Chile es fuego
Mark Gonz¨¢lez derriba el catenaccio suizo, pero el equipo de Bielsa pierde a Carmona y Mati frente a Espa?a
Chile es fuego. Marcelo Bielsa ha construido un equipo que quema por su intensidad, tanto en defensa como en ataque. Por la ambici¨®n y el despliegue f¨ªsico indesmayable. No es un conjunto refinado, porque no tiene, ni de lejos, la pureza t¨¦cnica de Espa?a, su rival en el tercer partido, pero s¨ª contagia pasi¨®n a la grada, no s¨®lo a sus enloquecidos seguidores, y ser¨¢ un adversario temible para el combinado de Del Bosque.
Aunque algo menos debido a las tarjetas que vieron Carmona y Mati Fern¨¢ndez, sancionados frente al combinado espa?ol. En eso todav¨ªa no pensaba Bielsa cuando, en su primer gesto de alegr¨ªa, busc¨® a todos los miembros del banquillo chileno para abrazarse. Hab¨ªa que festejar la sufrida y merecida victoria ante elcatenaccio suizo, abierto finalmente por un cabezazo rabioso de Mark Gonz¨¢lez.
Chile 1 - Suiza 0
Chile: Bravo; Jara, Medel, Ponce, Isla, Carmona, Vidal (Mark Gonz¨¢lez, min.46), Mat¨ªas Fern¨¢ndez (Paredes, min.64), Alexis S¨¢nchez, Suazo (Valdivia, min.46) y Beausejour.
Suiza: Benaglio; Lichtsteiner, Von Bergen, Grichting, Ziegler, Inler, Huggel, Behrami, Gelson Fernandes (Bunjaku, min.76), Frei (Barnetta, min.42) y N''Kufo (Derdiyok, min.68).
Gol: 1-0: Mark Gonz¨¢lez (min.75).
?rbitro: Khalil Ghamdi (KSA). Mostr¨® cartulina amarilla a Suazo (min.2), N''Kufo (min.18), Carmona (min.22), Ponce (min.25), Barnetta (min.48), Mat¨ªas Fern¨¢ndez (min.60), Inler (min.60), Medel (min.61) y Valdivia (min.90+2) y expuls¨® con roja directa a Behrami (min.31).
Incidencias: Partido de la segunda jornada del Grupo H del Mundial de Sud¨¢frica 2010 disputado en el estadio Nelson Mandela Bay ante 34.872 espectadores.
El partido fue ¨¢spero, afeado por un viento desagradable y por la predisposici¨®n al duelo de navajas de ambos equipos. Si los suizos cre¨ªan que iban a tener un rival tan tierno como Espa?a, se equivocaron. Puesto a ser agresivos, los chilenos compiten con cualquiera. Aunque eso le costara sanci¨®n a Carmona que le impedir¨¢ medirse a Espa?a. El mediocentro del Reggina es la pieza t¨¢ctica m¨¢s codiciada para Bielsa. El jugador que constantemente pega las dos mitades en las que suele partirse el conjunto sudamericano.
En contra de la creencia popular, no fueron los italianos sino los suizos los inventores del catenaccio. O al menos los que acogieron a un austriaco, Karl Rappan, que en los a?os treinta comenz¨® a implantar, tanto en la selecci¨®n suiza como en el Servette, la simiente de lo que posteriormente ser¨ªa el cerrojazo. El alem¨¢n Ottmar Hitzfeld, actual seleccionador, no es que haya bebido en esas fuentes, pero de alguna manera ha imitado a su compatriota Otto Rehhagel, campe¨®n as¨ª en la Eurocopa de Portugal 2004 al frente de Grecia. Los suizos jugaron con la maza, machacando el bal¨®n a la primera oportunidad. Y tratando de rapi?ar alg¨²n error del contrario.
El viento actu¨® en contra del juego m¨¢s preciso de Chile, el ¨²nico con intenci¨®n de crear algo. Bielsa mand¨® abrir el campo como acostumbra, pero los centros se iban siempre del lugar indicado. La apuesta era disparar desde lejos: la mezcla del Jabulani con las rachas del viento pod¨ªa convertirse en el mejor aliado. Desde fuera del ¨¢rea, Vidal y Carmona sometieron a Benaglio a un pelot¨®n de fusilamiento. El portero suizo respondi¨® con agilidad.
A Behrami, interior derecho del West Ham, se le fue la mano en el acoso a Vidal, que exager¨® el manotazo recibido. Y obtuvo lo que quer¨ªa: la expulsi¨®n del volante suizo. Con uno menos desde la media hora, Hitzfeld no tuvo ninguna duda: m¨¢s defensa. Retir¨® al veterano Frei y dio paso a Barnetta, lateral izquierdo del Bayer Leverkusen. Ya ten¨ªa recompuesto otra vez el muro, dos l¨ªneas de cuatro, con NKufo solo arriba. Arriba es un decir, en el centro del campo ser¨ªa m¨¢s ajustado.
Bielsa tom¨® decisiones importantes en el descanso. Relev¨® a Vidal y a Suazo por Mark Gonz¨¢lez y Valdivia. Chile ten¨ªa prisa por ganar. Y Alexis S¨¢nchez hab¨ªa so?ado tanto ese momento, el de celebrar un gol en un Mundial, que se pas¨® un minuto largo festejando un tanto que hab¨ªa sido anulado por fuera de juego de un compa?ero.
El partido sigui¨® muy bravo y Mati Fern¨¢ndez, amonestado, tambi¨¦n faltar¨¢ a la cita con Espa?a. La barrera suiza era cada vez m¨¢s espesa y s¨®lo la velocidad de Alexis S¨¢nchez amenaz¨® con resquebrajarla. Claro que, en los metros finales, el extremo del Udinese se aturullaba.
Bielsa vio que se le escapaba la victoria y meti¨® a Paredes, otro delantero m¨¢s. Atacaba con cuatro (S¨¢nchez, Valdivia, Paredes y Beausejour) y dejaba todo el medio del campo para Carmona, el motor incansable de este equipo, una baja doloros¨ªsima para Bielsa.
La ambici¨®n chilena dio sus frutos. El peque?o Medel, central veloz y aguerrido, envi¨® un pase en profundidad, a las espaldas de los defensores, con varios posibles destinatarios. Lo alcanz¨® Paredes en la l¨ªnea de fondo, lo centr¨® al otro lado y Mark Gonz¨¢lez cabece¨® fuerte y picado. Lo suficiente para que, en la l¨ªnea de gol, Lichsteiner no pudiera sacarlo. El duelo se abri¨® definitivamente, se sucedieron las ocasiones desperdiciadas por Paredes a la contra e incluso Suiza tuvo la suya: un disparo fuera de Derdiyok. El fuego chileno se impuso al viento y al cerrojo suizo.
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