El Valencia pisa fuerte
David Villa, con un magn¨ªfico gol, logr¨® la definitiva ventaja en el marcador. Los de Quique, en cualquier caso, controlaron muy bien un partido que la Roma vino a ganar
Parece intocable este Valencia, serio, fuerte y muy bien plantado sobre la pradera. Tanto, que despu¨¦s de una primera parte igualada, apenas dej¨® opciones a la Roma en la segunda mitad.
A esta especie de selecci¨®n espa?ola alternativa que ha compuesto Quique S¨¢nchez Flores, en la que siete u ocho titulares del equipo son internacionales con la roja y hasta cuatro o cinco m¨¢s esperan en el banquillo, todo le est¨¢ saliendo bien, en la Liga y en la Champions, competiciones en las que camina con paso muy firme.
Enseguida, pr¨¢cticamente al minuto, Morientes y Villa, una delantera con qu¨ªmica, dej¨® una jugada preocupante para la experimentada defensa italiana. Una ilusi¨®n ef¨ªmera, porque los muchachos de Luciano Spalletti hab¨ªan venido con la lecci¨®n bien aprendida, con el rival bien estudiado, y no tardaron en desplegar su plan.
Dirigidos por el peque?o y genial Pizarro, los italianos buscaban la recepci¨®n de Totti, solo en punta, y la llegada de su segunda l¨ªnea, de los cinco centrocampistas que ocupaban el c¨ªrculo central y los costados y que tanto complicaban la vida a Albelda y Edu, incapaces de conectar con Vicente y Angulo, necesarios, vitales para el despliegue atacante del equipo.
En estas, agobiados por la emboscada italiana en la medular, surgi¨®, fruto de un zarpazo, de una jugada aislada entre de Moretti y Villa, el gran gol de Angulo. Un bonito gol que no reflejaba lo que estaba ocurriendo sobre el campo y que no tard¨® en ser neutralizado tras un claro y evidente penalti de Moretti sobre Casetti. Totti y Ca?izares, dos viejos zorros del f¨²tbol continental, frente a frente. Totti no fall¨®.
Igualados en el marcador y, poco a poco, tambi¨¦n en la pizarrra, en la pradera, el partido discurr¨ªa entre el trabajo a destajo de todos, las genialidades del gran Pizarro, peque?o gran futbolista, y los dientes afilados de Villa, un vendaval al que no se puede sujetar que, a la media hora, marc¨® el segundo, un golazo, desde la frontal del ¨¢rea.
Control absoluto del Valencia
Sali¨® Montella, otro delantero, y se march¨® Aquilani, un centrocampista. Parec¨ªa que Mister Spalletti quer¨ªa igualar las cosas; el mismo trabajo, la misma tensi¨®n, pero con algo m¨¢s de gol. Pero mientras unos trataban de buscar el gol sin descuidar la retaguardia, los romanos, y otros buscaban administrar la ventaja sin tomar demasiados riesgos, el f¨²tbol, se esfum¨®. S¨®lo Villa, sensacional en todas sus acciones, parec¨ªa querer m¨¢s.
La Roma, que ve¨ªa marcharse el partido sin poderlo remediar, puso en juego a Okaka Chuka, un chico de diecisiete a?os, a ver si empujaba un poquito en ataque, y busc¨® m¨¢s a Pizarro, que no terminaba de aparecer en la segunda mitad. En el Valencia, Villa, estupendo y muy trabajador, dejaba paso a Silva, ese estupendo y prometedor jugador canario.
Mejor¨® el juego en la recta final, sobre todo porque as¨ª lo quiso el Valencia, superior f¨ªsicamente y m¨¢s concentrado en el juego. Tuvieron momentos los de Quique de dominio absoluto, con Edu ofreciendo un gran despliegue y Vicente, Silva y Morientes poniendo cerco a Doni.
La Roma parec¨ªa disolverse, se mostraba como un equipo espeso, bien por el cansancio, bien por la falta de ideas o bien porque el Valencia, serio, fuerte y bien plantado, apenas le dio opci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.