Inglaterra da el primer pasito
Un gol en propia puerta de Gamarra dio el triunfo a los ingleses, que sin brillar, y sin Rooney, se llevaron una merecida victoria
Eriksson se aferr¨® a su versi¨®n m¨¢s pragm¨¢tica para doblegar a una d¨¦bil Paraguay y dar as¨ª el primer paso para obtener el pase. 2 minutos y 47 segundos. ?se es el tiempo que tard¨® la selecci¨®n inglesa en perforar la meta paraguaya. Los hombres de Eriksson salieron muy mentalizados y dispuestos a superar el mal fario que caracteriza el estreno brit¨¢nico en los Mundiales.
2 minutos y 47 segundos. ?se es el tiempo que tard¨® la selecci¨®n inglesa en perforar la meta paraguaya. Los hombres de Eriksson salieron muy mentalizados y dispuestos a superar el mal fario que caracteriza el estreno brit¨¢nico en los Mundiales. Sin embargo, los Gerrard, Lampard y compa?¨ªa no contaban con la inesperada colaboraci¨®n de Carlos Gamarra. Nada m¨¢s comenzar el partido, el central paraguayo pein¨® ligeramente un excelente centro de Beckham e introdujo el bal¨®n en su porter¨ªa.
Fat¨ªdico estreno para la selecci¨®n suramericana, que desde ese instante tuvo que hacer frente al abrumador dominio de los pross. Con la pol¨¦mica en torno a la lesi¨®n de Rooney todav¨ªa en el aire, Eriksson apost¨® por un once ofensivo engalanado con la dupla Owen-Crouch en la punta de ataque. Por su parte, Paraguay llegaba a la cita aferrado al instinto goleador de Roque Santa Cruz y la voracidad de Valdez. Escaso argumento.
El tempranero autogol de Gamarra rompi¨® los esquemas de An¨ªbal Ruiz, y por si fuera poco, Inglaterra quiso dejar claro desde el principio su status de favorita -siempre con permiso de Brasil-. La inseguridad de Gamarra y el constante merodeo del gigante Crouch pusieron en entredicho el planteamiento paraguayo, que adem¨¢s, tuvo que afrontar la lesi¨®n de su portero titular Villar.
Un potente disparo de Lampard en el minuto 26' encabez¨® la avalancha inglesa, perfectamente secundada desde las gradas por las inagotables gargantas de los supporters y una bella estela de cruces de Saint George. El equipo de Eriksson demostr¨® un arrollador dominio durante toda la primera mitad, aunque no dispuso de ocasiones excesivamente claras.
La peculiar silueta de Peter Crouch supuso un constante quebradero de cabeza para la defensa suramericana. El espigado delantero del Liverpool demostr¨® que adem¨¢s de controlar el juego a¨¦reo, sabe jugar de espaldas y moverse aceptablemente entre l¨ªneas. Beckham, uno de los m¨¢s destacados, volvi¨® a sacar a relucir su elegante toque de derecha en el 42', pero su tiro sali¨® rozando el poste.
Las malas formas de R¨ªo Ferdinand -propin¨® un fuerte codazo en el rostro de Valdez- y un peligroso tiro del delantero paraguayo cerraron una primera mitad en la que Inglaterra ofreci¨® un esbozo de lo que puede hacer en este Mundial.
Eriksson, conservador
En la segunda parte cambi¨® el gui¨®n del partido. Inglaterra, o mejor dicho, Eriksson, apost¨® por conservar el valioso gol del inicio en busca de la estocada definitiva. Eso hizo que los paraguayos se viniesen arriba y dispusiesen de algunas oportunidades. El t¨¦cnico sueco dio entrada al 'correcaminos' Downing en lugar de Owen y renunci¨® a la punta de velocidad de Joe Cole por la consistencia que aporta Hargreaves. Pudo pagar cara su apuesta.
En el 60', un mal despeje de Robinson dej¨® el esf¨¦rico a merced de Paredes, pero su disparo sali¨® excesivamente alto. Y unos minutos despu¨¦s, el delantero del Werder Bremen, Vald¨¦z, pudo conseguir la igualada de no ser por la providencial estirada del portero brit¨¢nico.
Inglaterra respondi¨® fiel a su estilo. Con fuerza, con garra, y sobre todo, con dos dur¨ªsimos disparos de Lampard a los que respondi¨® muy bien Bobadilla. Un ¨²ltimo achuche paraguayo signific¨® el ep¨ªlogo a un partido en el que Inglaterra, sin brillar, consigui¨® una merecida victoria que encarrila su clasificaci¨®n. Y sin Rooney.
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