Lecciones de guerra

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Es en los momentos graves de la historia cuando el periodismo se transforma: se toman decisiones sobre el trabajo, cambian las herramientas que se usan y el foco se pone en nuevas historias. El periodismo actual mut¨® con acontecimientos hist¨®ricos como el 11-S, cuando se abri¨® el debate de las im¨¢genes de v¨ªctimas en una sociedad a¨²n sin redes sociales, o, en Espa?a con el 11-M, cu...

Esta es una entrega de la ¡®newsletter¡¯ El bolet¨ªn de la defensora, exclusiva para suscriptores de EL PA?S. Puede apuntarse aqu¨ª

Es en los momentos graves de la historia cuando el periodismo se transforma: se toman decisiones sobre el trabajo, cambian las herramientas que se usan y el foco se pone en nuevas historias. El periodismo actual mut¨® con acontecimientos hist¨®ricos como el 11-S, cuando se abri¨® el debate de las im¨¢genes de v¨ªctimas en una sociedad a¨²n sin redes sociales, o, en Espa?a con el 11-M, cuando aprendimos en carne propia que las fuentes oficiales pod¨ªan mentir. Cuando est¨¢ a punto de cumplirse un mes del conflicto entre Israel y Ham¨¢s, y tras la experiencia de la guerra en Ucrania, ya hay muchas cosas que en EL PA?S no hacemos igual. Por eso, he pedido a periodistas de las secciones del peri¨®dico implicadas que me ayuden a establecer algunas lecciones de estos dos conflictos:

1. Un puzle con todas las piezas encajadas

¡°La informaci¨®n tiene canales comunicantes, forma un todo¡±, explica Mar¨ªa Sahuquillo, la periodista de EL PA?S que con gran olfato ya se encontraba en Ucrania cuando estall¨® la guerra el 24 de febrero de 2022. Despu¨¦s, no pudo volver a casa, dej¨® la corresponsal¨ªa de Mosc¨² ante las amenazas de Rusia a los periodistas y se mud¨® a Bruselas. All¨ª, al frente de la delegaci¨®n del peri¨®dico, sigue hoy la vertiente pol¨ªtica y diplom¨¢tica de la contienda y, tambi¨¦n, la respuesta de la UE al conflicto entre Israel y Gaza.

Su gran aprendizaje, explica, es mantener un foco amplio en las informaciones. ¡°Hay que encajar un puzle con todas las piezas: las historias humanas, el an¨¢lisis pol¨ªtico, fuentes directas, datos...¡±

Lo que apunta Sahuquillo es uno de los efectos de la tecnolog¨ªa en el ¨¢mbito period¨ªstico. Hasta ahora lo habitual en una guerra era que el reportero se centrara en enviar historias humanas que serv¨ªan de testimonio directo sobre lo que ocurr¨ªa en el frente. Ya en la Redacci¨®n, los editores inclu¨ªan en la informaci¨®n contexto, cifras sobre heridos y fallecidos o el avance de las tropas, porque se entend¨ªa que el enviado especial ten¨ªa dif¨ªcil acceso a todas las fuentes. Pero los potentes tel¨¦fonos de la actualidad permiten la conexi¨®n permanente y, por eso, Sahuquillo recalca la obligaci¨®n de hacer retratos m¨¢s completos: cada informaci¨®n debe recoger todos los ¨¢ngulos.

Si en el pasado, cuando solo se publicaba en papel, era habitual fraccionar diferentes enfoques en piezas diferenciadas ¡ªuna sobre la situaci¨®n general, otra con testimonios, otra de an¨¢lisis, etc.¡ª, ahora es mejor encajar todo en una sola, porque el lector puede llegar a la informaci¨®n por v¨ªas diferentes: la portada de la web, pero tambi¨¦n un enlace desde un buscador o en un mensaje de texto a su m¨®vil.

¡°Cuando tienes un documento de inteligencia o de una decisi¨®n en Bruselas, hablar de c¨®mo afecta a la gente pone en valor la informaci¨®n que est¨¢s dando¡±, explica. Por eso, aunque ya no est¨¦ en el frente, el m¨®vil le permite mantener el contacto con las fuentes y saber en tiempo real c¨®mo viven o los efectos sobre ellos de las decisiones pol¨ªticas. Es vital para dimensionar el alcance de una historia. Y la hace m¨¢s completa.

2. Veros¨ªmil no significa cierto

¡°Existe una presi¨®n cada vez m¨¢s intensa para sacar conclusiones r¨¢pidas de hechos que parecen ciertos, pero que no hay forma r¨¢pida de comprobar si lo son¡±, explica Luc¨ªa Abell¨¢n, redactora jefa de Internacional, que dirige en la Redacci¨®n al equipo que desde hace dos a?os se turna para informar de las dos guerras. Pone dos ejemplos: el de los supuestos beb¨¦s decapitados que las fuerzas israel¨ªes hab¨ªan encontrado en uno de los kibutz atacados por Ham¨¢s y el del bombardeo del hospital Al Ahli de Gaza.

En el primer caso, cuenta Abell¨¢n, la crueldad de los ataques de Ham¨¢s del 7 de octubre hac¨ªan veros¨ªmil una detalle tan escabroso. ¡°Pero al indagar un poco m¨¢s en las fuentes se descubri¨® que no eran fiables, ni exist¨ªa ning¨²n tipo de respaldo s¨®lido a esa afirmaci¨®n¡±, sigue. Para entonces, el bulo ya hab¨ªa corrido como la p¨®lvora e incluso hab¨ªa penetrado en el ecosistema pol¨ªtico espa?ol, donde varios pol¨ªticos se hicieron eco.

En el segundo caso, a?ade la redactora jefa, al ocurrir el bombardeo en el interior de la Franja, ¡°la conclusi¨®n r¨¢pida, difundida por Ham¨¢s y asumida por muchos medios, fue que se trataba de un ataque de Israel y que hab¨ªa provocado al menos medio millar de muertos¡±. Pero investigaciones posteriores realizadas con m¨¢s calma y m¨¢s datos eluden afirmaciones tan rotundas y consideran muy probable que el cohete proviniera del interior de la Franja y que causara muchos menos muertos de lo divulgado.

¡°Esas conclusiones necesitaron tiempo de investigaci¨®n y recursos¡±, valora Abell¨¢n. ¡°Toda una lecci¨®n para tratar de huir de la precariedad en el periodismo¡±.

3. Coberturas al minuto

¡°Estas son las dos primeras guerras que estamos contando en directo, con una cobertura al minuto¡±, afirma Pilar ?lvarez, jefa de la secci¨®n de ?ltima Hora. Eso, a?ade, obliga a una mayor rapidez en la toma de decisiones y en la ejecuci¨®n. Y, por tanto, a extremar el cuidado en aras del rigor.

Como ejemplo, explica que los mensajes de las autoridades se publican apenas unos minutos despu¨¦s de que sean pronunciados, porque la forma de difundirlos ha cambiado radicalmente: las fuentes oficiales han salido de las salas de prensa y se comunican a trav¨¦s de las redes sociales, especialmente Telegram. Solo en ella, el equipo de ?lvarez maneja un listado con m¨¢s de 20 cuentas de los canales oficiales de Ucrania.

¡°Twitter/X ya no es una fuente de informaci¨®n¡±, aclara tambi¨¦n ?lvaro Romero, jefe de Redes Sociales. Si en el pasado su equipo deb¨ªa estar atento por esta v¨ªa a las declaraciones de las instituciones o a la emisi¨®n de comunicados, todo ha cambiado. No solo por la llegada de Elon Musk, sino por la fuerte entrada de otras plataformas, como Tik Tok, que han restado importancia a esa red. ¡°Ahora el trabajo de estar atentos a lo que ocurre es multiplataforma¡±, a?ade Romero.

4. Comprobar, comprobar y comprobar

¡°Comprobar, comprobar y, despu¨¦s, comprobar¡±, afirma Moeh Atitar, redactor jefe de Fotograf¨ªa, sobre qu¨¦ pr¨¢ctica period¨ªstica resume estos dos a?os de guerras y que, al final, se traduce en volver a los fundamentos del periodismo. La ingente cantidad de im¨¢genes que llegan a la Redacci¨®n, que es necesario verificar antes de que sean publicadas, le han llevado a tomar la decisi¨®n de no dar ninguna que no haya sido validada al menos por una de estas dos v¨ªas: que sean fotos de un reportero gr¨¢fico de EL PA?S sobre el terreno o que hayan sido difundidas por agencias internacionales que respondan por su trabajo. ¡°Si no lo podemos verificar, es mejor no darlo¡±.

Tambi¨¦n alerta: ¡°La ansiedad por dar algo que da todo el mundo es nuestro peor enemigo¡±. Como ejemplo pone la tarde en que un misil cay¨® en Polonia a seis kil¨®metros de la frontera con Ucrania, en noviembre del a?o pasado. Una de las primeras im¨¢genes lleg¨® v¨ªa redes sociales, pero no hab¨ªa forma de comprobar su autor¨ªa. Incluso Reuters difundi¨® la foto con una nota que dec¨ªa que no hab¨ªa podido ser verificada. La secci¨®n de Fotograf¨ªa decidi¨® no darla.

Verificar este tipo de im¨¢genes en video es el trabajo de Brenda Valverde. Ella resalta la importancia que han cobrado en estos dos ¨²ltimos conflictos las grabaciones de civiles y que en su momento seguramente servir¨¢n para demostrar los cr¨ªmenes de guerra. ¡°Esto no pasaba en los conflictos en Irak o en Siria¡±, explica. ¡°Con este material, si lo sabemos usar, se convierten en nuestros c¨®mplices a la hora de contar la realidad¡±.

Sobre cada imagen, ella realiza una comprobaci¨®n b¨¢sica:

• Asegurarse de que no hayan sido publicadas antes, haciendo una b¨²squeda inversa (d¨®nde se public¨® por primera vez o si hay im¨¢genes similares).
• Chequear si del mismo hecho hay otro material publicado en redes sociales.
• Examinar en los metadatos d¨®nde y a qu¨¦ hora fue grabado el v¨ªdeo.
• Ubicar en el mapa el lugar de los hechos.

¡°Cuando hay muchos v¨ªdeos de una misma situaci¨®n es f¨¢cil reconstruir un relato, porque ves lo mismo desde distintos ¨¢ngulos, las im¨¢genes tienen metadatos parecidos o ves a personas que se graban unas a otras¡±, a?ade. Valverde asegura que de tantos v¨ªdeos que ha visto ya est¨¢ familiarizada con el recinto del hospital Al Quds de Gaza, hasta el punto de que es capaz de reconocer las columnas o al personal de la Media Luna Roja que trabaja en ¨¦l y eso tambi¨¦n le ayuda en la comprobaci¨®n diaria.

¡°En Ucrania, los medios internacionales hemos colaborado a la hora de verificar¡±, explica. Los periodistas compartieron herramientas desde el principio, porque lo importante era esclarecer lo que estaba pasando. En Israel, a?ade, esta uni¨®n no se ha producido, porque ya no era tan necesaria. La raz¨®n es que las agencias est¨¢n sobre el terreno: ¡°Enseguida difunden sus im¨¢genes y eso nos ayuda a verificar los videos de civiles porque son similares a los suyos¡±, agrega.

Tanto Valverde como Atitar aseguran que han visto menos im¨¢genes fabricadas con inteligencia artificial ¡ªaunque las ha habido¡ª para difundir bulos de lo que esperaban. Quiz¨¢s porque los trucos anal¨®gicos de siempre siguen teniendo resultado sobre quien no comprueba.

Para contactar con la defensora puede escribir un correo electr¨®nico a defensora@elpais.es o enviar por WhatsApp un audio de hasta un minuto de duraci¨®n al n¨²mero +34 649 362 138 (este tel¨¦fono no atiende llamadas).