Mar¨ªa Due?as: ¡°Intento acercar la m¨²sica cl¨¢sica a mi generaci¨®n en los conciertos y en las redes sociales¡±
La estrella mundial del viol¨ªn de la generaci¨®n zeta es de Granada y tiene solo 22 a?os. Se estrenar¨¢ en el FIMC con la Orquesta Philharmonia bajo la direcci¨®n de la gran batuta estadounidense Marin Alsop
Dos fotograf¨ªas: una ni?a de cuatro a?os estira el cogote para alcanzar a ver la orquesta por encima de la butaca de delante; est¨¢ en el Auditorio Manuel de Falla, en Granada, fascinada por la voz de los violines. En la siguiente imagen es la joven Mar¨ªa Due?as, ahora con 22 a?os, la que blande con virtuosismo su viol¨ªn, un gagliano salido de las gubias y formones de los lutieres napolitanos a mediados del siglo XVIII. Est¨¢ en la cumbre, aclamada en escenarios de todo el mundo; ocupa portadas de revistas japonesas, el New York Times le dedica p¨¢ginas enteras y directores de la talla de Gustavo Dudamel aplauden su talento: una estrella generacional.
El camino desde el recuerdo de infancia hacia este hoy resplandeciente es una anomal¨ªa: la excepci¨®n singular¨ªsima que designa a los elegidos. Es dif¨ªcil encontrar otros casos como el suyo, implicar¨ªa remitirse a leyendas como Anne-Sophie Mutter. Con una dificultad extra, la historia de esta hija de guardia civil y maestra es todav¨ªa m¨¢s asombrosa: ¡°Es muy inusual que quien no provenga de familia de m¨²sicos encuentre su lugar en este mundo. Espero que sea inspirador y sirva tambi¨¦n para que venga m¨¢s gente joven a las salas de concierto¡±. Ah¨ª, en esas palabras, expresa una de sus metas, un prop¨®sito quiz¨¢ m¨¢s complejo que sus dificil¨ªsimos logros: acercar la m¨²sica cl¨¢sica a la gente de su edad. ¡°Hay que trabajarlo desde el repertorio, posibilitando conciertos accesibles, llevando la m¨²sica a los colegios; yo trato de contribuir a ello tambi¨¦n desde mis redes sociales¡±.
En el FIMC, que lleva casi medio siglo compartiendo con Due?as la determinaci¨®n de atraer a los j¨®venes, la violinista actuar¨¢ con la Orquesta Philharmonia londinense bajo la direcci¨®n de la estadounidense Marin Alsop, una pionera, la primera mujer en dirigir orquestas como la de Baltimore o la de la Radio de Viena, la primera directora en recibir la beca McArthur, la de los genios. ¡°He elegido un repertorio que no se toca mucho¡±, afirma Due?as, ¡°con influencia de m¨²sica de cine. Ense?a muchos colores del viol¨ªn, con mucho brillo. Espero que los j¨®venes lo disfruten¡±.
De Granada a Viena con paradas en los cinco continentes
Los trayectos de coche de camino al cole, de fondo en su casa de Granada¡ La m¨²sica cl¨¢sica estaba en el registro mental de la ni?a Due?as desde una edad en la que en las aulas todav¨ªa est¨¢n intentando ense?ar a los tiernos pupilos a juntar la eme con la a y a leer las primeras frases. ¡°Fue todo muy natural¡±, dice, quit¨¢ndole importancia a su propia excepcionalidad. De ese runr¨²n callado pas¨® a pedir por navidades un viol¨ªn, ¡°el instrumento m¨¢s parecido a la voz humana¡±; con cinco a?os entr¨® en el conservatorio, su talento despunt¨® desde el principio. ¡°Yo nunca he sido una de esas que toca durante 10 o 12 horas diarias¡±, cuenta, le bastaban dos o tres, sin presi¨®n de nadie por hacerlo: ¡°Tocaba el viol¨ªn como tambi¨¦n nadaba o le¨ªa o ve¨ªa a mis amigos, por disfrute. Fue un camino que se fue abriendo¡±.
Sin embargo, a los 11 ya hab¨ªa completado la formaci¨®n estipulada para j¨®venes de 18 a?os. Tocaba tomar una decisi¨®n. Y su padre no dud¨® en dar un paso que cambiar¨ªa el destino de toda su familia. Due?as gan¨® un concurso de viol¨ªn ese verano, parte del premio era una beca para estudiar en Dresde (Alemania). Santiago, su padre, aparc¨® su trabajo en la Benem¨¦rita para acompa?arla. ¡°Fue un riesgo muy grande. Era una ni?a. En cualquier momento podr¨ªa haber dicho: ¡®?Ya no quiero tocar m¨¢s!¡±. No fue eso lo que sucedi¨®. Hoy, toda la familia reside en Viena, en Austria, y las dos hermanas menores de Mar¨ªa tambi¨¦n han escogido seguir sus pasos. Su influencia ha fundado una saga musical.
Tres siglos de historia en las manos
?Qu¨¦ se siente la primera vez que uno acoge entre los dedos el m¨¢stil de un instrumento de 300 a?os? ?Se piensa a veces en cu¨¢ntas vidas habr¨¢ visto pasar? Desde hace 10 a?os, el gagliano ¡ªun pr¨¦stamo a la int¨¦rprete de la fundaci¨®n Deutsche Stiftung Musikleben, fabricado por Nicol¨° Gagliano en su taller de N¨¢poles en torno a 1750¡ª acompa?a a Mar¨ªa Due?as, ha sido el instrumento con el que ha desarrollado su sonido: ¡°Siento una gran conexi¨®n con ¨¦l¡±, confiesa. ¡°Es el sue?o de cada artista, disponer de instrumentos que te permitan sacar todos los colores, el alma del viol¨ªn¡±. Pero estos instrumentos singulares son tan preciados que es casi imposible acceder a ellos (hace un par de a?os el ¨²ltimo stradivarius en subasta alcanz¨® los 14,5 millones de euros). La ¨²nica v¨ªa es esa: que las instituciones que los poseen y velan por la m¨²sica se los cedan a los m¨¢s brillantes int¨¦rpretes que florezcan por el globo. ?Imaginan la ¡°responsabilidad¡±, como lo describe ella, que pudo suponer para una ni?a apenas reci¨¦n llegada a Alemania el cuidar y conservar ¡°para que puedan tocarlo muchos despu¨¦s de m¨ª¡± un objeto con tres siglos de historia?
Su gagliano no est¨¢ solo: en 2022 recibi¨® otro pr¨¦stamo, este de la Nippon Music Foundation. Ni m¨¢s ni menos, un stradivarius de 1710, el Camposelice. ¡°A veces cuesta sacarle los colores m¨¢s ligeros, pero sus posibilidades son muy diferentes. Es un stradivarius¡¡±.
El viol¨ªn y su esencia me permiten acceder a un estado muy espiritual, adquirir una forma trascendental. Se abre otro mundo cuando escucho o toco el viol¨ªn
Foto: Philipp Zeidler
El riesgo como normalidad
Debut¨® en Deutsche Grammophon, el sello m¨¢s prestigioso de la cl¨¢sica, con un concierto para viol¨ªn de Beethoven que es, seg¨²n los expertos, uno de los trabajos m¨¢s demandantes en lo musical del genio de Bonn y, tambi¨¦n, una de sus obras emocionalmente m¨¢s profundas. Riesgo, valent¨ªa, eso destac¨® la cr¨ªtica de Mar¨ªa Due?as. Para ella, al contrario, fue cuesti¨®n de pura l¨®gica. Es a lo que aspira: a la expresividad, a revelarse en su propia m¨²sica: ¡°Hay gente que toca m¨¢s r¨¢pido o mejor que yo, pero la cualidad de un m¨²sico sale a relucir con su sonido¡±. Le gustar¨ªa que, como le sucede a ella, que distingue de o¨ªdo qui¨¦n es el int¨¦rprete cuando escucha una pieza, alguien que la est¨¦ escuchando tocar el viol¨ªn no necesite verla para decir: es Mar¨ªa Due?as. ¡°Si he conseguido ya un sonido propio no es algo que pueda afirmar yo, pero mi deber es trabajar mucho en esa direcci¨®n, dar siempre la m¨¢xima calidad para ser justa con el p¨²blico. El camino de la m¨²sica es inagotable¡±.
Por eso, ante ese horizonte lejano, cuida mucho todas las partes que componen su vida. Organiza meticulosamente su carrera para cumplir metas: repertorio nuevo, m¨²sicos con los que le gustar¨ªa trabajar, giras por los cinco continentes. Pero tambi¨¦n presta mucha atenci¨®n a lo que hace al bajar del escenario y del avi¨®n, de regreso a casa: nadar, pasear, cuidar su cuerpo; relajarse, leer ¡ª¡±Me encanta la literatura con un profundo sentido art¨ªstico, el otro d¨ªa fui al teatro a ver una adaptaci¨®n teatral de uno de mis libros favoritos, Novela de ajedrez, de Stefan Zweig¡±¡ª y, tambi¨¦n, por supuesto, le deja espacio a las cosas propias de sus veinte a?os: salir, quedar con gente.
¡ª?Pasas mucho tiempo en las redes sociales?
¡ªLas uso en realidad como herramienta profesional. Quiero aprovechar esa plataforma para que en las salas de concierto se siga viendo m¨¢s y m¨¢s gente de mi edad.
Es optimista al respecto y est¨¢ convencida de su prop¨®sito, ?qui¨¦n puede atreverse a pronunciar ¡°imposible¡± en su presencia?