El Bar?a ejerce de campe¨®n

El vigente campe¨®n de Liga se zamp¨® ayer al Getafe de manera rotunda . El Barcelona ni siquiera le concedi¨® al Getafe el beneficio de la duda: abri¨® la boca y lo engull¨®. Le bast¨® con coger el bal¨®n para dar una lecci¨®n de juego inolvidable. Marc¨® Messi, claro, y marc¨® tambi¨¦n Villa, pero por encima de todo jug¨® el Barcelona, que mostr¨® el adem¨¢n que le identifica con lo que fue, y al tiempo, viene a reafirmar su voluntad de seguir siendo un equipo para el que se busca sustantivo porque ha agotado los adjetivos. Gan¨® el Barcelona al Getafe y dice la tradici¨®n que cuando eso ocurre, en el Camp Nou se celebra la Liga.

A tenor de lo visto ayer, el Barcelona no pasea en su pecho el escudo que le se?ala como el mejor equipo del mundo por lo que hizo, sino por lo que pretende seguir haciendo. Ni da tregua al rival ni la contempla para ¨¦l mismo. Ayer jug¨®, gan¨® y, a ratos, pareci¨® volar. Entregado a la idea que le ha convertido en referente, el Bar?a pele¨® muy arriba por tener la pelota, la hizo suya y no la solt¨® hasta enfrentar a Codina. Toc¨® tanto y tan r¨¢pido que los muchachos de M¨ªchel siempre llegaron tarde. A ratos, la superioridad del Barcelona fue tal que result¨® casi aburrida, porque pareci¨® que no ten¨ªa adversario.

Al comp¨¢s que dict¨® Xavi, de quien nadie dir¨ªa que le duelen los tendones de los dos talones tanto como le duelen, el juego tuvo siempre sentido. Protegi¨® Mascherano, filtr¨® Iniesta, se abri¨® Pedro, se ofreci¨® Villa y deleit¨® Messi, para desarmar a un equipo, el Getafe, que si quiere no puede y si puede, pareci¨® no querer, cosa que resultar¨ªa altamente preocupante para M¨ªchel, que pretende ver a sus chicos jugar con el desparpajo y la profundidad del Barcelona, pero la imitaci¨®n no le cuaja.

Se impuso el Bar?a de principio a fin, con una paciencia digna de elogio, a partir de unos interminables rondos. Cay¨® por su propio peso el talento y la superioridad del Bar?a. Seguramente el primer gol de Messi resume perfectamente lo que fue el duelo. La jugada fue maravillosa: la empez¨® Alves sumando como extremo, la sigui¨® con Villa vestido de Xavi o de Iniesta sobre el punto de penalti y la acab¨® con una definici¨®n sutil como pocas Messi, insaciable como de costumbre.

La combinaci¨®n entre el 7 y el 10 vino a poner de manifiesto que m¨¢s all¨¢ del gol, el Guaje aporta mucho al ataque azulgrana. As¨ª sucedi¨® ayer cuando habilit¨® a la Pulga para que marcara el 0-1. Como ha venido haciendo en los ¨²ltimos cuatro partidos, Messi puso ayer en ventaja al Bar?a. El gol del de delantero de Rosario ya es una costumbre cada vez que asoma por el Alfonso P¨¦rez. Y si no marc¨® m¨¢s fue por algunos detallitos, entre otros su generosidad. Saciado su vicio, se preocup¨® de que Villa tuviera su dosis y busc¨® al asturiano hasta que le encontr¨®.

Con 10 mundialistas y siete campeones del mundo -todos menos Busquets, que cedi¨® su sitio a un entonado Mascherano-, el Barcelona se impuso como lo que es, una m¨¢quina engrasada que funciona como un reloj. No perdon¨® Villa a la tercera que tuvo, justo cuando el partido ya era un festival, cuando el Barcelona era un vendaval que no atend¨ªa a razones.

Se tens¨® el Getafe en la reanudaci¨®n y el partido encontr¨® dos porter¨ªas. De perdidos, al rio, debieron pensar los de azul, as¨ª que, en consecuencia, se crecieron los de M¨ªchel hasta dejarse ver por el ¨¢rea rival como nunca. Pero tan pronto atin¨® el Bar?a a pisar ¨¢rea rival, marc¨® Pedro y se termin¨® la historia despu¨¦s que Messi provocara el error de Cata D¨ªaz y la incapacidad del portero Codina para rectuficar a su compa?ero. Lo que vino despu¨¦s debi¨® ser pura an¨¦cdota, pero el orgullo del equipo local se empe?¨® en demostrar lo contrario.

Marc¨® el Getafe de penalti, en una jugada que le cost¨® a Piqu¨¦ la segunda amarilla y la expulsi¨®n -no podr¨¢ jugar contra el Villarreal-, y el Getafe se quit¨® los complejos. Los chicos de M¨ªchel no pararon de buscar a V¨ªctor Vald¨¦s. Exigido, el portero del Barcelona apareci¨® para facilitar un desenlace sin angustias para el bando barcelonista. Solo falt¨® que Boateng dejara su equipo con 10 para que el campe¨®n recobrara el pulso y el partido terminara como empez¨®: con el Bar?a, o sea, el campe¨®n, imponiendo su estilo con una autoridad y liderazgo indiscutibles. Anoche funcion¨® la orquesta y se luci¨® tambi¨¦n el solista Messi para completar una actuaci¨®n revitalizadora.

Getafe 1 - Barcelona 3