Alemania, a los pies de los 'cachorros' del Dortmund

La afici¨®n del Borussia Dortmund, una de las m¨¢s fieles del f¨²tbol europeo, tiene motivos para sonre¨ªr por primera vez en una d¨¦cada. Han pasado casi nueve a?os desde que el club gan¨® su ¨²ltima Bundesliga y perdi¨® la final de la Copa de la UEFA ante el Feyenoord, holand¨¦s. Un periodo marcado por una grave crisis econ¨®mica, reflejada deportivamente en un rendimiento muy inferior al que hac¨ªan presagiar los a?os previos, la etapa dorada del club, cuando gan¨® tres Ligas y fue campe¨®n de Europa. Ahora, de la mano de un t¨¦cnico valiente y unos futbolistas descaradamente j¨®venes, el mejor Borussia est¨¢ de vuelta.

El equipo de la cuenca del Rhur est¨¢ realizando una temporada espectacular en la Bundesliga. Dirigido por J¨¹rgen Klopp (43 a?os), lidera la competici¨®n con 11 puntos de ventaja sobre el Bayer Leverkusen, segundo clasificado, y 14 sobre el Bayern de M¨²nich, vigente campe¨®n y tercero en la tabla. Con una plantilla cuya edad media supera por poco los 24 a?os, en 20 jornadas ha ganado 16 partidos, los mismos que en toda la temporada pasada.

El Dortmund es el equipo m¨¢s goleador y el menos goleado del campeonato -46 tantos a favor y 12 en contra-. Remata una media de 16 veces por partido, siete entre los tres palos, y tiene una posesi¨®n media del bal¨®n superior al 50%. El equipo, que solo ha perdido dos choques, ha registrado victorias tan notables como las conseguidas ante su rival hist¨®rico, el Schalke 04 del espa?ol Ra¨²l (1-3), el Leverkusen (1-3) o el Hannover 96 (0-4). Tambi¨¦n ha derrotado al Bayern de M¨²nich (2-0). La gran trayectoria del equipo esta temporada solo tiene dos peros: las tempranas eliminaciones de la Copa alemana -en segunda ronda- y la Liga Europa, de la que se despidi¨® tras empatar a dos con el Sevilla en la ¨²ltima jornada de la fase de grupos. Dos manchas que no han impedido que el club renovara a su entrenador hasta 2014.

J¨¹rgen Klopp comenz¨® su carrera como t¨¦cnico en 2001 en el Mainz, club en el que hab¨ªa colgado las botas ese mismo a?o. Dirigi¨® a aquel conjunto hasta 2008, cuando fich¨® por el Dortmund. Apasionado, gesticulante, pero sobre todo valiente, apuesta por el f¨²tbol ofensivo y no teme darle galones a jugadores muy j¨®venes. Es el caso del mediapunta Mario G?tze , que a sus 18 a?os es la gran revelaci¨®n del equipo a cuyas categor¨ªas inferiores lleg¨® cuando ten¨ªa nueve. Destacable por su t¨¦cnica y su visi¨®n de juego, el seleccionador alem¨¢n, Joachim L?w, ya le ha hecho jugar con los mayores en la Mannschaft. Aunque debut¨® con el primer equipo del Borussia la temporada pasada, su explosi¨®n se ha producido en la actual, en la que ha participado en 19 partidos de 20 en la Liga -es el d¨¦cimo jugador de la plantilla con m¨¢s minutos de juego, 1.329-, anotando 4 goles.

Junto a ¨¦l suelen formar habitualmente futbolistas como Hummels, Sahin, Subotic y Grosskreutz, todos de 22 a?os, o el sorprendente Kagawa -21-, una flecha fichada por 350.000 euros de la Segunda Divisi¨®n japonesa que con 8 tantos es el segundo m¨¢ximo goleador del equipo en Liga -el paraguayo Lucas Barrios lleva nueve-. El japon¨¦s, eso s¨ª, se perder¨¢ lo que queda de temporada, tras lesionarse durante la disputa de la Copa de Asia con su selecci¨®n. Barrios, Pisczczek y el meta Weidenfeller son los ¨²nicos borussers de m¨¢s de 23 a?os que han jugado m¨¢s de mil minutos esta temporada en la Bundesliga.

?Retorno a los a?os dorados?

Todav¨ªa es pronto para saber hasta d¨®nde llegar¨¢, pero los buenos resultados del Borussia, que salvo hecatombe ganar¨¢ la Bundesliga y disputar¨¢ la Liga de Campeones por primera vez en nueve a?os, permiten a sus aficionados so?ar con la posibilidad de que el club recupere el rendimiento de sus mejores ¨¦pocas. El Dortmund es el cuarto equipo alem¨¢n con m¨¢s t¨ªtulos de Liga. Ha sido campe¨®n seis veces -tres desde que en 1963 se instaurara el actual sistema de competici¨®n-. Solo le superan Bayern, Nuremberg y Schalke. Tambi¨¦n ha ganado dos copas alemanas, en 1965 y 1989, y fue el primer club de su pa¨ªs que alz¨® un t¨ªtulo continental, al conquistar la Recopa en 1966.

Pero sin lugar a dudas su mayor ¨¦xito fue la Liga de Campeones que gan¨® en 1997 con una sorprendente victoria (3-1) sobre el todopoderoso Juventus de Lippi, Zidane y Del Piero. El equipo italiano, vigente campe¨®n, hab¨ªa derrotado al Borussia solo cuatro a?os antes en la final de la Copa de la UEFA. Entre las pocas ventajas que se pod¨ªan contabilizar a favor de los alemanes estaban el hecho de que la final se disputaba en su pa¨ªs y que en su defensa mandaba Matthias Sammer, ganador un a?o antes del Bal¨®n de Oro. El Dortmund, sin embargo, hizo gala aquella noche de la m¨¢s pura efectividad germ¨¢nica: tres goles en cuatro llegadas. Pocas im¨¢genes simbolizan aquel partido tan bien como la del meta italiano, Peruzzi, clavado en el suelo, mirando c¨®mo le pasa por encima el bal¨®n en el tercer gol alem¨¢n, logrado por Ricken.

Al a?o siguiente, el Borussia gan¨® la Copa Intercontinental y lleg¨® hasta las semifinales de la Liga de Campeones -fue eliminado por el Real Madrid-. No volvi¨® a proclamarse campe¨®n de la Bundesliga hasta 2002, cuando le arrebat¨® el t¨ªtulo in extremis al Bayer Lerverkusen. Pocos d¨ªas despu¨¦s, cay¨® de nuevo en una final de la UEFA, esta vez por 3-2 ante el Feyenoord, que tuvo la suerte de que el estadio designado para la disputa del ¨²ltimo partido de la competici¨®n fuera el suyo.

Aquel ¨²ltimo buen Borussia era el de Lehmann, K?ller, Rosicky y Ewerthon. Tambi¨¦n el del veterano J¨¹rgen Kohler, que a sus 36 a?os hab¨ªa elegido el partido de Rotterdam para despedirse a lo grande del f¨²tbol, pero fue expulsado a los 31 minutos. Y era, todav¨ªa, el equipo de Sammer, el capit¨¢n que cinco a?os antes hab¨ªa levantado la Copa de Europa, y que hab¨ªa pasado de dirigir a sus compa?eros desde la zaga a hacerlo desde el banquillo. Es, en definitiva, la ¨²ltima gran referencia para el equipo de cachorros que actualmente doblega a sus rivales semana a semana, devolviendo a miles de aficionados de la cuenca del Rhur la ilusi¨®n olvidada de quienes aspiran a ser campeones.