El amor propio premia al Levante

Como en un ep¨ªlogo feliz y extenuante de su temporada, el Levante arranc¨® un empate en Mestalla gracias a su inmenso amor propio. Despleg¨® un impecable ejercicio defensivo y celebr¨® a lo grande el punto que le asegura la permanencia, con malos modos por parte de su capit¨¢n Ballesteros al abandonar el campo. El punto le permite al Valencia asegurar un meritorio tercer puesto en un partido sin componendas: Mata envi¨® el bal¨®n al palo en el 88.

Los malpensados, convencidos del apa?o, se quedaron sin argumentos a los cinco minutos: tres tarjetas amarillas y mucha bronca. Hasta los entrenadores se encararon a las primeras de cambio, como si hubiera viejas cuentas pendientes: tal vez el futuro del banquillo de Mestalla tambi¨¦n estaba en juego. El partido se enred¨® en el primer minuto y as¨ª transcurri¨® durante todo el primer periodo, con dos expulsiones (Xisco Nadal y el entrenador, Luis Garc¨ªa), muchas patadas, bastantes simulaciones y poco f¨²tbol.

Al quedarse tan pronto con 10 tras la expulsi¨®n de Xisco Nadal (m. 20), Luis Garc¨ªa agudiz¨® la idea granota de replegarse mucho y muy solidariamente. En torno a Ballesteros, el Levante construy¨® un muro que el Valencia no supo sortear en la primera parte. Le falt¨® la frescura de sus laterales para llegar a la l¨ªnea de fondo. Extramotivado Caicedo, saltaron chispas de su duelo con Ricardo Costa, muy agresivo por ambas partes.

Tras el descanso, Emery exigi¨® mucha m¨¢s profundidad a sus laterales, supliendo a uno de ellos, Mathieu, por el m¨¢s explosivo, Jordi Alba. El Levante se defendi¨® con la precisi¨®n de un cirujano, muy sincronizado a la hora de tirar la l¨ªnea del fuera de juego. Quedaba tiempo para la nostalgia y Emery le concedi¨® el ¨²ltimo cuarto de hora a Vicente, en su despedida de Mestalla, 11 a?os despu¨¦s. La fiesta, sin embargo, fue granota; el triunfo de los supervivientes.

Valencia 0 - Levante 0