Espa?a vence a Canad¨¢ en el primer partido del Mundial por 85-54
Yugoslavia y Angola ser¨¢n los otros dos rivales de los espa?oles en el Grupo A
Espa?a ha despachado el temido estreno del Mundial frente a Canad¨¢ con la solvencia propia de las grandes selecciones y, salvo unos momentos de zozobra al principio del choque, volvi¨® a ser el equipo que hace un a?o sali¨® de Estambul con el bronce europeo colgado del cuello.
Los primeros minutos de la puesta de largo espa?ola rezumaron nerviosismo. El horario del encuentro, a la una y media de la tarde, nada habitual, sobre todo para los jugadores europeos, y la tensi¨®n que conlleva el debut en toda competici¨®n, pesaron en el ¨¢nimo del primer quinteto mundialista de la selecci¨®n: Nacho Rodr¨ªguez, Juan Carlos Navarro, Carlos Jim¨¦nez, Alfonso Reyes y Jorge Garbajosa.
A los tres minutos Canad¨¢ ganaba por seis puntos (8-2) y Espa?a daba una sensaci¨®n de inseguridad muy poco recomendable. Los tiros del ataque espa?ol part¨ªan de situaciones forzadas y, adem¨¢s, carec¨ªan de seguridad. La estad¨ªstica reflejaba un elocuente cero de cinco en triples. Sin embargo, las cosas tampoco estaban nada claras para los canadienses.
Los mejores artilleros del equipo dirigido por Jay Triano, Rowan Barrett y Michael Meeks, bien vigilados por la defensa hispana, apenas hab¨ªan dado se?ales de vida. De hecho, ni siquiera Triano parec¨ªa confiar en su equipo. El t¨¦cnico norteamericano, a pesar de ir en ventaja, empez¨® a rotar el banquillo en busca de equilibrio.
Pero no le dio tiempo. La aparici¨®n de Carles Marco, primero, y la entrada de Pau Gasol, poco despu¨¦s, imprimieron otro aire a la selecci¨®n. El base del Joventut acert¨® con los dos primeros triples de la tarde y el alero de los Grizzlies, con su poderosa presencia, termin¨® de serenar a un equipo que al t¨¦rmino del primer cuarto ya empezaba a sentirse c¨®modo (15-17).
Mientras tanto, Canad¨¢ sufr¨ªa en silencio. Barrett andaba desaparecido en combate. Meeks tampoco funcionaba y, salvo Kevin Jobity, nadie encontraba su sitio en el campo. La defensa de Espa?a ten¨ªa gran parte de culpa. La selecci¨®n, que aprovech¨® los seis segundos previos al descanso para cerrar la primera parte con once puntos de ventaja (29-40) tras una jugada de pizarra para Navarro, s¨®lo necesitaba mejorar sus porcentajes para dar carpetazo al espinoso asunto canadiense.
El juego de Gasol
Y eso fue lo que sucedi¨® en la continuaci¨®n. Gasol abri¨® el hueco donde m¨¢s da?o hace bajo el aro y la diferencia espa?ola se dispar¨® hasta los veinte puntos (33-53). Lo m¨¢s dif¨ªcil ya estaba hecho y Javier Imbroda, el t¨¦cnico nacional, tranquilo ante la solidez defensiva que aportaba Lucio Angulo y la frescura de Marco sobre el aro rival, decidi¨® sentar a Gasol, al que luego volvi¨® a dar algunos minutos.
El debutante del a?o en la NBA a¨²n necesita coger fondo f¨ªsico, pero Espa?a pod¨ªa dosificarle. Marco, excelente a lo largo de todo el encuentro, clav¨® un nuevo triple (33-56 m.29) y Meeks, en una reacci¨®n mezcla de coraje e impotencia, solt¨® un codazo sobre la cara de Jim¨¦nez que, sin quererlo, despert¨® el ¨²nico instinto dormido de Espa?a: la rabia.
El p¨ªvot canadiense hizo un gran favor a la selecci¨®n de Imbroda, que cuaj¨® un sensacional tercer cuarto. El parcial de ese periodo fue de 6-21 (35-61). No hab¨ªa m¨¢s que decir. El gran reto de la primera fase, derrotar a Canad¨¢, en ocasiones superada por m¨¢s treinta tantos (45-79 m.37), estaba asegurado. La inc¨®gnita del campeonato despejada: Espa?a cuenta para todo en Indian¨¢polis.
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