Luisa intent¨® quitarse la vida antes que su hermana.Santiago MesaLa comunidad y, especialmente los hijos de Liria Cheito, se han convertido en su ancla para seguir adelante, ya que tuvo dificultades para adaptarse a su nueva vida tras la muerte de su padre. Cuando naci¨® su primer hijo, empez¨® a aceptar su entorno, pero con el tiempo, los malos tratos de su marido la llevaron a plantearse el suicidio. En la imagen, Oniri Birry, de 7 a?os, la hija menor de Liria Cheito.Santiago MesaMarneli Birry, de 10 a?os, trenza el pelo de su madre Liria Cheito en la comunidad de Puerto Antioquia, Choc¨®.Santiago MesaEl 7 de abril de 2023, en la comunidad Ember¨¢ Dobida de Puerto Antioquia, Choc¨®, Yadira Birry, de 16 a?os, se quit¨® la vida usando su paruma, una tela que se utiliza a modo de falda. Sus tres hermanas, Mar¨ªa Camila Birry, Luisa Birry y Noraisi Birry, junto a su tumba, llevan las parumas que Yadira dej¨® tras su muerte. Santiago MesaAhitana, de 23 a?os, es una mujer de la comunidad Ember¨¢ Cham¨ª, desplazada a Bogot¨¢ desde su territorio en Choc¨® debido al conflicto armado. Vive en La Rioja (Colombia), uno de los tres lugares que la comunidad ocupa en la ciudad. Se ha enfrentado a una ciudad hostil, a malos tratos y a pocas oportunidades. Ha intentado suicidarse varias veces, la ¨²ltima el 1 de abril de 2024.Santiago MesaLa comunidad Ember¨¢ Dobida de Puerto Antioquia es una de las 45 comunidades Ember¨¢ a lo largo del r¨ªo Bojay¨¢, donde, seg¨²n la di¨®cesis, ha habido 60 casos de suicidio entre 2015 y 2024, y m¨¢s de 400 intentos de suicidio. Los conflictos intrafamiliares, las continuas guerras en la zona, el reclutamiento forzado, el aislamiento debido al conflicto, las acusaciones de los grupos armados y la falta de ayuda gubernamental son algunas de las razones por las que muchas de estas personas han optado por quitarse la vida.Santiago MesaEl Sr. Gomes, de 63 a?os, en el interior de su habitaci¨®n, en una antigua villa abandonada de Lisboa. Las paredes y los techos no ocultan el pasado ni el abandono. Trabaj¨® toda su vida en la construcci¨®n, uno de los sectores que m¨¢s sufri¨® la crisis de 2011 a 2014. En el proyecto 'ROOF (2013-2023)', el fot¨®grafo M¨¢rio Cruz retrata las vidas que reflejan la cara oculta de la crisis inmobiliaria en el destino n¨²mero uno de Europa: Lisboa. Cruz ha sido reconocido como tercer finalista en la presente edici¨®n de los premios Luis Valtue?a. M¨¢rio CruzEntrada a una casa, en la que fue una escuela de Lisboa, hoy abandonada. Todos los residentes viven sin agua ni electricidad. La mayor¨ªa tiene trabajo y sus empleadores no saben que no tienen una casa en la que vivir.M¨¢rio CruzLa familia Alves dentro de su casa en un edificio abandonado de Lisboa. Su ¨²nico ingreso proviene del trabajo de la Sra. Sandra en un restaurante, pero no es suficiente para alquilar una casa. Para poder educar a sus hijos decidi¨® vivir ilegalmente en este edificio hasta que reciba una casa de un programa social del Ayuntamiento.M¨¢rio CruzLa zona exterior de casas abandonadas donde viven diferentes familias. No hay agua potable ni electricidad, y mucho menos recogida de basuras.M¨¢rio CruzVitor, de 65 a?os, duerme en su cama dentro de una f¨¢brica abandonada. Vitor fue invitado a vivir all¨ª por los otros residentes de la f¨¢brica cuando le vieron durmiendo en la calle. Estaba f¨ªsicamente d¨¦bil debido a la falta de alimentos. Era mec¨¢nico y perdi¨® su trabajo en 2011.M¨¢rio CruzEl Sr. Costa se tumba dentro de su habitaci¨®n en una f¨¢brica cerrada. Debido a las dimensiones del solar, m¨¢s de 10 personas construyeron all¨ª sus casas. La polic¨ªa visita regularmente la f¨¢brica y destruye las construcciones ilegales de los distintos residentes.M¨¢rio CruzPaula y su perro, dentro de la casa que construy¨® en el trastero de una escuela abandonada de Lisboa. A pesar de vivir en un lugar abandonado, el espacio ha sido robado varias veces y ella vive en un clima de gran inseguridad. Trabaja en un turno de 10 a 5 como asistencia, pero el salario m¨ªnimo que recibe es insuficiente para permitirse un alquiler en Lisboa.M¨¢rio CruzUn beb¨¦, en una de las habitaciones de la casa abandonada que ocupa una familia sin techo en Lisboa. El casero permite que la familia se quede all¨ª porque tienen un ni?o peque?o. Aunque la familia ya est¨¢ inscrita en el programa de vivienda asequible, no tienen ninguna previsi¨®n de cu¨¢ndo podr¨¢n acceder a una casa.M¨¢rio CruzFernando Gomes, funcionario de una junta parroquial de Lisboa, en el interior del contenedor abandonado donde vive. La casa donde viv¨ªa fue vendida a un fondo inmobiliario que construir¨¢ una urbanizaci¨®n de lujo. Tras ser desahuciado, no pudo encontrar ninguna casa que pudiera permitirse pagar y ahora se ve en la tesitura de vivir sin acceso a electricidad ni agua y en un container oxidado en la parroquia donde trabaja todos los d¨ªas.M¨¢rio CruzPuerta en el exterior de una f¨¢brica abandonada donde viven varias personas. Todos los fines de semana las empresas vierten residuos cerca de la f¨¢brica, a saber, ropa para vestir, objetos para vender, pero, sobre todo, materiales preciosos para construir casas en el interior del edificio olvidado desde hace tiempo. La f¨¢brica ha servido de hogar a diferentes familias y personas desde 2013 hasta la actualidad, siendo uno de tantos en una crisis oculta en Lisboa, uno de los principales destinos tur¨ªsticos. M¨¢rio Cruz