El poema de Guillermo Ca?as
El tenista ha cedido en la final frente a Djokovic, pero vuelve a sonre¨ªr, agradecido pese a la derrota
Ah¨ª va Guillermo Ca?as, con la raqueta en su mano derecha y un poema de Pedro Palacios, "Almafuerte", debajo del brazo. El izquierdo, el del coraz¨®n, el ¨®rgano que domina su mente, sus sentidos y su br¨²jula.
Si te postran diez veces, te levantas otras diez, otras cien, otras quinientas / No han de ser tus ca¨ªdas tan violentas ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Tras resurgir desde la nada, con 15 meses de inactividad y hundido en el puesto 500 del escalaf¨®n mundial, Ca?as volvi¨® en los ¨²ltimos d¨ªas a los primeros planos del tenis mundial. Arranc¨® en la "qualy" del torneo de Miami, venci¨® por segunda vez en 16 d¨ªas al mejor, Roger Federer, y hoy jug¨® la final.
No te des por vencido, ni aun vencido, no te sientas esclavo, ni aun esclavo. Tr¨¦mulo de pavor, pi¨¦nsate bravo, y arremete feroz, ya mal herido.
Cay¨® derrotado en tres sets frente al joven serbio Novak Djokovic. Cojo de su pierna izquierda, fue a la red y se abraz¨® con su rival ganador como si lo conociera de toda la vida. Sonri¨® como ha dejado de hacerlo en los ¨²ltimos tiempos y lo felicit¨®. Djokovic respondi¨® con un gesto cari?oso.
Ten el tes¨®n del clavo enmohecido que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo. No la cobarde estupidez del pavo que amaina su plumaje al primer ruido.
Miles de aficionados se pusieron de pie para aplaudir tanto al ganador como a Ca?as, que se mostr¨® agradecido por el reconocimiento. ?ntimamente se sent¨ªa ganador, m¨¢s por lo conseguido desde que regres¨® al circuito hace seis meses que por lo de hoy. En este lapso de tiempo disput¨® ocho "challengers" y se proclam¨® campe¨®n en cinco; compiti¨® en dos torneos de ATP y gan¨® uno; particip¨® este a?o en la serie de la Copa Davis ante Austria y gan¨® los dos encuentros individuales que jug¨®. Y en Miami disput¨® la final de un Masters Series.
Procede como Dios que nunca llora; o como Lucifer, que nunca reza; o como el robledal, cuya grandeza necesita del agua y no la implora....
Guillermo Ca?as, de 28 a?os, fue condenado a dos a?os de inactividad por tomar un diur¨¦tico durante el torneo de Acapulco 2005, pero tras casi uno de recursos el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) redujo la sanci¨®n a un a?o y tres meses, al considerar que hubo un error de un m¨¦dico del torneo mexicano y calificar como "imprudente" la ingesta de esa sustancia por parte del deportista.
Que muerda y vocifere vengadora, ya rodando en el polvo, tu cabeza.
Pedro Palacios, "Almafuerte" (1854-1917), fue un poeta bonaerense dedicado a sembrar abecedarios como maestro en zonas rurales. Aquello de "no te sientas vencido ni a¨²n vencido" est¨¢ siempre a flor de labios de los argentinos que no la tienen f¨¢cil. Es decir, de casi todos.
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