El Racing, sin ideas

Se supon¨ªa que era el encuentro m¨¢s sencillo de la liguilla, pero el Racing se empe?¨® en complicarse la vida. El equipo de Mu?iz nunca se enter¨® de qu¨¦ iba el partido y sum¨® una derrota que compromete su futuro en la UEFA, y, lo que es peor, confirma el sufrimiento que parece aguardarle en las competiciones dom¨¦sticas si no reacciona.

El Racing coleccion¨® sopapos desde el comienzo. Coltorti ve¨ªa mucho ajetreo enfrente suyo hasta que Denneboom remat¨®, con toda tranquilidad, un centro desde la esquina de Kenneth P¨¦rez. El veterano centrocampista dan¨¦s, de ascendencia espa?ola, canaliz¨® el ataque del Twente, poco dado a la especulaci¨®n. Denneboom y Elia se situaron a su lado y el Racing empez¨® a pasarlo mal. Con movimientos vivaces y en perfecta coordinaci¨®n, el Twente emple¨® sus piezas con la acrisolada soltura de los equipos holandeses. Poco o nada que ver con lo que hizo Steve McClaren, el ahora t¨¦cnico del Twente, al frente de la selecci¨®n de Inglaterra.

Frente a ello, el Racing se mostr¨® lento y pesado. Colsa carg¨® con toda la responsabilidad, ante la inoperancia de Luccin. Con Munitis perdido en la banda derecha y Tchit¨¦ sujetado, el Racing nunca encontr¨® algo a lo que agarrarse. El propio Tchit¨¦, despu¨¦s de un pase del joven Edu Bedia, dispuso de la ¨²nica ocasi¨®n de su equipo en la primera parte, pero Boschker fue m¨¢s r¨¢pido.

No le qued¨® m¨¢s remedio al Racing que cambiar de cara. Mu?iz introdujo cambios que, al menos, situaron a su equipo en el campo contrario. Munitis y ?scar Serrano formaron un incordio para la defensa del Twente, aunque m¨¢s desde la iniciativa individual que desde una estrategia colectiva. Un peligroso disparo de Serrano termin¨® de animar al Racing. Sin embargo, el equipo c¨¢ntabro nunca encontr¨® una m¨ªnima continuidad. Disipados los nervios del principio, apareci¨® la inquietud de saberse ante la tarea de empatar, un reto repleto de dificultades para un equipo con poca resoluci¨®n ofensiva.

El Twente trabaj¨® con m¨¢s calma en la segunda parte. Contuvo al Racing y quiso asustarle en los contragolpes, pero la lesi¨®n de P¨¦rez le priv¨® de las mejores ideas. Pero ni por esas el Racing se asom¨® con determinaci¨®n por la porter¨ªa de su rival.