El restaurador y director de fotograf¨ªa Juan Marin¨¦, Goya de Honor 2024
El cineasta, de 102 a?os, empez¨® a trabajar en el cine de ni?o, rod¨® el entierro del l¨ªder anarquista Durruti, fotografi¨® la primera pel¨ªcula espa?ola en Technicolor (y otras 140 m¨¢s) y ha resucitado diversos cl¨¢sicos
El director de fotograf¨ªa y restaurador f¨ªlmico Juan Marin¨¦ ser¨¢ el Goya de Honor 2024, seg¨²n ha anunciado hoy la Academia de cine, aprovechando la conmemoraci¨®n del D¨ªa del Cine Espa?ol. Marin¨¦, de 102 a?os, ha vivido todas las ¨¦pocas del cine, ya que empez¨® a trabajar en un laboratorio f¨ªlmico con 13 a?os, rod¨® c¨¢mara en mano el entierro del l¨ªder anarquista Buenaventura Durruti en noviembre de 1936, fue el director de fotograf¨ªa de la primera pel¨ªcula espa?ola en Technicolor (La gata), adem¨¢s de otras 140 m¨¢s, y ha inventado numerosas m¨¢quinas y procedimientos para la restauraci¨®n de pel¨ªcula f¨ªsica. Como apunta la Junta Directiva de la Academia para justificar el galard¨®n: ¡°[se le concede] Por su entera dedicaci¨®n al cine durante m¨¢s de ochenta a?os de trayectoria que transitan por la historia del cine espa?ol, sus esfuerzos en el trabajo de la conservaci¨®n y la restauraci¨®n y por representar vivamente, a trav¨¦s de su oficio, la importancia de la luz en la historia de nuestro cine¡±. Marin¨¦ continu¨® trabajando en su laboratorio (tres salas encadenadas repletas de m¨¢quinas y material f¨ªlmico) en los s¨®tanos de la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid hasta el confinamiento obligado por la covid.
La vida de Marin¨¦ contiene todo tipo de andanzas, desventuras, alegr¨ªas y tristezas. Y mucho cine. Premio Nacional de Cinematograf¨ªa y Medalla de Oro al M¨¦rito en las Bellas Artes, su infancia transcurre en Barcelona. ¡°Mi padre fue un buen jugador de f¨²tbol, del Foot-Ball Espanya. Le tante¨® el Bar?a, pero mi abuelo le dijo que si fichaba por ellos ah¨ª ten¨ªa la puerta. Mi madre tambi¨¦n jug¨®: fue portera del Infantil Sociedad Espa?ola de Foot-Ball¡±, contaba a este diario en diciembre de 2019, cuando iba a empezar un a?o de homenajes a su labor por parte de la Filmoteca Espa?ola que se posterg¨® ¡ªy solo se desarroll¨® en parte¨D por culpa de la covid. Aprendi¨® a leer con cuatro a?os para entender los carteles insertados en las pel¨ªculas mudas. ¡°Fui muy buen estudiante, y como me becaban, mi padre me dej¨® seguir yendo al colegio. Hasta que unas fiebres me tuvieron un largo periodo en cama. Me qued¨¦ ciego, pero logr¨¦ curarme tras meses de curas¡±, recordaba. No volvi¨® al bachillerato, y se puso a trabajar.
Un d¨ªa de noviembre de 1934 su t¨ªo le encarg¨® llevar una c¨¢mara cinematogr¨¢fica para rodar cine sonoro al estudio Orphea. Cuando lleg¨® all¨ª, fue el ¨²nico capaz de encender la que ten¨ªan en funcionamiento. ¡°Entend¨ª que hab¨ªan enchufado mal la instalaci¨®n con la que la c¨¢mara se sincronizaba con el aparato de sonido y los sistemas el¨¦ctricos trif¨¢sicos y monof¨¢sico¡±. Por eso, le pidieron que se quedara al lado de la c¨¢mara, y sigui¨® el consejo de Adrien Porchet, el director de fotograf¨ªa: ¡°Si quieres prosperar en esto, estate a tu hora y jam¨¢s te sientes¡±. Desde ese momento lo llev¨® a rajatabla.
Como era miembro del sindicato CNT, asisti¨® al entierro de l¨ªder de las tropas anarquistas, Buenaventura Durruti, que muri¨® en noviembre de 1936. ¡°Hab¨ªa tanta gente, y filmamos tanto, que agotamos las bater¨ªas, y yo era el ¨²nico que sab¨ªa rodar a mano arrastrando la pel¨ªcula con la manivela¡±. La mayor parte del material que est¨¢ disponible hoy pertenece a esa parte. La falta de sonido la solucionaron sincronizando las im¨¢genes con la retransmisi¨®n de Radio Barcelona. Marin¨¦ particip¨® en Aurora de esperanza (1937), drama anarquista precursor del neorrealismo, y en otras pel¨ªculas ¡ªcomo Paquete, el fot¨®grafo p¨²blico n¨²mero uno (1938), donde se hizo amigo de un actor que empezaba, Paco Mart¨ªnez Soria¡ª, antes de incorporarse a filas. Tras ser diezmada su compa?¨ªa en mayo de 1938 en la batalla de r¨ªo Segre, Marin¨¦ acab¨® como fot¨®grafo de otro mito de la contienda, el teniente coronel Enrique Lister, hasta que ese invierno cruz¨® la frontera con Francia.
Marin¨¦ acab¨® recluido en el campo de concentraci¨®n de Argel¨¨s-sur-Mer. ¡°Soy el ¨²nico espa?ol que logr¨® escapar de all¨ª, y lo hice a nado¡±. Finalmente, con otros refugiados viaj¨® como preso de Pasajes (Gipuzkoa) a C¨¢diz. Del campo de prisioneros de la Rinconada (Sevilla) lo sac¨® su padre con contactos, y Marin¨¦ acab¨® la guerra en el bando franquista, como fot¨®grafo del Estado Mayor de Catalu?a. Lo primero que hizo al lograr la libertad fue ir a una sala, a ver El gran Ziegfeld.
Y por eso, volvi¨® a su pasi¨®n: ¡°Tras sobrevivir a la Guerra Civil jur¨¦ que mi vida la dedicar¨ªa al cine¡±. Retorn¨® en octubre de 1939, con el rodaje de La tonta del bote (¡°La original, no la que todos record¨¢is¡±, bromeaba en la entrevista). En 1942 filmar¨¢ cuatro pel¨ªculas; en 1943, cinco... En 1947 se muda a Madrid y al a?o siguiente debuta como director de fotograf¨ªa en la primera de las 140 pel¨ªculas en las que realiz¨® esta labor hasta 1990, que se retir¨® con un rodaje bajo el agua: La grieta, de Juan Piquer Sim¨®n. Entre esos trabajos, la primera rodada en Espa?a en Technicolor, La gata (1956), con Jorge Mistral (compa?ero suyo de partidos infantiles de f¨²tbol en su barrio de Barcelona) y Aurora Bautista.
Restaurando hasta los 99 a?os
A la vez que se ganaba la vida como director de fotograf¨ªa, Marin¨¦ fue desarrollando procesos y m¨¢quinas para conservar y restaurar celuloide. As¨ª logr¨®, por ejemplo, que no hubiera que filmar de nuevo La gran familia, cuyo negativo se estrope¨® casi al final del rodaje. Durante a?os trabaj¨® en restauraci¨®n en la Filmoteca Espa?ola, resucitando filmes como Currito de la cruz y La aldea maldita. ¡°Siempre hay que restaurar el negativo. Hacerlo sobre el positivo es otra cosa a la que no podemos llamar restauraci¨®n. Y ya veremos c¨®mo conservamos el digital, que est¨¢ resultando peor soporte de almacenaje¡±. En la ECAM, donde dio clase desde su retirada de los rodajes, trabajaba rodeado de diversas m¨¢quinas creadas por ¨¦l para limpiar, restaurar y digitalizar celuloide.
Entre otros galardones, Marin¨¦ ya pose¨ªa el Premio Segundo de Chom¨®n, la Espiga de Honor de la Seminci de Valladolid, el Premio de Investigaci¨®n Juan de la Cierva y la Medalla de Oro de la Academia, adem¨¢s de ser el primer director de fotograf¨ªa que ingres¨® en la Academia.
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