El Sporting ve un rayo de luz

El Sporting necesit¨® de nueve jornadas para volver a ganar , pero lo hizo en el momento justo, cuando ya no queda margen para el error. Animado por el empate de Osasuna del s¨¢bado, el sportinguismo se moviliz¨® como si el partido de ayer fuese el ¨²ltimo. Los jugadores lo dejaron todo y se merecieron el triunfo, por m¨¢s que el gol decisivo lo regalase el central del M¨¢laga Helder Rosario, que logr¨® lo que no pudieron hacer los delanteros gijoneses: batir a Goitia.

Cuando ya nadie cre¨ªa en un equipo que llevaba un punto sobre 24, Manuel Preciado alz¨® la voz para decir que cre¨ªa firmemente en la salvaci¨®n del Sporting. Para llevarlo a la pr¨¢ctica escogi¨® a once gladiadores, con una consigna primordial: que dejaran muy claro a sus colegas del M¨¢laga lo que se jugaban en los 90 minutos en que iban a coincidir en El Molin¨®n.

El Sporting hizo de la necesidad virtud. Domin¨® el partido desde el pitido inicial y oblig¨® a Goitia a un ejercicio de resistencia que s¨®lo dobleg¨® Gerard. El central se estren¨® como goleador en Primera cuando m¨¢s falta le hac¨ªa a su equipo. El M¨¢laga daba muchas facilidades, pero se encomendaba a Apo?o y a Duda, al que le bast¨® una falta lateral para poner el bal¨®n en la cabeza de Weligton, que desvi¨® a gol completamente solo.

El des¨¢nimo de la gente al descanso, recordando partidos anteriores cerrados con una gran frustraci¨®n, volvi¨® a tornarse en euforia a los seis minutos del segundo tiempo. Una larga jugada de ataque acab¨® de forma inesperada. Diego Castro meti¨® un centro intrascendente y se encontr¨® con la cabeza de Rosario, que desvi¨® el bal¨®n hacia su porter¨ªa. Imposible incluso para Goitia.