La Real no da la talla

No queda rastro de la Real Sociedad que, hace dos s¨¢bados, plant¨® cara al Real Madrid en Anoeta. El equipo que ayer salt¨® al rebautizado Iberostar Estadi ?todav¨ªa Son Moix para la afici¨®n? fue m¨¢s bien la triste continuaci¨®n del que cay¨® goleado el martes en Pamplona. Ante los rivales de su liga, que le han endosado cinco goles en dos partidos, la Real est¨¢ dando su verdadera medida de reci¨¦n ascendido.

En su propia monta?a rusa anda el Mallorca de Laudrup: buenas actuaciones y buenos resultados en casa; mala imagen y bot¨ªn a cero en los desplazamientos. Tocaba victoria, pues, y ¨¦sta cay¨® del bando local por una cuesti¨®n de intensidad. La misma que el t¨¦cnico realista, Mart¨ªn Lasarte, reclam¨® a los suyos con evidente disgusto al final del encuentro: "Uno puede perder, pero si hay partidos en los que el equipo no ingresa dando el 100%, todo va a ser mucho m¨¢s complicado".

Para evitar complicaciones, Lasarte decidi¨® volver a lo que le funcion¨® ante el Madrid: el doble pivote formado por Aranburu y Rivas. Pero ni por esas. La Real no oli¨® el bal¨®n en toda la primera mitad. Los jugadores blanquiazules situados m¨¢s all¨¢ del c¨ªrculo central, Zurutuza y Tamudo, deambulaban sin rumbo, a la espera de asistencias que nunca llegaban. Mientras tanto, el Mallorca impon¨ªa su dominio sin dificultades y desbordaba por el flanco derecho gracias a la asociaci¨®n de Nsue con el brasile?o Ratinho, debutante en el puesto de lateral.

La flojera defensiva de los donostiarras qued¨® retratada en la jugada del primer gol. Dentro del ¨¢rea, Mikel Gonz¨¢lez aguard¨® a que el argentino Cavenaghi recibiera el bal¨®n, amagara a un lado y luego al otro, para finalmente batir de media vuelta a Bravo. Era el minuto siete de partido, pero nada cambi¨® en el gui¨®n de Lasarte. Encajonada, la Real mantuvo su renuncia a la pelota y no se meti¨® en mayores l¨ªos porque el Mallorca no apret¨®. La dimisi¨®n de Prieto y Griezmann a la hora de las ayudas acab¨® por partir el equipo en dos.

A partir de la batuta de De Guzm¨¢n, un Mallorca serio asumi¨® el control total del partido, a¨²n sin ser capaz de convertir su dominio en ocasiones claras. Hasta que apareci¨® de nuevo Cavenaghi. En la isla han tenido que esperar a la quinta jornada de Liga para que el delantero, cedido este verano por el Girondins, estrenase su cuenta goleadora. Un saque de esquina cabeceado con intenci¨®n por V¨ªctor le sirvi¨® para hacer doblete con la puntera.

Por entonces, el partido se hab¨ªa convertido ya en un desatinado sube y baja, una din¨¢mica que a priori favorec¨ªa a la Real, frente a un Mallorca que en este inicio de temporada demuestra dificultades a la hora de echar el cierre a los encuentros. La entrada de Llorente, en sustituci¨®n de un poco acertado Aranburu, iba destinada a aportar m¨¢s mordiente en el tramo final. Pero, rotos los esquemas, el equipo de Lasarte concedi¨® a¨²n mayores espacios y las oportunidades m¨¢s claras llegaron para los baleares. No hubo goleada como la encajada ante Osasuna porque un trallazo fenomenal de V¨ªctor se estrell¨® en el larguero y porque, sobre el pitido final, Bravo sac¨® una manopla para desviar un disparo de Castro.