Ser trabajador cultural en Espa?a y tener futuro
Esta industria aporta el 3,4% del empleo en Espa?a, casi 700.000 puestos de trabajo. Se trata de un sector en el que el 70% posee formaci¨®n superior y, sin embargo, sus salarios est¨¢n por debajo de la media y la sensaci¨®n es de perpetua crisis: la supervivencia de las m¨¢s de 115.000 empresas culturales espa?olas parece un milagro. El programa de Santander Emplea Cultura, pionero en la financiaci¨®n de estructura laboral para procurar la profesionalizaci¨®n y sostenibilidad de estas organizaciones y pymes, cumple 10 a?os y radiograf¨ªa c¨®mo ha evolucionado el sector en este tiempo
?De qu¨¦ hablamos cuando hablamos de empleo cultural? Del escritor que escribe encerrado en su cuarto un libro, pero tambi¨¦n del editor que lo publica, del corrector que lo corrige, del ilustrador que le hace una portada que capta miradas desde la mesa de la librer¨ªa; de la biblioteca, del bibliotecario que organiza un club de lectura con los vecinos del barrio; del pintor que pinta un cuadro, pero tambi¨¦n del galerista que lo expone, del comisario que redacta un cat¨¢logo o da conferencias sobre la obra, del mediador que lleva a cabo ante esos cuadros una actividad pedag¨®gica con una treintena de escolares... Se trata de un sector diverso, que aglutina a creadores y gestores, artistas y expertos en cuestiones como financiaci¨®n o comunicaci¨®n; en el que conviven cineastas, compositores o int¨¦rpretes con programadores o animadores socioculturales. Un sector que aporta el 2,2% del PIB (datos del anuario del Ministerio de Cultura referidos a 2022) y que, en su disparidad, tiene unas caracter¨ªsticas comunes que observaremos en la radiograf¨ªa que sigue, realizada a partir del informe de la empresa cultural Una m¨¢s una.
Intermitencia, precariedad y falta de una regulaci¨®n adecuada: esa es la realidad que se encuentran estos trabajadores.
Las empresas culturales y el mal end¨¦mico del ¡°entusiasmo¡±
La otra cara de la moneda no es muy distinta: el que trabaja por cuenta ajena lo hace casi siempre en empresas de entre uno y cinco asalariados. Y est¨¢ muy extendida entre todos los trabajadores culturales una noci¨®n que, defiende Susana G¨®mez, gestora cultural y directora de Estrategia en Fundaci¨®n Banco Santander, va a ser muy dif¨ªcil de erradicar: la naturaleza casi siempre vocacional de los trabajos culturales sirve como justificaci¨®n para que se trabaje gratis o por muy poco y durante jornadas m¨¢s largas de lo convenido, en contra de cualquier regulaci¨®n. ¡°El entusiasmo¡±, lo llama G¨®mez, citando el t¨ªtulo de Remedios Zafra que le sirvi¨® para alzarse con el 45? premio Anagrama de Ensayo en 2017 precisamente por su an¨¢lisis de este fen¨®meno de la precariedad del trabajo creativo en la era digital.
La pulsi¨®n creativa se impone, la voluntad de hacer; pero artistas, gestores y todo el resto de trabajadores culturales han de poder firmar contratos por el convenio que corresponda y tener salarios acordes. Porque solo por ese camino se llega a la profesionalizaci¨®n, la sostenibilidad y la dignidad laboral.Susana G¨®mez, directora de Estrategia de la Fundaci¨®n Banco Santander
Para apoyar al sector cultural espa?ol, la Fundaci¨®n Banco Santander puso en marcha hace ahora 10 a?os un programa de ayudas con una caracter¨ªstica distintiva: frente al resto de ayudas p¨²blicas y privadas, que en su mayor¨ªa financian proyectos u obras concretas sin permitir que el creador, el gestor o la empresa puedan imputar entre los gastos justificables los de salario, Fundaci¨®n Santander propuso lo contrario, ofrecer la financiaci¨®n parcial de un puesto de trabajo durante un a?o para que la entidad solicitante pudiera crecer, profesionalizarse y hacerse sostenible, para despu¨¦s caminar sola.
10 a?os de Emplea Cultura en datos
- 10 convocatorias
- 1.014 organizaciones presentadas
- 9.699 candidatos
- 98 beneficiarios
- El 86,5% de las organizaciones mantuvieron ese puesto de trabajo tras la ayuda.
- Dos tercios de las empresas se han consolidado o crecido desde que recibieron la ayuda.
- El 74% de los trabajadores participantes continúan trabajando en el sector cultural.
Fuente: Informe de la empresa de gestión cultural Una más una
¡°Los financiadores tenemos la fuerza y la responsabilidad para instaurar valores y cambiar las cosas¡±, afirma G¨®mez. ?A qu¨¦ se refiere? El programa Emplea Cultura ha tratado de corregir algunos de los peores efectos de esa mal entendida ¡°particularidad¡± del sector cultural, inclinaciones a las que es propenso y que no producen buenos resultados. Por ejemplo, los procesos selectivos. Si en cultura es habitual encontrar ¡°amiguismo o nepotismo¡±, en este programa los procesos selectivos los llevan a cabo consultoras de recursos humanos que eligen a los candidatos por m¨¦rito. Tambi¨¦n se solicita a las empresas cuestiones organizativas esenciales: un organigrama, un plan de negocios, y se les exige que sus contrataciones cumplan escrupulosamente lo que estipule el convenio. Puede parecer poca cosa, sin embargo, ni tan siquiera ese m¨ªnimo era la t¨®nica del sector. ¡°Defender la cultura pasa por defender el empleo cultural¡±, concluye Susana G¨®mez.
Ahora, cumplida la simb¨®lica fecha del d¨¦cimo aniversario del programa, Susana y su compa?era, coordinadora de Emplea Cultura, Blanca G¨®mez ¡ªcomparten apellido¡ª, hacen balance de por qu¨¦ siguen siendo necesarias actuaciones como esta y qu¨¦ m¨¢s pueden tratar de hacer: ¡°Una de las cosas que hemos fomentado ¨²ltimamente son los talleres y encuentros; al charlar antiguos beneficiarios con empresas m¨¢s j¨®venes estamos facilitando un aprendizaje continuo¡±, expresa Blanca G¨®mez.
?Cu¨¢les son algunas de las tendencias que quieren seguir corrigiendo?
El empleo cultural deber¨ªa dejar de ser solo urbano
M¨¢s del 40% de las empresas culturales espa?olas se radican en Madrid y Catalu?a. Los oficios culturales tienden a aglutinarse en grandes n¨²cleos urbanos: all¨ª est¨¢n los teatros, los cines, las galer¨ªas y salas de concierto, y el p¨²blico potencial m¨¢s amplio. Por eso Emplea Cultura trata de dar prioridad a aquellas entidades que sean capaces de generar un tejido alternativo en la periferia, aquellas que, desde otras regiones, consiguen tambi¨¦n grandes resultados.
- 22,6% Madrid
- 20,8% Catalu?a
- 12,7% Andaluc¨ªa
- 4,8% Pa¨ªs Vasco
Estas cuatro CC AA concentran m¨¢s del 60% de las empresas culturales en Espa?a.
Fuente: Anuario del Ministerio de Cultura de 2023
La galer¨ªa T20, un premio Vel¨¢zquez logrado desde Murcia
Francesc Torres (Barcelona, 1976) acaba de ganar el premio Vel¨¢zquez 2024, galard¨®n anual entregado por el Ministerio de Cultura de un artista pl¨¢stico espa?ol o iberoamericano en reconocimiento a toda la carrera. Torres es uno de los artistas representados por T20, una galer¨ªa murciana que, sin renunciar al arraigo, ha recorrido m¨¢s de 60 ferias nacionales e internacionales exhibiendo a algunos de los m¨¢s originales artistas contempor¨¢neos espa?oles. ¡°Estamos en un pa¨ªs tan centralista como Francia o Inglaterra en cuanto a su ecosistema cultural, y situarse en la periferia puede relegarte a un tipo de mercado¡±, explica Nacho Ruiz, director de la galer¨ªa; ganar movilidad, sin embargo, les ¡°libera¡± ¨Cas¨ª lo define Ruiz¨C, les da capacidad de elecci¨®n: ense?an a los artistas a los que deciden apoyar por todo el mundo. ?C¨®mo fue posible? ¡°Emplea Cultura nos hizo crecer hasta lo que somos hoy. En ese momento est¨¢bamos empezando con la empresa T20 Proyectos, ideada para programar exposiciones en museos e instituciones; ten¨ªamos entre manos una exhibici¨®n enorme en Caravaca de la Cruz [Murcia], que reunir¨ªa obra desde El Greco hasta T¨¤pies; este programa nos permiti¨® contar con un empleado de una alt¨ªsima cualificaci¨®n que se encarg¨® de todo, mientras nosotros gener¨¢bamos otros proyectos¡±, resume con este elocuente ejemplo Ruiz. De eso se trata. Esa es la manera de adaptarte al contexto, profesionalizarte y lograr ¡°vivir y comer de las industrias culturales¡±.
Esta es una de las l¨ªneas por la que desea seguir avanzando el programa. Uno de los ¨²ltimos beneficiarios, sin ir m¨¢s lejos, fue el proyecto que el m¨²sico Rodrigo Cuevas lleva a cabo en el pueblo asturiano de Pilo?a (unos 6.000 habitantes), La Ben¨¦fica.
El empleo cultural no es solo cosa de artistas
En las primeras convocatorias, Susana y Blanca cuentan que las peticiones m¨¢s usuales proced¨ªan de galer¨ªas y de entidades dedicadas a las artes pl¨¢sticas. ¡°Pero desde el instante en que redact¨¢bamos las bases, quer¨ªamos que quedara claro que aqu¨ª entraba todo: esc¨¦nicas, artes vivas, gesti¨®n cultural: todo¡±.
Por eso han ido impulsando proyectos tan heterog¨¦neos como el de Jenny Vila y La Mec¨¤nica, en Palma de Mallorca, una compa?¨ªa de teatro f¨ªsico y del movimiento que trabaja tambi¨¦n como productora con artistas internacionales; o como el de investigaci¨®n art¨ªstica de su vecina insular Alel¨ª Mirelman, que en el centro de creaci¨®n e interpretaci¨®n que dirige, Casa Planas, busca, a trav¨¦s del arte, alcanzar relecturas de algunas de las problem¨¢ticas contempor¨¢neas que nos ata?en a todos, como el turismo.
El arte tambi¨¦n sirve para ense?ar
Pedagog¨ªas Invisibles naci¨® como un grupo de investigaci¨®n en 2009, estudiantes lidiando juntas con sus tesis doctorales. ¡°Pero sucedi¨® que poco a poco, de manera org¨¢nica, nos fueron saliendo un taller por aqu¨ª, un curso por all¨¢, y encontramos un nicho laboral para desarrollarnos¡±, cuenta Carmen Oviedo, coordinadora de proyectos de la entidad. ?A qu¨¦ se dedican? Hacen visibles los aprendizajes que suelen suceder de modo invisible, los conocimientos que incorporamos de manera inconsciente, con un gran aliado: el arte. Se valen del arte y sus herramientas para insuflar de h¨¢lito creativo a la educaci¨®n y los procesos pedag¨®gicos. Una pr¨¢ctica muy valiosa en la que colaboran con instituciones de mucho prestigio, como la Red Espa?ola de Teatros o con el CCCC de Valencia (Centro del Carmen de Cultura Contempor¨¢nea), por citar un par de ejemplos.
Oviedo, de hecho, encarna lo que signific¨® para ellas Emplea Cultura: ella fue la profesional contratada mediante esta ayuda de la Fundaci¨®n Santander. Su perfil encajaba como anillo al dedo: licenciada en Magisterio e Historia del Arte con un m¨¢ster en Arte Contempor¨¢neo. Y con su desembarco en Pedagog¨ªas Invisibles, en 2014, lleg¨® tambi¨¦n el punto de inflexi¨®n: ¡°Nos profesionalizamos, hubo una opci¨®n de real de encontrar solvencia laboral, de que esto no fuera algo secundario y limitado a la experimentaci¨®n o la investigaci¨®n. La organizaci¨®n nunca habr¨ªa podido asumir ese crecimiento sin lo que generamos durante ese a?o en que fuimos beneficiarias de Emplea Cultura¡±.
El empleo cultural, tambi¨¦n minado por la desigualdad
De los 99 contratos firmados gracias a Emplea Cultura, 89 fueron a parar a mujeres. Podr¨ªa parecer una anomal¨ªa si no fuera porque en los grados y posgrados dedicados a formarse para los trabajos creativos ellas son aplastante mayor¨ªa, y si no fuera porque lo an¨®malo es lo que la empecinada realidad demuestra: poqu¨ªsimas consiguen llegar a puestos de gesti¨®n o direcci¨®n dentro de instituciones culturales. Es otro de los aspectos primordiales a corregir para Blanca y Susana G¨®mez, otra de las cuestiones a las que prestan atenci¨®n. Para el 50% de los participantes, esta oportunidad supuso su primer contrato laboral en el sector de la cultura. Una puerta de entrada que tambi¨¦n se estrecha y se resiste a abrirse para quienes provienen de or¨ªgenes diversos. Por eso tratan de premiar a quienes, como Afroconciencia, llevan tantos a?os dedic¨¢ndose a reivindicar y difundir las realidades y el conocimiento de la comunidad negra y afrodescendiente en Espa?a. Han editado una gu¨ªa antirracista, organizan talleres o incluso impulsan proyectos audiovisuales como Afromayores, en los que las entrevistas a ancianos negros que llevan a?os viviendo en Espa?a revelan sus particulares visiones y necesidades.
Cuando financian una empresa o instituci¨®n cultural, explican, se parece a plantar una semilla; que despu¨¦s germine y d¨¦ frutos seguramente no est¨¦ en sus manos. Pero ?y si con sus acciones desde la fundaci¨®n Santander siguieran favoreciendo la aparici¨®n de nuevos premios Vel¨¢zquez? En esa esperanza reside su raz¨®n de ser.