Deco hace renacer al anfitri¨®n
Portugal vence 2-0 a Rusia y necesita la victoria ante Espa?a para seguir en el campeonato
Lleg¨® la hora de la verdad. El obligado resurgir de la selecci¨®n portuguesa, que dej¨® una buena imagen en su primer match ball, llena de dudas a los hombres de S¨¢ez, que con Marchena sancionado y Puyol tocado, se jugar¨¢n el pase a cuartos frente a los anfitriones el pr¨®ximo domingo (Jos¨¦ Alvalade de Lisboa, 20.45). A Espa?a le valdr¨¢ el empate. La jornada tiene en la selecci¨®n griega al ¨²nico benefiado, ya que no parece f¨¢cil que falle ante la desahuciada Rusia.
Scolari hizo malabares tras la sonada cantada ante Grecia y se mostr¨® permeable a la mayoritaria demanda de la afici¨®n lusa, que ped¨ªa a Deco a gritos en lugar del amigu¨ªsimo Rui Costa. Pero el brasile?o hizo m¨¢s cambios: Carvalho, un portento f¨ªsico, sustituy¨® a Couto y apost¨® por Miguel y Nuno Valente en los laterales.
Apareci¨® Deco y con ¨¦l la verdadera medida de Portugal, que mostr¨® su mejor cara en la rev¨¢lida, en su primera y anticipada final, y ante un incomprensiblemente estadio Da Luz lleno de huecos en las gradas.
El conjunto luso sali¨® valiente, dominando el juego, elaborando con paciencia las jugadas, trasladando el bal¨®n de una banda a otra, con Figo m¨¢s adelantado y pegado a la cal -liberado de responsabilidad- y con Deco como amo y se?or del bal¨®n y de los espacios. El flamante campe¨®n de Europa apareci¨® para sacar el bal¨®n, dar el ¨²ltimo pase, como en el gol de Maniche, e incluso manejando el bal¨®n dentro del ¨¢rea rusa.
Poco o nada ofreci¨® el equipo de Yartsev, incapaz de dar cuatro pases seguidos. Y para colmo, Ovchinnikov -meta del Oporto y del Benfica- fue rigurosamente expulsado al tocar involuntariamente el bal¨®n con la mano fuera del ¨¢rea, lo que puede haber dado la puntilla definitiva al encuentro.
El sue?o del aficionado espa?ol, entregado a los colores de la bandera rusa tras el tropiezo ante Grecia, apenas dur¨® veinte minutos, en los que las imprecisiones de Portugal, algo nervioso, permitieron varios acercamientos rusos, malogrados por Karyaka y Loskov.
La salida de Rui Costa por Simao dej¨® atr¨¢s el pol¨¦mico debate, devolvi¨® el control del esf¨¦rico a Portugal y permiti¨® ver al equipo de Scolari con sus mejores hombres sobre el c¨¦sped. Y las ocasiones no se hicieron esperar. Malafeev, que sali¨® tras la expulsi¨®n de Ovchinnikov, mantuvo el tipo ante las constantes embestidas de Deco, Figo y Nuno Gomes, que dio relevo a Pauleta.
La constancia, el mayor talento luso y el paso de los minutos frente a una rusia castigada f¨ªsicamente tras jugar toda la segunda mitad con diez, acabaron inclinando la balanza definitivamente a favor de los anfitriones. Una extraordinaria combinaci¨®n entre Cristiano Ronaldo y Rui Costa acab¨® con las ilusiones del equipo de Yartsev, la primera selecci¨®n matem¨¢ticamente eliminada de la presente Eurocopa.
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