Ba?o y masaje en el Camp Nou

Abatido en el Calder¨®n, el Barcelona se levant¨® ayer con una reparadora victoria ante el Racing. Aunque el Camp Nou ped¨ªa la victoria, por descontado, la hinchada estuvo m¨¢s pendiente del equipo y de sus futbolistas que del marcador. La de anoche era al fin y al cabo una jornada valle, de recuperaci¨®n, de entretiempo, una vez perdido el encuentro con el Atl¨¦tico y camino de Stuttgart, escenario de la reaparici¨®n en Europa. Ayer hab¨ªa que recuperar las buenas sensaciones despu¨¦s de un tiempo de desconfianza por tanta lesi¨®n, por las sanciones de los centrales, por los malos momentos que se acumulan cuando no media partido entre semana y es dif¨ªcil digerir una derrota en un equipo ganador. Nadie entendi¨® mejor las necesidades azulgrana que el Racing, que se venci¨® de forma facilona, vestido de samaritano como acudi¨® al campo cuando los n¨²meros de visitante le identificaban como el demonio.

Rebajado en la alineaci¨®n a prop¨®sito por las tarjetas que negociaron la semana pasada Tchit¨¦, Munitis y Colsa, el plantel de Portugal se abri¨® de piernas y firm¨® una rendici¨®n en toda regla. Al poco de empezar marc¨® Iniesta, cosa que no pasaba desde el eterno gol de Stamford Bridge, despu¨¦s de que Crespo cerrara mal un bal¨®n profundo de M¨¢rquez y el volante empujara la bola a la red con la zurda. La funci¨®n se puso tan dulce que hasta Henry se reencontr¨® tambi¨¦n con el gol a la salida de un golpe franco, toda una novedad porque el franc¨¦s no daba con la porter¨ªa contraria desde el 2 de diciembre en Jerez y se hab¨ªa presentado en el Camp Nou con tanta jaqueca que iba a ser suplente si Ibrahimovic no se hubiera quejado antes del tobillo derecho. Incluso M¨¢rquez se permiti¨® marcar tambi¨¦n su primer gol de la temporada en una nueva falta bien ejecutada. Ausentes Xavi, Alves e Ibrahimovic, la rueda de los francotiradores se ampli¨® a M¨¢rquez y Henry para suerte del equipo barcelonista, muy puesto en la faena.

Jug¨® el Bar?a con tanta comodidad y soltura que no s¨®lo se reencontr¨® con la victoria sino que se apunt¨® una goleada con los jugadores m¨¢s discutidos, Henry y M¨¢rquez, y con el ni?o mimado del barcelonismo, Iniesta, el jugador al que todo el mundo le quiere bien, un futbolista delicioso y delicado. Iniesta, y el propio Barcelona, se parecen a veces a un purasangre, un caballo que necesita de los mejores cuidados, inalcanzable cuando est¨¢ en forma y especialmente sensible al menor constipado, noble en la victoria y tambi¨¦n en la derrota.

Los azulgrana atacaron bien y enfilaron mejor al Racing porque se perfilaron estupendamente a partir de los dos centrales. Los cambios de orientaci¨®n de M¨¢rquez y Piqu¨¦, siempre abiertos, le dieron aire y recorrido al equipo de la misma manera que Iniesta funcion¨® en el puesto de Xavi.

En un partido tan goloso y resuelto a las primeras de cambio, el ¨²nico que no parec¨ªa estar a gusto en la cancha era Messi, un fuera de serie que precisa de la dificultad y de la presi¨®n para marcar la diferencia. La pulga s¨®lo llam¨® la atenci¨®n cuando se toc¨® la pierna derecha. El suspense fue de pel¨ªcula hasta que el argentino se puso a caminar con la misma flema que antes se hab¨ªa parado. No pas¨® nada y Messi continu¨® como si el partido no fuera con su forma de ser. Igual de descolocado se sinti¨® Canales, insultado a partir del minuto de silencio guardado por la muerte del ex jugador Jaume Rigual. No marca Canales desde que fich¨® por el Madrid. La joven figura prefiri¨® el blanco al azulgrana y en el Camp Nou le dejaron en fuera de juego por su elecci¨®n.

El partido acab¨® por hacerse muy largo. El ba?o y masaje abona la relajaci¨®n, y el Bar?a se durmi¨® despu¨¦s del descanso, cuando ya hab¨ªa saltado de la camilla, recuperado por los goles, por el juego, por el visto bueno del rival. ?nicamente la ruleta de los cambios ayud¨® a pasar el rato. A la gente le ha dado por contar a los jugadores de la cantera que acaban el partido, y ayer fueron nueve, la mejor manera de celebrar el partido n¨²mero 100 de Guardiola. El gol de Thiago Alc¨¢ntara despu¨¦s de un quiebro celestial del reaparecido Messi, fueron el mejor punto y final de la fiesta. Anoche se impon¨ªa una jornada de reanimaci¨®n, sin sobresaltos para el barcelonismo, y el encuentro en este sentido fue una delicia.

Henry vuelve a marcar