Muere el director de fotograf¨ªa y restaurador f¨ªlmico Juan Marin¨¦ a los 104 a?os
El cineasta rod¨® el entierro de Durruti, se escap¨® de un campo de prisioneros en Francia y fue responsable de la fotograf¨ªa de 140 t¨ªtulos. En 2024 recibi¨® el Goya de Honor
El director de fotograf¨ªa, restaurador e investigador de cine Juan Marin¨¦, Goya de Honor 2024, ha fallecido este lunes en Madrid, a los 104 a?os de edad, seg¨²n ha anunciado la Academia de Cine en un comunicado. El cineasta, que empez¨® en el cine antes de la Guerra Civil, sigui¨® en activo hasta despu¨¦s de la pandemia en su despacho (tres salas encadenadas repletas de m¨¢quinas y material f¨ªlmico) en los s¨®tanos de la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid (ECAM), en plena Ciudad de la Imagen, dedicado a la restauraci¨®n.
En aquel despacho colgaba, de la puerta de uno de los armarios, el cartel del cortometraje El Submarin¨¦, dedicado a su carrera: se ve¨ªa un primer plano de su rostro con la parte derecha en penumbra y la izquierda iluminada. ¡°Define mi vida. Hasta 1947, oscuridad y penurias. Desde ese momento, cine y felicidad¡±, contaba a este diario en 2019, a muy pocos d¨ªas de cumplir 99 a?os. Y desde luego, si algo tuvo la vida de Marin¨¦ fue que rebos¨® de cine y de aventuras: rod¨® el entierro de Durruti, dirigi¨® la fotograf¨ªa de m¨¢s de 140 filmes, estuvo detr¨¢s de las c¨¢maras de la primera pel¨ªcula espa?ola en Technicolor y dedic¨® sus ¨²ltimas d¨¦cadas a la restauraci¨®n f¨ªlmica, con maquinaria dise?ada y creada por ¨¦l mismo.
Premio Nacional de Cinematograf¨ªa, Medalla de Oro al M¨¦rito en las Bellas Artes, Goya de Honor 2024 y muchos m¨¢s galardones reconocieron la huella de Marin¨¦, a trav¨¦s de cuyo trabajo se puede recorrer la historia del cine espa?ol, tanto que fue el primer director de fotograf¨ªa que ingres¨® en la Academia de Cine. Hasta antes de la pandemia a¨²n trabajaba sin gafas, recordaba las direcciones de los estudios donde hab¨ªa colaborado y conversaciones determinantes en su vida en espa?ol, franc¨¦s y catal¨¢n, resultado de una existencia que atraves¨® los grandes acontecimientos del siglo XX.
Marin¨¦ naci¨® en Barcelona el 31 de diciembre de 1920. Aprendi¨® a leer con cuatro a?os para entender los carteles insertados en las pel¨ªculas mudas de Charles Chaplin, que ve¨ªa cuando veraneaba en Arenys del Mar; esos cortos fueron la chispa con la que empez¨® su amor por el cine. ¡°Fui muy buen estudiante, y como me becaban, mi padre me dej¨® seguir yendo al colegio. Hasta que unas fiebres me tuvieron un largo periodo en cama. Me qued¨¦ ciego y por suerte me toc¨® en urgencias, justo el d¨ªa de mi cumplea?os, un m¨¦dico experto en Oftalmolog¨ªa. Estuve meses con curas, aunque logr¨® sanarme los ojos¡±, recordaba para EL PA?S en 2019. No volvi¨® al bachillerato, y se puso a trabajar llevando portes.
En noviembre de 1934 su t¨ªo le encarg¨® que llevara una c¨¢mara cinematogr¨¢fica para rodar cine sonoro al estudio Orphea donde se filmaba El octavo mandamiento. ¡°El manual de instrucciones estaba en franc¨¦s, y mientras esperaba a que llegara la furgoneta para trasladar la c¨¢mara me lo le¨ª. Al llegar al estudio el equipo, todo compuesto por suizos, ya hab¨ªa tenido problemas con la c¨¢mara que usaban. Fui el ¨²nico capaz de entender que hab¨ªan enchufado mal la instalaci¨®n con la que la c¨¢mara se sincronizaba con el aparato de sonido y los sistemas el¨¦ctricos trif¨¢sicos y monof¨¢sicos¡±. Resultado: le pidieron que se quedara al lado de la c¨¢mara. Adrien Porchet, el director de fotograf¨ªa, le dio un consejo: ¡°Si quieres prosperar en esto, estate a tu hora y jam¨¢s te sientes¡±. Desde ese momento lo cumpli¨® a rajatabla, tanto que en 2019 a¨²n sol¨ªa estar de pie ante las m¨¢quinas restauradoras.
As¨ª entr¨® en el cine y as¨ª acab¨® filmando un entierro hist¨®rico, el del l¨ªder de las tropas anarquistas en Madrid, Buenaventura Durruti, muerto tras recibir un balazo en noviembre de 1936. ¡°Yo era de la CNT [el sindicato anarquista] y form¨¦ parte del equipo que film¨® su entierro en Barcelona. Pero hab¨ªa tanta gente que agotamos las bater¨ªas, y yo era el ¨²nico que sab¨ªa rodar a mano arrastrando la pel¨ªcula con la manivela¡±. Marin¨¦ particip¨® en Aurora de esperanza (1937), drama anarquista precursor del neorrealismo, y en otras pel¨ªculas ¡ªcomo Paquete, el fot¨®grafo p¨²blico n¨²mero uno (1938), donde se hizo amigo de un actor que empezaba, Paco Mart¨ªnez Soria¡ª, antes de incorporarse a filas. Tras ser diezmada su compa?¨ªa en mayo de 1938 en la batalla de r¨ªo Segre, Marin¨¦ fue destinado como fot¨®grafo del teniente coronel Enrique Lister, hasta que ese invierno cruz¨® la frontera con Francia.
Detenido por las tropas coloniales senegalesas de Francia, Marin¨¦ fue recluido en el campo de concentraci¨®n de Argel¨¨s-sur-Mer. ¡°Soy el ¨²nico espa?ol que logr¨® escapar de all¨ª, y lo hice a nado¡±, contaba para EL PA?S. Finalmente, con otros refugiados viaj¨® como preso de Pasaia (Gipuzkoa) a C¨¢diz. Del campo de prisioneros de la Rinconada (Sevilla), le sac¨® su padre con suerte y contactos, y Marin¨¦ finaliz¨® la guerra en el bando franquista, como fot¨®grafo del Estado Mayor de Catalu?a. Lo primero que hizo al lograr la libertad fue ir a una sala a ver El gran Ziegfeld.
A¨²n era militar cuando volvi¨® al cine, al rodaje en octubre de 1939 de La tonta del bote (¡°La original, no la que todos record¨¢is¡±). En 1942 filmar¨ªa cuatro pel¨ªculas, en 1943, cinco... En 1947 se mud¨® a Madrid y debut¨® como director de fotograf¨ªa en un episodio de la pel¨ªcula Cuatro mujeres, de Antonio del Amo, la primera de las 140 pel¨ªculas que rod¨® hasta su retiro en 1990 tras La grieta, de Juan Piquer Sim¨®n. Marin¨¦ era habitual en las producciones de Del Amo, Pedro Lazaga, Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦ o Pedro Mas¨®. Historias de la televisi¨®n, de Jos¨¦ Luis S¨¢enz de Heredia; El astronauta, de Javier Aguirre; Mar¨ªa de la O, de Ram¨®n Torrado; El crimen perfecto, de Fernando Fern¨¢n G¨®mez, y La gran familia, de Fernando Palacios, son algunos de los t¨ªtulos de su filmograf¨ªa. Entre ellos, la primera pel¨ªcula rodada en Espa?a en Technicolor, La gata (1956), con Jorge Mistral, compa?ero de su infancia en los partidos de f¨²tbol de su barrio.
A la vez, Marin¨¦ disfrut¨® como inventor para la salvaguarda f¨ªlmica. Con sus avances tecnol¨®gicos, que desarroll¨® en paralelo a su labor en la direcci¨®n fotogr¨¢fica, logr¨®, por ejemplo, que no hubiera que filmar de nuevo La gran familia, cuyo negativo se estrope¨® casi al final del rodaje. Durante a?os colabor¨® en restauraci¨®n en la Filmoteca Espa?ola. ¡°Siempre hay que restaurar el negativo. Hacerlo sobre el positivo es otra cosa a la que no podemos llamar restauraci¨®n. Y ya veremos c¨®mo conservamos el digital, que est¨¢ resultando peor soporte de almacenaje¡±. Tambi¨¦n dio clase sobre esta labor en la ECAM. ¡°Tras sobrevivir a la Guerra Civil jur¨¦ que mi vida la dedicar¨ªa al cine¡±. Y nunca repudi¨® de su juramento.