Stoner lleva de cabeza a Lorenzo
El mallorqu¨ªn, tercero, sigue de lejos la estela del australiano, que suma su octava victoria camino al t¨ªtulo
Como Jorge Lorenzo se resiste hasta en los d¨ªas m¨¢s negros, como en Motorland, en una pista fr¨ªa, pele¨¢ndose contra el viento y el maldito agarre de sus neum¨¢ticos, despu¨¦s de unos entrenamientos desastrosos en los que se las vio y se las dese¨® para ser tan r¨¢pido como lo eran las Honda o, al menos, su compa?ero de equipo Ben Spies, Casey Stoner espera a que el t¨ªtulo caiga del ¨¢rbol m¨¢s pronto o m¨¢s tarde como lo hace la fruta madura. Aguarda el australiano al d¨ªa en que la corona de laurel vuelva a encumbrarle como el mejor piloto de la parrilla, pero debe hacerlo a golpe de victoria. No sea que, cabezota como es, el campe¨®n de MotoGP se le acerque. En Alca?iz se le aproxim¨® todo lo que pudo, que no fue demasiado, aunque fue m¨¢s de lo que esperaba o de lo que dec¨ªan sus tiempos del viernes y el s¨¢bado. Acus¨® Lorenzo un mal arranque de carrera y termin¨® sucumbiendo ante el salvaje Stoner, que tuvo suficiente con un par de giros de v¨¦rtigo en los compases iniciales (suya fue la vuelta r¨¢pida, en el cuarto giro; adem¨¢s de la pole del fin de semana) y con tirar con todas sus fuerzas en la primera mitad de la prueba. Esta es su octava victoria. Y solo una calamidad le robar¨ªa un t¨ªtulo que empieza a acariciar.
El australiano se deshizo de Spies, que, sorpresa, se hab¨ªa situado en cabeza tras los primeros virajes, con una facilidad pasmosa. Lo mismo hizo Dani Pedrosa, que, sin embargo, no fue capaz de seguir el ritmo a su compa?ero de equipo, la nueva estrella del equipo Honda. Stoner se alejaba del catal¨¢n y este de sus perseguidores, a lomos de dos Yamaha que no han ofrecido su mejor versi¨®n en Arag¨®n, como tampoco lo hicieron un a?o antes, el del estreno de este trazado, cuya recta deja en evidencia a la f¨¢brica de los diapasones. El paseo de Stoner por Motorland fue tan escandaloso como aburrida fue la carrera, que no asisti¨® a pelea alguna por el podio siquiera, ya no por la victoria.
El ¨²nico inter¨¦s se centraba en disfrutar de lo delicado del pilotaje de Stoner cuando encuentra la paz en solitario o de los cambios de direcci¨®n de Pedrosa; o como mucho, en c¨®mo Lorenzo batallaba contra el crono para mejorar sus tiempos poco a poco y exprimir esa constancia vuelta a vuelta que le hizo campe¨®n: solo se permiti¨® un detalle que anim¨® al espectador seguramente mucho m¨¢s de lo que lo hizo en los garajes de Yamaha: un adelantamiento atrevido, al l¨ªmite, por el interior de una curva a izquierda, a su compa?ero Spies, que tuvo que levantar su M1 para no terminar por los suelos. Ah¨ª empez¨® a crecerse el mallorqu¨ªn, que hab¨ªa pasado de la gloria al desastre m¨¢s absoluto, de Misano a Alca?iz, y que volv¨ªa a creerse capaz de todo a medida que avanzaba la carrera, despu¨¦s, tambi¨¦n, de quitarse de enmedio a Simoncelli, que perdi¨® sus opciones de podio por un fallo tonto cuando rodaba tercero.
Pero el pescado estaba vendido pasado el ecuador de la prueba y como ninguno de los pilotos en cabeza, v¨¦ase Stoner, Pedrosa, Lorenzo, Spies y Simoncelli, pon¨ªa en aprietos a otro, ni se esperaban fallos, ni adelantamientos, ni sobresaltos, ni espect¨¢culo. Las ¨²nicas noticias se produc¨ªan en la cola, con la pelea por el sexto puesto que gan¨® Bautista a Hayden y Barber¨¢. Rossi, que por vez primera en su carrera no form¨® en la parrilla de salida, castigado como estaba por superar el l¨ªmite de seis motores por temporada a salir desde el pasillo de garajes, tampoco salv¨® al p¨²blico de su letargo, pues no est¨¢ esa Ducati para brindar remontadas como las de anta?o, por mucho que terminara en el d¨¦cimo puesto, a casi 40 segundos, poca cosa para un nueve veces campe¨®n del mundo.
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