El Sevilla desquicia al Alav¨¦s
Los albiazules pierden la paciencia y el liderato ante la picard¨ªa de su rival
Ni el fr¨ªo de Mendizorroza acongoja a los visitantes ni el Alav¨¦s es tan irreductible. El Sevilla acudi¨® ayer a Vitoria para desmoronar mitos. Perfil¨® un partido horrible, lleno de interrupciones, con un ritmo mortecino y ahogando con inteligencia las v¨ªas de escape del ya ex l¨ªder. Consigui¨® lo que quer¨ªa. Incluso m¨¢s. Durante todo el partido se esforz¨® en aparentar que su ¨²nica intenci¨®n era salircon el mismo resultado que empez¨®. Y se march¨® con m¨¢s.
Su picard¨ªa, directamente vinculada con la expulsi¨®n de T¨¦llez, adem¨¢s de la frivolidad de Witschge, dieron el plus que necesitaba el equipo de Joaqu¨ªn Caparr¨®s para desmontar la jornada festiva preparada por el Alav¨¦s. Hab¨ªa empezado con la inauguraci¨®n de su nueva ciudad deportiva, la asistencia de las m¨¢s altas instancias del f¨²tbol espa?ol y termin¨® desquiciado, sin liderato y despertado de golpe de su sue?o de dos semanas como l¨ªder de Primera.
El partido, sin embargo, no fue totalmente plano. El Alav¨¦s tuvo un primer cuarto de hora interesante. Pablo dirig¨ªa desde el centro, Jordi hilaba en la media punta y Rub¨¦n Navarro se mov¨ªa m¨¢s que nunca. El Sevilla entr¨® en una peligrosa din¨¢mica. Su virtud consisti¨® en verlo y actuar, sin esperar con los brazos cruzados a que escampara. Acorral¨® a Pablo y con ello merm¨® la alegr¨ªa del juego. La tarde entr¨® en una fase oscura de la que ya nunca sali¨®, con constantes interrupciones y jugadores sevillistas por los suelos. Witschge, reci¨¦n ingresado en el campo, puso el broche: perdi¨® el bal¨®n en un intento de taconazo y puso en bandeja la victoria del Sevilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.