La segunda casa de los leoneses
El nuevo parador de Le¨®n, ubicado en el renacentista convento de San Marcos y con un gran peso en la ciudad, se al¨ªa con ella para conseguir que los de fuera contribuyan a la recuperaci¨®n de los de dentro
Los leoneses estaban expectantes. Lo est¨¢n a¨²n. Hasta hace tres meses ten¨ªan obras en casa, en su segunda casa, en el parador. Ya se sabe que las reformas no se eval¨²an por su conveniencia sino por lo que salga de ellas. El hostal de San Marcos, o solo ¡®el hostal¡¯, como se conoce al parador de Le¨®n, se ha puesto en forma en estos ¨²ltimos tres a?os para ayudar a levantar econ¨®mica y emocionalmente a la ciudad. Este antiguo convento sale convertido en un hotel con menos habitaciones, 51, pero m¨¢s deslumbrante. Su colecci¨®n de arte, reinterpretada por una comisi¨®n de expertos, brilla a la altura de maestros antiguos y contempor¨¢neos como Juan de Juni o Lucio Mu?oz. Y a trav¨¦s de la nueva y moderna cafeter¨ªa situada en un atrio interior con luz natural se adentra en el siglo XXI, y en los que vengan, con rotundidad. San Marcos se reabri¨® a finales de 2020 y desde entonces todos los leoneses opinan. Y c¨®mo no lo van a hacer si en el hostal se han casado, han asistido a ferias y presentaciones, han tomado caf¨¦ o han llevado a sus visitas nada m¨¢s llegar, como esas bandas que deciden tocar la buena al principio del concierto.
El Parador y su ciudad
La reapertura del parador tiene efectos evidentes y no tan evidentes en esta ciudad bimilenaria de 124.028 habitantes. De los primeros, de los econ¨®micos, se hablar¨¢ m¨¢s adelante. Sirva como pre¨¢mbulo indicar que los empresarios lamentaron que las obras se extendieran por tres a?os por la influencia que San Marcos ejerce en la econom¨ªa de la ciudad, en palabras de Paula Mart¨ªnez, segunda generaci¨®n de la tienda de ropa local Adam¡¯s, adonde acuden algunos visitantes sorprendidos por el viento y el fr¨ªo de Le¨®n. ¡°Su reapertura era un clamor del sector tur¨ªstico¡±, abunda en la idea el alcalde de Le¨®n, Jos¨¦ Antonio D¨ªez. ¡°Los leoneses aman su parador. Es mucho m¨¢s que un hotel¡±, a?ade.
Los segundos efectos atienden a un componente emocional. Algunos leoneses, a¨²n impactados por la reforma y por estos tiempos de reclusi¨®n, todav¨ªa no son conscientes de que esa obra maestra del Renacimiento ha reabierto para que todo empiece a volver. Mar¨ªa Jos¨¦ D¨ªaz, que regenta desde hace 30 a?os la florister¨ªa Ijar en las inmediaciones del parador, resume la influencia sentimental de este lugar: ¡°Imaginemos una pareja joven. Si uno de ellos es de Le¨®n y vive fuera es com¨²n que piense en casarse en la catedral y celebrar la boda en el parador¡±. Y matiza entre risas: ¡°Al menos es el sue?o de toda madre¡±.
Donde tomarle el pulso a la ciudad
El hostal forma, junto con la catedral y la bas¨ªlica rom¨¢nica de san Isidoro, el tridente monumental de Le¨®n. Un cuarto de hora a pie separa San Marcos de la catedral, con la bas¨ªlica muy pegada a esta ¨²ltima. La gran v¨ªa de San Marcos, que desemboca en la plaza donde se ubica el hostal, canaliza el flujo de lugare?os y visitantes hacia este museo con camas, en palabras de su director Alberto San Sebasti¨¢n. A orillas de esta gran v¨ªa se respira la ciudad y respira el visitante. Casa Blas ofrece desde 1960 unas patatas fritas en aceite de oliva con guindilla cayena que resultan tan simples como imbatibles. Se toman con un prieto picudo, uva local, o con un corto de cerveza mientras se habla de la relaci¨®n de la provincia con Valladolid y con Asturias. O mientras se presume de equipo de balonmano y se lamenta el vagar de la Cultu por Segunda B.
PERSONAS Y LUGARES QUE CONSTRUYEN LE?N
La tienda de comestibles El Manjar ofrece en 10 metros cuadrados todo lo rico que tiene la provincia de Le¨®n. Jos¨¦ Antonio Cuenllas, su propietario, a veces tiene que explicar que la cecina de Le¨®n no es del felino sino de la vaca. ¡°El mejor trabajo did¨¢ctico con esta chacina es darle a probar al cliente¡±, afirma rodeado de chorizos ahumados, vinos del Bierzo y pimientos y puerros de la zona. Si este colmado tuviera vitrinas ser¨ªa una sala de trofeos. ¡°El 40% o 50% de las ventas que realizaba el fin de semana era a clientes que se hospedaban en el parador¡±, asegura mientras emplaza a un viandante a tomar un vino un poco m¨¢s tarde. Para llegar puntual a los sitios conviene ir con tiempo. Unos y otros se saludan y se paran por simpat¨ªa y porque toca comentar la peatonalizaci¨®n de la calle de Ordo?o II, una de las m¨¢s importantes. Cuenllas, con el delantal puesto, conversa sobre el parador con una clienta en la puerta de su negocio.
¡ªDicen que lo han dejado muy modernito.
¡ªHay que ir con los tiempos.
¡ªEs una l¨¢stima que no hayan realizado la obra entera.
¡ªEn cualquier caso le han sacado mucho partido. Luce mucho m¨¢s.
Cuenllas se refiere a la fase II que est¨¢ pendiente de llevarse a cabo. El parador acometi¨® una ampliaci¨®n en 1964 que lo convirti¨® en un macrohotel de 224 habitaciones y 16 salones para celebraciones. El director del parador resume el objetivo de la remodelaci¨®n: ¡°Se ha devuelto el edificio a su estado natural. Se ha recuperado su esencia arquitect¨®nica. Lo que se hizo en el 64 fue una burrada¡±. Tras las obras de 2017 a 2020 se han construido 51 habitaciones, mucho m¨¢s espaciosas, y tres salones. Una ampliaci¨®n que se corresponde con el valor hist¨®rico del hostal. A la espalda de este antiguo convento est¨¢ previsto que se levante, durante esa fase II, un edificio para recuperar el espacio perdido y aumentar la capacidad de alojamiento del hotel. Mientras tanto, la cafeter¨ªa, que ha triplicado su espacio, se abre a los ciudadanos.
Tres salidas sin salir de la provincia
Cada plan cuenta con actividades relacionadas con la cultura local y la naturaleza, orientadas a ni?os y amantes de la gastronom¨ªa¡ una forma de empaparse de lo que sucede en la variada y extensa provincia de L¨¦on. Pincha en las fotos para descubrirlo
Arte que dialoga con el arte
Donde se ubica la cafeter¨ªa, de entrada libre al p¨²blico general ¡ªes muy com¨²n para los leoneses quedar a tomar un caf¨¦ all¨ª¡ª, antes hab¨ªa grandes salones de celebraciones. Se ha despejado ese atrio interior y luce imponente a 14 metros de altura un techo del artista madrile?o Lucio Mu?oz. Una pieza en madera tallada y pintura al ¨®leo de 12,5 x 12,5 metros que antes estaba en uno de los salones y ahora adquiere la altura que merece. ¡°Se le ha dado un discurso expositivo a la colecci¨®n de arte¡±, afirma San Sebasti¨¢n, que planea organizar una jornada de puertas abiertas para todos los ciudadanos y visitas guiadas para los clientes que se alojen. ¡°Todo el mundo tiene un recuerdo del parador por alguna celebraci¨®n a la que haya asistido. No lo hemos destrozado, lo hemos reconvertido¡±, se defiende ante algunos comentarios. ¡°Lo que me gustar¨ªa es que vinieran y explicarles que lo de antes no ten¨ªa sentido y lo de ahora, s¨ª¡±, a?ade este berciano.
A crear el discurso expositivo ha contribuido Mar¨ªa Gimeno, responsable de la colecci¨®n art¨ªstica de Paradores. ¡°La idea es que el cliente no diga: ¡®?Vaya cuadro tan bonito!¡¯ y ya, sino que se d¨¦ un sentido a toda la obra, se contextualice¡±, afirma. ¡°Hemos ubicado muchas de las mejores piezas en zonas a las que puede acceder el ciudadano sin estar alojado¡±, afirma Gimeno en un esfuerzo por mantener esa distancia estrecha entre el hostal y los leoneses.
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San Marcos guarda una relaci¨®n hist¨®rica con sus ciudadanos y con los viajeros que realizan el Camino de Santiago. Tanto es as¨ª que en el siglo XII se levant¨® un hospital en esa plaza para atender a los peregrinos. El Camino recorre en paralelo la fachada del edificio y conduce a un puente romano sobre el r¨ªo Bernesga, que separa el Le¨®n viejo del nuevo. Un t¨²nel del tiempo m¨¢s acuciado este que el que se observa en el interior del hostal: cinco siglos de diferencia entre los muros de carga del convento y los elementos nuevos pero integrados con gran sutileza. Las ventanas nuevas de madera se acoplan a la piedra y desaparecen los 500 a?os de distancia.
Desde los balcones, que oxigenan y rematan la fachada plateresca, se divisa el Camino de Santiago. Tiene tanto peso esta calzada, una relaci¨®n tan fluida con la ciudad y con el convento que lo arropa, que el visitante mira a izquierda y derecha antes de cruzarlo cuando entra o sale de San Marcos. No tanto as¨ª el lugare?o, cuando entra o sale de su segunda casa.