Chus Pereda, un c¨¦lebre an¨®nimo
Fue uno de los principales art¨ªfices del triunfo de Espa?a en la Eurocopa de 1964 y destac¨® durante ocho temporadas como interior del Barcelona
Jes¨²s Mar¨ªa Pereda (Medina de Pomar, Burgos, 1938) se muri¨® a los 73 a?os, v¨ªctima de c¨¢ncer. Al igual que pasa con los deportistas elegidos, ahora empieza propiamente la leyenda, la historia de un personaje que tuvo a bien ganarse la fama con la palabra y la amistad. Incluso a pie de cama del hospital telefoneaba a sus amigos para comentar el ¨²ltimo chascarrillo y recordar, sobre todo, los momentos de felicidad. Pocos han dignificado m¨¢s la tradici¨®n oral del f¨²tbol como Chus, el delantero al que el No-Do rob¨® una porci¨®n de gloria cuando manipul¨® las im¨¢genes para mostrar que quien centr¨® a la cabeza de Marcelino en la final de la Eurocopa de 1964 fue Amancio y no Pereda. Igual pensaron que ya ten¨ªa bastante con haber marcado el 1-0 de aquella hist¨®rica final que hizo campeona a Espa?a.
Material de sobra para alimentar la rivalidad y el relato, cada uno a su manera, asegurando unos que Franco no pod¨ªa permitir que no saliera en la foto ning¨²n jugador del Madrid, y sosteniendo otros que fue un error sin mala intenci¨®n, instrumentalizado como siempre por el victimismo. Aunque Pereda aseguraba que le daba lo mismo, que solo le apenaba cuando ve¨ªa las im¨¢genes de televisi¨®n, no hab¨ªa cita en que no recordara la treta que le hab¨ªan hecho, corregida con el tiempo por la propia TVE, despu¨¦s de que interviniera el programa Fiebre Maldini, que record¨® muy bien la jugada y el partido. Pereda enganch¨® un rechace para batir a Lev Yashin, la ara?a negra, para poner el 1-0 y despu¨¦s centr¨® a media altura desde la derecha y Marcelino cabece¨® en plancha, en un dif¨ªcil escorzo, el 2-1.
Espa?a gan¨® la Eurocopa de 1964 a la URSS en Chamart¨ªn, ante 125.000 espectadores; un trofeo tan lejano que hasta la consecuci¨®n del t¨ªtulo de 2008 y el Mundial de 2010, apenas nadie recordaba o, a efectos contables, se ignoraba. El latiguillo siempre era el mismo: la selecci¨®n nunca gan¨® nada. Y, entonces, cuando suced¨ªa, Chus Pereda se pon¨ªa m¨¢s chulo que un ocho y recordaba el gol, el centro y a la victoriosa selecci¨®n de los a?os sesenta. Fue un internacional exquisito, interior diestro m¨¢s que delantero, buen conductor, h¨¢bil, t¨¦cnico y goleador.
Llegado de Chile, donde hab¨ªa emigrado su familia, jug¨® en el Alc¨¢zar, Balmaseda e Indauchu (1955-1957); gan¨® la Liga y la Copa de Europa con el Real Madrid (1957-1958); form¨® parte de la famosa delantera de cristal (Ag¨¹ero, Di¨¦guez, Antoniet y Szalay) en el Sevilla (1959-1961) despu¨¦s de una cesi¨®n al Valladolid (1958-1959); y destac¨® durante los ocho a?os que milit¨® en el Barcelona (1961-1969), club con el que levant¨® dos Copas (1963, 1968) y una Copa de Ferias (1966) antes de ser despedido el d¨ªa de su aniversario. "Me pas¨¦ tres d¨ªas llorando", recordaba, para a?adir que acab¨® su carrera en el Sabadell (1969- 1970) y finalmente el Mallorca (1970-1972).
Trascendente como futbolista, fue un t¨¦cnico destacado en los equipos inferiores de la federaci¨®n espa?ola, especialmente en los sub 17 y sub 20, y ayud¨® en la absoluta a Vicente Miera. La tarea formativa le anim¨® m¨¢s que la profesional, puesto que solo entren¨® al Xerez (1994- 1995). Posteriormente se dedic¨® a tareas de observador y representante, etapa en la que pas¨® tambi¨¦n a la posteridad con la c¨¦lebre frase "?Chus¨ªn, el precio lo pongo yo!". As¨ª denunciaba que el Bar?a hinchaba el valor de los fichajes. Pereda negoci¨® la contrataci¨®n de Giovanni con el Cruzeiro por 12 millones de d¨®lares y en cambio el club azulgrana, representado por el director deportivo Ant¨®n Parera, pag¨® 18.
Temperamental en la cancha, tanto que sus compa?eros le llamaban Polvorilla porque se enfadaba por cualquier jugada, Chus Pereda ten¨ªa una gracia especial para contar las cosas fuera del rect¨¢ngulo de juego. Entra?able y vitalista, se hac¨ªa querer incluso cuando jugaba al mus y al golf, porque siempre animaba a sus compa?eros: incluso desde que anunci¨® su enfermedad, despu¨¦s de la final ganada por el Bar?a en Wembley.
"Le quer¨ªamos mucho, como compa?ero y como t¨¦cnico", asegur¨® el seleccionador espa?ol Vicente del Bosque: "Hizo un gran trabajo en la selecci¨®n con los j¨®venes y forma parte de la historia exitosa de nuestro f¨²tbol". Rival en el Madrid y compa?ero en la selecci¨®n, a?adi¨® Zoco: "Era un grande como jugador y un diez como persona, siempre optimista". Luis Su¨¢rez, con el que coincidi¨® en el Barcelona y en la selecci¨®n, enfatiza: "Siempre ayudaba".
"Intentaremos hacer el mejor partido posible para Chus y para su familia. Me queda su alegr¨ªa y su entusiasmo. Fust¨¦ siempre me contaba lo bueno que era. Fue el primer entrenador que dio importancia al f¨²tbol base espa?ol", subray¨® Josep Guardiola, desde Minsk, donde el Barcelona se enfrenta hoy al Bate Borisov en la Champions.
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