"Vuvuzelas' no, por favor"

Un grupo de j¨®venes cantaba para las c¨¢maras, otros bailaban con la sincron¨ªa de los sudafricanos, y cerca, dos chicas afrik¨¢ans, rubias y lozanas, paseaban con garbo convencidas de que su traje negro era muy flamenco y su sombrero cordob¨¦s.

En el campo, entrenaba Espa?a. No estaban Xabi Alonso, Xavi, Busquets y tampoco Piqu¨¦, en el gimnasio con el recuperador, porque se decidi¨® darles descanso. La grada cantaba y bailaba. Pero no hab¨ªa ni una sola vuvuzela: Del Bosque pudo trabajar en paz.

La vuvuzela es una suerte de trompeta de pl¨¢stico, que imita un ancestral instrumento con el que las tribus se citaban a reuni¨®n. Dicen que imita el sonido del elefante y otros lo relacionan con el ruido con el que los trenes anunciaban la llegada a los guetos de Sud¨¢frica. El caso es que en la pasada Copa Confederaciones sorprendieron a los equipos participantes. "Te vuelves loco, sentado en el banquillo", dijo G¨¹iza. Algunos equipos sondearon a la FIFA la posibilidad de prohibirlas en el Mundial, pero el comit¨¦ organizador avis¨® que podr¨ªa interpretarse como una falta de respeto. De hecho, es la banda sonora del f¨²tbol en muchos pa¨ªses africanos. "Les decimos que el entrenador se est¨¢ quedando af¨®nico, que pueden ver el entrenamiento y que por favor, vuvuzelas no", explic¨® ayer uno de los miembros de la seguridad privada contratada por la organizaci¨®n local. La federaci¨®n espa?ola asegura no saber nada del tema. No est¨¢ obligada, por otra parte, a abrir los entrenamientos al p¨²blico, podr¨ªa cerrarlos como han hecho varias selecciones. Pero se ha decidido que no. As¨ª que hubo bailes y c¨¢nticos. pero sin vuvuzelas. Y Del Bosque, tan feliz de poder comunicarse con sus jugadores sin desga?itarse.