Una 'txapela' de 'chapeau'

"No te voy a decir que sea como lo de Indur¨¢in, porque las que se montaban con Miguel eran monumentales aqu¨ª, en Francia, en Italia o en Colombia, donde la gente le tocaba los hombros, los brazos, la cara, con el ¨²nico prop¨®sito de comprobar que aquel gigante era humano, con la reverencia y temor con que los indios palpaban a los primeros conquistadores. Pero te puedo garantizar que Alberto ha devuelto la alegr¨ªa al ciclismo espa?ol, como en los gloriosos 80 y 90, cuando los aficionados se arremolinaban en torno a los coches y autobuses simplemente para ver a sus ¨ªdolos".

Habla, en Zalla, un periodista de la vieja guardia, tipo curtido en mil y una batallas ciclistas al que el destino y el olfato rescataron de su dorado retiro en la Costa del Sol, de las edulcoradas y bien pagadas cr¨®nicas para pudientes golfistas, y cosieron a su epidermis el dorsal ganador de Alberto Contador, al que sigue all¨¢ por donde va, o, lo que es lo mismo, all¨¢ por donde gana, all¨¢ por donde levanta pasiones que se cre¨ªan pret¨¦ritas en un deporte tan zarandeado por el descr¨¦dito. "Es algo incre¨ªble", avalaba Contador. "La afici¨®n de aqu¨ª es envidiable. Incluso en casa de Samuel se han volcado conmigo de una manera enorme. Siempre ha sido as¨ª, pero lo de hoy ha sido m¨¢s que nunca", ensalzaba el pinte?o con la txapela en la cabeza.

Ayer, el mismo d¨ªa en que Lance Armstrong asum¨ªa que, "seguramente", los franceses le impedir¨¢n participar en el pr¨®ximo Tour por haber hecho esperar m¨¢s de la cuenta a un comisario de la Agencia Francesa de Lucha Antidopaje (APLD); Contador demostr¨® que, seguramente, afrontar¨¢ la ronda gala con la vitola de indiscutible favorito. Al americano le puede salir car¨ªsima su demora, 20 minutos, al someterse a su 24? control antidopaje desde que retorn¨® al pelot¨®n, casi tanto como su inconsistente coartada. "Necesitaba tomarme una ducha", alega el s¨¦ptuple ganador del Tour. M¨¢s contundentes, demoledores, son los argumentos que esgrime el espa?ol, monumental en los dos primeros meses del curso en que persigue la reconquista del Hex¨¢gono franc¨¦s, corona que le fue arrebatada el a?o pasado sin que nada pudiera hacer por evitarlo, salvo consolarse tiranizando las pen¨ªnsulas hisp¨¢nica e it¨¢lica.

Cuatro carreras ha corrido Contador en 2009, y en todas fue el ciclista hegem¨®nico. Gan¨® la Vuelta al Algarve a bote pronto, en su puesta en acci¨®n; perdi¨® la Par¨ªs-Niza por culpa de un pajar¨®n horas despu¨¦s de haber ganado, en campe¨®n, la etapa reina; fue segundo en la Vuelta a Castilla y Le¨®n, principalmente porque prefiri¨® que la ganara su compa?ero Levy Leipheimer, tratando de ganar su favor, siempre tan escaso, en las cuestas alpinas y pirenaicas; y maravill¨® en la Vuelta al Pa¨ªs Vasco, carrera en la que su ascendente result¨® absoluto: gan¨® en solitario la etapa reina, en un puerto de la enjundia de Arrate, y conquist¨® con una autoridad aplastante, y en ¨¦l desconocida, la decisiva contrarreloj de Zalla, en la que destroz¨® a sus rivales: 22 segundos meti¨® al emergente Toni Colom, b¨¢rbaro desde el arranque de la campa?a, y 45 a Samuel S¨¢nchez, quien se subi¨® por tercera vez, siempre tercero, al podio de la ronda vasca. "El cuerpo me pide algo m¨¢s, pero la carretera ha puesto a cada uno en su sitio", reconoc¨ªa el asturiano afincado y aclamado en las Encartaciones. De Samuel para atr¨¢s, el abismo: 1m 9s cedi¨® Rogers, 1m 13s Luis Le¨®n S¨¢nchez, 1m 25s Evans o 1m 26s Cunego, distancias siderales en una crono de 24 kil¨®metros que disput¨® Contador bajo la lluvia, lo que invitaba a pensar que tal vez el pinte?o contemporizase pensando en Par¨ªs. Nada. Las medias tintas no caben en el equipaje gen¨¦tico de los grandes campeones, y si Contador no pertenece a esa estirpe, asunto discutible, va camino de hacerlo. Tiene nuevos motivos para la esperanza.

M¨¢s que sus fabulosas prestaciones en Arrate, Contador se va entusiasmado de la Vuelta al Pa¨ªs Vasco por su evidente progresi¨®n en la lucha individual, hasta hace no demasiado su flanco m¨¢s expuesto. De las cuatro cronos que ha disputado este a?o, el pinte?o ha ganado tres: la del Algarve (33,7 kil¨®metros), la de la Par¨ªs-Niza (9,3 kms.) y la de ayer en Zalla (24 kms.), y fue segundo (tras Leipheimer) en Castilla y Le¨®n (28,2 kms.). Ayer, Contador parti¨® de Zalla con una determinaci¨®n absoluta y ya en el alto de Avellaneda, kil¨®metro 5, aventajaba en 11 segundos a Colom, 24 a Samuel. Y en Beci, km. 12, su adelanto era ya de 27 segundos sobre el balear. S¨®lo al final, cuando su segunda victoria en la Vuelta al Pa¨ªs Vasco era incuestionable, levant¨® el pie Contador. Pudo as¨ª deleitarse en la misma recta de meta en que se hundi¨®, llanto inconsolable, en 2006, cuando perdi¨® la carrera en una contrarreloj calcada. Era otro tiempo. Otro Contador.