Sainz dice adi¨®s al Dakar

El d¨ªa empez¨® torcido. El equipo Volkswagen, que es uno de los pocos, si no el ¨²nico, que no pasa la noche al raso como el resto de personas que integran la caravana del Dakar, viajaba desde su hotel en Chilecito hacia el vivaque para tomar la salida de la 11? etapa, la que les llevar¨ªa hacia San Juan. Eran las seis y media de la ma?ana cuando el minib¨²s en el que iban todos los pilotos y copilotos, entre ellos el l¨ªder, Nasser Al-Attiyah, y el segundo clasificado y vigente campe¨®n, Carlos Sainz, tuvo un accidente de tr¨¢fico. Con lesiones, aunque no muy graves, llegaron al campamento y se subieron a sus respectivos veh¨ªculos para iniciar la prueba. Lo que no sab¨ªa el madrile?o es que su mala suerte no hab¨ªa terminado. Tras un d¨ªa de perros el mi¨¦rcoles, Sainz estuvo parado ayer m¨¢s de una hora para reparar la suspensi¨®n delantera de su Touareg. Lleg¨® el und¨¦cimo, a 1h 14m 50s de Al-Attiyah. Sainz ya ni siquiera espera un milagro. El Dakar para ¨¦l ha terminado. A falta de dos etapas, es tercero en la general y Al-Attiyah le aventaja en 1h 27m 27s.

El minib¨²s que llevaba a los dos aspirantes al triunfo hasta la l¨ªnea de salida viajaba por la carretera principal cuando un segundo coche se incorpor¨® por la derecha. "Se debe de haber saltado alg¨²n stop", explicaban. El bus de Volkswagen no pudo esquivarlo. El golpe fue tremendo. Tanto que el piloto del otro coche acab¨® en el hospital con la mand¨ªbula rota y algunos cortes en la cabeza, aunque fuera de peligro.

Los Sainz, Al-Attiyah y compa?¨ªa se subieron a sus veh¨ªculos tan pronto llegaron al campamento. Cada uno con sus dolores: el catar¨ª se quejaba del tobillo izquierdo y de un golpe en la espalda; el madrile?o de un golpe en una rodilla. "Apenas ha habido tiempo para que se subieran al coche, estaban en condiciones de pilotar, pero no les ha visto ning¨²n m¨¦dico", explicaban en Volkswagen cuando se conoci¨® la noticia y sus pilotos disputaban la especial cronometrada.

Fue en el kil¨®metro 140, en la segunda parte de la cronometrada, que ayer, adem¨¢s de estar dividida en dos tramos tuvo que ser neutralizada poco m¨¢s de unos 90 kil¨®metros porque las fuertes lluvias dejaron el terreno impracticable, donde a Sainz se le termin¨® la poca fortuna que le acompa?¨® este a?o. Su Volkswagen azul, ese que lleva el dorsal n¨²mero 300, ese al que todos aclaman en Argentina, donde El Matador es un ¨ªdolo de masas, se comi¨® un agujero y rompi¨® una serie de piezas que afectaban a las suspensiones y la direcci¨®n del coche. Sainz estuvo parado hasta que lleg¨® su compa?ero Mark Miller, que le dio unas suspensiones nuevas y le ayud¨® a reparar el Touareg, cuando muchos tem¨ªan ya el abandono de Sainz.

Todo ello le cost¨® al madrile?o m¨¢s de una hora. Y solo entonces pudo retomar su camino. Claro que ya lo ten¨ªa todo perdido en esta edici¨®n de la carrera. "Hoy ten¨ªamos que tomar riesgos, y no siempre el que arriesga sale ganando. ?bamos detr¨¢s de Nasser, con mucho polvo, no ve¨ªamos nada, nos hemos salido un poco del camino y he entrado frenando en un agujero. Vinimos aqu¨ª a intentar ganar el rally, no a hacer segundo o tercero. Era importante intentarlo, pero sali¨® mal", dijo el piloto nada m¨¢s llegar al campamento, a¨²n desfondado y deshidratado.

Mientras Sainz se reenganchaba a la cronometrada, otro Volkswagen llegaba, triunfante, al campamento itinerante en San Juan. Al-Attiyah, que apareci¨® a golpe de claxon, y su copiloto Timo Gottschalk fueron recibidos entre los aplausos de su equipo. Nada m¨¢s bajarse del coche, al catar¨ª le esperaba Kris Nissen, director del departamento de competici¨®n de la f¨¢brica de Wolfsburgo, que le abraz¨® y le felicit¨® con unas palabras al o¨ªdo. ?Qu¨¦ le dijo? "Que estaba muy contento y que, por favor, lo ¨²nico que necesit¨¢bamos era llegar a Buenos Aires", explic¨® el piloto con una sonrisa. No quiso confesar sentirse ya el vencedor de este rally. No todav¨ªa. "Ahora solo debo concentrarme en terminar".

Al-Attiyah ya sab¨ªa de su ventaja de m¨¢s de 12 minutos sobre Sainz ayer por la ma?ana, antes de la etapa hasta San Juan, pero lo que no supo hasta terminar la cronometrada fue que su ¨²nico rival, su compa?ero en Volkswagen, andaba perdido en alg¨²n lugar de Buenos Aires, esperando una pieza sana para su malherido Touareg. Sainz perdi¨® m¨¢s de una hora y sus opciones en el rally.