El motor argentino

El interrogante comenz¨® una ma?ana veraniega de 2009 en Argentina. Las principales calles del pa¨ªs amanecieron empapeladas con el rostro del capit¨¢n de la albiceleste, Javier Mascherano (San Lorenzo; 1984), junto a un enigm¨¢tico mensaje: "Conoc¨¦ la verdad". Una serie de reportajes de investigaci¨®n en Internet desgranaban poco a poco una supuesta doble identidad del medio centro del Liverpool, quien, seg¨²n desvelaban, ten¨ªa un motor multijet implantado en su interior que justificaba su gran rendimiento. Ahora lo demuestra en Sud¨¢frica.

El asunto ocasion¨® gran controversia hasta que al final, a los pocos d¨ªas, qued¨® al descubierto la trama: una campa?a publicitaria de la conocida marca FIAT que cont¨® incluso con la participaci¨®n del propio Mascherano. Fin al misterio. "Pensamos en ¨¦l porque las caracter¨ªsticas del motor coincid¨ªan con las de un cinco corredor", se?alaron los responsables del montaje, conocedores de las virtudes del argentino, de corte defensivo, potente disparo y galones de l¨ªder. Su nombre, eternamente ligado a la rumorolog¨ªa estival de los grandes clubes europeos, despierta elogios tanto en el Viejo Continente como en su selecci¨®n, donde posee a su principal valedor en el banquillo. En palabras de Maradona, "Argentina es Mascherano y 10 m¨¢s".

El jefecito, producto de la prol¨ªfica cantera de River Plate, se ha convertido a base de garra en una de las claves tanto de su selecci¨®n como en el Liverpool. Su llegada al vestuario de Anfield, en febrero de 2007, estuvo a expensas de la FIFA dada la normativa que impide a un jugador jugar en tres equipos durante una misma temporada, tras salir del Corinthians brasile?o y firmar por el West Ham ingl¨¦s al inicio del curso. Con el visto bueno del m¨¢ximo ente futbol¨ªstico, Mascherano abandon¨® el ostracismo y el anonimato para brillar en la oscuridad bajo la batuta de Rafa Ben¨ªtez, ya en el Inter.

Defendiendo a la albiceleste, el medio centro argentino ha conquistado dos oros ol¨ªmpicos (Atenas' 04 y Pek¨ªn' 08) y el coraz¨®n de Maradona, que le otorg¨® la capitan¨ªa en 2008. Sin embargo, en la selecci¨®n se le achaca su paso de puntillas en el enfrentamiento entre el seleccionador y Riquelme, que dieron con los huesos del enganche de Boca Juniors fuera del combinado nacional. Errores de bulto tuvo tambi¨¦n en el choque que le vali¨® el pasaporte a Argentina para el Mundial, contra Per¨², en el que un fallo suyo habilit¨® la igualada de los andinos, desenmara?ada a ¨²ltima hora por Palermo (2-1).

Sus deslices, no obstante, no le han valido para dimitir de su cargo de mariscal en el medio, donde ejerce de l¨ªder sin discusi¨®n en un puesto inestable en el combinado sudamericano. Solo Mascherano resiste regularmente en un equipo famoso por su pegada y no por su contenci¨®n. A m¨¢s partidos, mejor rendimiento. El supuesto motor multijet que le fue implantado, de alta tecnolog¨ª?a y gran fiabilidad, sigue dando resultados. Maradona respira. A Mascherano le queda mucha gasolina.