Un favor al f¨²tbol

Con Argentina a la vista, nada de pucherazo. Bendita Uruguay y bendita M¨¦xico. A las dos les bastaba un punto para certificar el pase a los octavos de final y bien pudieron abochornar al f¨²tbol como lo hicieron en 1982 Alemania y Austria, que pactaron un 1-0 en Gij¨®n y, entre besos y arrumacos de unos y otros , fulminaron a Argelia. Entre uruguayos y mexicanos no hubo verg¨¹enzas y ambos disputaron desde el inicio un partido verdadero. En juego no solo estaba la honradez, el culto al deporte, sino tambi¨¦n la primera plaza del grupo, lo que permit¨ªa evitar a Argentina en el cruce. Se dir¨¢ que el premio era gordo, pero nadie habr¨ªa reprochado a la celeste o la tricolor un exilio en los octavos. Un batacazo en la ¨²ltima jornada ?Sud¨¢frica y Francia a¨²n ten¨ªan posibilidades? habr¨ªa destapado los truenos.

No hubo que esperar para ver el tono ¨¢spero y perruno del encuentro. Con todos los titulares al frente, a los cinco minutos, al uruguayo Luis Su¨¢rez se le escap¨® un disparo cruzado por un dedo. Tres despu¨¦s, Diego P¨¦rez fue amonestado por atropellar a Cuathemoc Blanco. Al poco, Guardado revent¨® el larguero de Muslera con un remate desde Jalisco. Instantes m¨¢s tarde, al propio P¨¦rez tuvieron que vendarle la cabeza.

El encuentro ten¨ªa hueso. Con M¨¦xico al destape, con Blanco, Giovani dos Santos, Guille Franco y Guardado al frente, y con Uruguay a la carrera con Luis Su¨¢rez y Forl¨¢n. Sin tregua, un centro desde la derecha de Cavani fue cazado por Luis Su¨¢rez, que cabece¨® en la intemperie, sin la diligencia de ning¨²n escolta mexicano. De Bloemfontain llegaban noticias inquietantes para el equipo de Javier Aguirre. Injustamente condenado Gourcuff a la expulsi¨®n, la amotinada Francia sucumb¨ªa ante Sud¨¢frica por 2-0. La carambola de los anfitriones era posible.

Angustiados los mexicanos, Uruguay solo cedi¨® tras un remate de su capit¨¢n, Lugano, al que respondi¨® el irregular meta ?scar P¨¦rez con una buena intervenci¨®n. Ah¨ª baj¨® la persiana el equipo de ?scar Tab¨¢rez, que se meti¨® en la cueva. Su adversario apenas reaccion¨® con el ex barcelonista Giovani, su mejor abrelatas, muy ausente. El chico, al que no le faltan cualidades, tiende a la dispersi¨®n. Ya le ocurri¨® en el Bar?a, en el que ahora despunta su hermano Jonathan, y dej¨® el club de forma prematura para alistarse en la Liga turca, en la que precisamente no se madura m¨¢s r¨¢pido.

Sin el gambeteo de Giovani, M¨¦xico ech¨® el lazo al Chicharito Hern¨¢ndez, decisivo en la jornada previa ante Francia, pero no le alcanz¨®. Adem¨¢s, el nuevo jugador del Manchester United bien pudo ser expulsado por un codazo a Victorino mucho m¨¢s certero y alevoso que el de Gourcuff al sudafricano Sibaya. Pero, ya se sabe, los ¨¢rbitros no son del mismo reino.

En el banquillo de Aguirre los nervios los templ¨® el franc¨¦s Malouda con su gol a Sud¨¢frica. Uruguay, s¨®lido en la trinchera, resiti¨® con aplomo y se garantiz¨® la primera plaza del grupo. Un esquinazo a Argentina, un regate a un cl¨¢sico del f¨²tbol. En los octavos se medir¨¢ a Corea del Sur. A M¨¦xico no le quedar¨¢ otro remedio que retarse con Messi y Maradona.

En cualquier caso, la clasificaci¨®n de las dos selecciones subraya el paso firme de los equipos americanos, grandes animadores del inicio del campeonato, en el que, a estas alturas, ninguno de ellos, ni siquiera Honduras, tiene ya cerrado el billete de vuelta.

M¨¦xico 0 - Uruguay 1