Samuel S¨¢nchez gana en Luz Ardiden, Contador pierde 13 segundos

Pese a que tiene m¨¢s de minuto y medio perdido con sus rivales, Alberto Contador sigue siendo el m¨¢s temido. Los m¨¢s asustados parecen los Schleck, que utilizaron a su equipo, el Leopard, para desgastar al pelot¨®n y al equipo de su rival, el Saxo Bank, desde el principio del Tourmalet y que en las rampas de Luz Ardiden rodearon a Contador, una t¨¢ctica que funcion¨®. Andy delante, Fank detr¨¢s. A tres kil¨®metros de la meta empez¨® el baile. Primero atac¨® el peque?o de los hermanos, Andy, y despu¨¦ lo hizo Frank. Despu¨¦s lo intent¨® Basso y de nuevo, Andy. El m¨¢s fuerte fue el tercer ataque de Frank, que s¨ª que abri¨® hueco, mientras que su hermano prefiri¨® no alejarse de Contador. Por delante, Samuel S¨¢nchez, protagonista junto a Vanendert de una escapada, reedit¨® la primera victoria de su equipo en la historia del Tour en 2001 y cumple con el objetivo que se hab¨ªa marcado tras un mal inicio de la ronda francesa. Por detr¨¢s, los ataques de los Schleck hicieron mella en Contador que acab¨® perdiendo 13 segundos con respecto a Andy, Cadel Evans, Ivan Basso y Damiano Cunego, y 33 con respecto a Frank, que ahora es segundo en la general, despu¨¦s de que el franc¨¦s Voeckler consiguiera, a base de casta, defender su maillot amarillo en el d¨ªa de la Bastilla.

En las primeras rampas del Tourmalet ya empez¨® a cambiar la carrera. El Europcar, que hab¨ªa llevado hasta all¨ª el peso de la persecuci¨®n de seis escapados que llegaron a acumular ocho minutos de ventaja, dej¨® paso al Leopard. El equipo de los Schleck, que ha sido de los pocos equipos que se han escapado de las grandes desgracias, se puso a tirar como loco del grupo con todos sus efectivos guiando a los dos hermanos luxemburgueses. En el puerto anterior, el Hourquette, se produjo la montonera del d¨ªa, en la que el peor parado fue Kloden, que tuvo que ser atendido por los servicios m¨¦dicos y se resinti¨® el resto de la etapa. La distancia con los escapados se reduc¨ªa a una velocidad vertiginosa. Pero el ritmo que hab¨ªa impuesto los Schleck y sus hombres, sobre todo el veterano Jens Voigt, tambi¨¦n ten¨ªa consecuencias atr¨¢s. Poco a poca su principal rival, Alberto Contador, iba perdiendo compa?eros, primero fue Benjam¨ªn Noval y despu¨¦s Nicki Sorensen. El de Pinto busc¨® refugio entre los maillots naranjas del Euskaltel y la sombra de Jes¨²s Hern¨¢ndez, que aguant¨® el tiron. Otros como Gesink, martirizado por las ca¨ªdas en la primera semana, directamente dec¨ªa que no pod¨ªa a sus escuderos como Carlos Barredo. "Sigue t¨²", le dijo con la mano el holand¨¦s al espa?ol. Tambi¨¦n se qued¨® el joven Tony Martin. Voigt, incombustible, gui¨® al pelot¨®n hasta la cima, donde el grupo perd¨ªa poco m¨¢s de tres minutos con respecto a la cabeza y habiendo eliminado por el camino a gente como Gesink y Martin y con Kloden muy justo de fuerzas por la ca¨ªda.

En las faldas del ¨²ltimo puerto, el paisaje era muy parecido a antes del Tourmalet: Thomas y Roy en cabeza, un grupo de ocho perseguidores, a los que se hab¨ªan unido Gilbert y Samuel S¨¢nchez en un descenso vertiginoso, y Voigt y el Leopard, que hab¨ªa conseguido reagrupar a muchos hombres, tirando del pelot¨®n muy alargado y que cerraba Kloden. Empez¨® atacando S¨¢nchez en el grupo perseguidor, quer¨ªa brindar a la afici¨®n vasca el triunfo de etapa. Cuando Voigt se desfond¨® y los hermanos se quedaron solos. Andy empez¨® a buscar a Contador con la mirada. Los Schleck rodearon a Contador, que ya estaba solo. El de Pinto iba en la parte trasera del grupo, tranquilo, sin prisa, a la expectativa. A falta de cuatro kil¨®metros, en el grupo de favoritos, el ¨²nico que no intent¨® nada fue Contador, que lleg¨® con cara de sufrimiento a la meta.

En el ¨²ltimo kil¨®metro, Vanendert (Omega-Pharma), el ¨²nico que hab¨ªa aguantado el ritmo de Samuel S¨¢nchez en Luz Ardiden, intent¨® ir a por la etapa, pero el asturiano no lo permiti¨®. Una vez cruzada la l¨ªnea de meta, esper¨® para saludar a sus compa?eros que iban llegando con cuenta gotas hasta que le llamaron al podio. Mientras su amigo sonre¨ªa y miraba al cielo con un ramo de flores en la mano, Contador explicaba que le hab¨ªa molestado su rodilla, pero que espera estar mejor los pr¨®ximos d¨ªas. Hoy nueva p¨¦rdida de tiempo y el hueco con sus rivales se agranda.