Acto de fe en el Calder¨®n
El Atl¨¦tico se complica ante un Valencia al que tuvo controlado y se medir¨¢ al Liverpool de Torres
Atacado y con la sangre caliente, tan pronto el Doctor Jeckyll como Mister Hyde, el inexplicable Atl¨¦tico de Quique Flores sigui¨® su romance con Europa apeando a un Valencia tan valiente como cogido por alfileres en el once. La familia rojiblanca se llev¨® una doble alegr¨ªa por el resultado, que enturbi¨® el agobio final, y porque en semifinales se reencontrar¨¢ con el ni?o de la casa, Fernando Torres, buque insignia de un Liverpool que se agarra a la competici¨®n como tapadera para salvar una temporada infumable.
Un punto sadomasoquista, la escuadra del Manzanares, kamikaze donde las haya, se dej¨® dominar en un partido que tuvo controlado hasta que le entr¨® el tembleque, beneficiada porque al t¨¦cnico visitante le dio un ataque de entrenador en el peor momento posible. Aunque sea la versi¨®n b de la Champions la Liga Europa tambi¨¦n castiga los experimentos, como comprob¨® en sus carnes un Valencia que tuvo el pase en las botas pero que pag¨® la incertidumbre de la alineaci¨®n alucinante que Emery se sac¨® de la manga.
Atl¨¦tico 0 - Valencia 0
Atl¨¦tico: De Gea; Ujfalusi, Juanito, Dom¨ªnguez, Antonio L¨®pez; Reyes (Jurado, m. 46), Assun??o, Ra¨²l Garc¨ªa, Sim?o; Forl¨¢n y Ag¨¹ero (Salvio, m. 92). No utilizados: Asenjo; Perea, Cabrera, Camacho y Rub¨¦n P¨¦rez.
Valencia: C¨¦sar; Pablo Hern¨¢ndez, Alexis (David Navarro, m. 81), Fernandes, Maduro, Jordi Alba; Joaqu¨ªn (Zigic, m. 81), Baraja, Silva; Mata (Vicente, m. 81) y Villa. No utilizados: Moy¨¢; Lillo, M¨ªchel y Albelda.
?rbitro: Florian Meyer (Alemania). Expuls¨® a Emery de roja directa por protestar (m. 86). Amonest¨® a Reyes, Joaqu¨ªn, Silva, y Ag¨¹ero, que se perder¨¢ la ida de semifinales.
Unos 55.000 espectadores en el Calder¨®n.
En el Atl¨¦tico ped¨ªan calma y el responsable del Valencia quer¨ªa un duelo a tumba abierta como el de Bremen, a tope de p¨®lvora. Le cost¨® 80 minutos alcanzar su hoja de ruta, el tiempo que tard¨® el conjunto rojiblanco en derrumbarse como un castillo de naipes. Para eso el Valencia dispuso atr¨¢s una l¨ªnea de tres centrales, entre ellos Alexis, apenas recuperado de una lesi¨®n de peron¨¦, y Fernandes, un mediocentro retrasado para la causa ya que David Navarro tem¨ªa volver a romperse. Como soporte a la zaga comparecieron Pablo Hern¨¢ndez y Jordi Alba, dos extremos natos reconvertidos en carrileros para lo bueno y para lo malo.
Hasta la traca final el invento le sali¨® rana al Valencia y chifl¨® al Atl¨¦tico, que se repanting¨® a la espera de una contra, con un exceso de confianza con tintes suicida, mientras Villa y Mata se estrellaban una y otra vez contra la ¨²ltima l¨ªnea colchonera. El l¨¢tigo de Quique Flores ha acabado con una zaga que antes era un coladero y un regalo para cualquier delantera y que despu¨¦s de muchas segundas y terceras oportunidades y litros de paciencia no concede un gol desde el 28 de febrero en su estadio. Por m¨¢s que Joaqu¨ªn y Pablo Hern¨¢ndez trataron de ensanchar el campo para abrir alg¨²n resquicio y abrir el camino hacia De Gea, Dom¨ªnguez, secundado por Juanito y un Ujfalusi colosal por momentos, cortaron todas las aproximaciones hacia su ¨¢rea hasta la empanada final. Atado Silva por Assun??o y Ra¨²l Garc¨ªa, al portero rojiblanco y su guardia de corps les bast¨® con responder a los centros laterales que llegaban de las alas del Valencia hasta que el Atl¨¦tico se fue del partido cuando todav¨ªa quedaban 10 minutos.
M¨¢s tajo tuvo hasta entonces C¨¦sar, que mantuvo a su equipo de pie salvando todos los zarpazos que salieron de las botas de Forl¨¢n y compa?¨ªa, que agradecieron la entrada de Jurado por un Reyes que not¨® la falta de rodaje. El uruguayo pudo matar el encuentro al poca de iniciarse el segundo tiempo en un pase al hueco de Assun??o que finaliz¨® con una vaselina por encima de C¨¦sar a la que echaron fuera el efecto y el viento. Poco despu¨¦s el Bota de Oro chut¨® con m¨¢s tino y malicia y su remate lo desvi¨® C¨¦sar al poste. Cuando no fue el charr¨²a fue Ujfalusi quien lo intent¨®, pero el checo tambi¨¦n se encontr¨® con el portero del Valencia, que camino de los 40 volvi¨® a dar una lecci¨®n de reflejos.
Igual que De Gea, apenas requerido hasta que el Atl¨¦tico perdi¨® los papeles. El cr¨ªo volvi¨® a estar colosal justo cuando m¨¢s lo necesit¨® su equipo, sin gasolina en las piernas y con el cerebro hecho mantequilla. Las dudas de Forl¨¢n y la falta de empaque de Ag¨¹ero, intermitente de un tiempo a esta parte, terminaron contagiando al resto del grupo de Quique Flores. Con Villa tocando la corneta, sacudiendo el avispero con un trallazo que escupi¨® el larguero, los ¨²ltimos minutos se le indigestaron de mala manera al Atl¨¦tico, que se resete¨® justo cuando ya ten¨ªa el premio a tiro.
Con Zigic y Vicente sobre el tapete, las ¨²ltimas cartas que le quedaban a Emery, el Valencia oli¨® el miedo a la victoria y se lanz¨® a deg¨¹ello a por la recompensa en un brindis al f¨²tbol que dej¨® un partido que arranc¨® al rojo vivo y termin¨® como el rosario de la aurora. De Gea, qui¨¦n si no, resolvi¨® dos remates a quemarropa con el gigant¨®n Zigic de por medio mientras el Atl¨¦tico, falto de ideas y con el cuerpo hecho trizas, perd¨ªa tiempo como pod¨ªa. Pero no era la noche del Valencia, al que el ¨¢rbitro birl¨® un penalti escandaloso de Juanito sobre Zigic en el minuto 86 ?el agarr¨®n del central fue de tal calibre que rompi¨® la camiseta al serbio?, y s¨ª la de un Atl¨¦tico que volvi¨® a tirar de fe y que a falta de otros argumentos tiene m¨¢s vidas que un gato.
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