Falcao pierde el duende

De vuelta en casa el Atl¨¦tico recuper¨® el esp¨ªritu que se dej¨® en el Camp Nou y apenas insinu¨® en Rennes dirigido por un Diego al alza que oblig¨® al Sevilla a remar y sacar su lado m¨¢s ¨¢spero mientras se resguardaba en la caverna. Tras los nubarrones de la ¨²ltima semana el conjunto de Gregorio Manzano recuper¨® la esencia en un cara a cara por Europa que no premi¨® la persistencia del plantel rojiblanco por la mirilla desviada de Falcao y el resto de malabaristas. Arropado por el mantra del Calder¨®n, que celebraba su 45? cumplea?os, el Atl¨¦tico impuso su pensamiento, a falta del gol, salvo en el arranque del segundo tiempo, en el que Navas y Manu del Moral probaron lo buenos que son los reflejos de Courtois.

La escuadra del Manzanares prepar¨® la cita a conciencia, sabedora de que se jugaba algo m¨¢s que un partido, con la rivalidad entre los dos clubes muy presente y con la certeza de que al Sevilla, eliminado de buenas a primeras de la Liga Europa, solo le queda la Liga y ya no se despista con nada como demostr¨® resistiendo la carga del Valencia con dos hombres menos. Expulsados Trochowski y Escud¨¦ en la jornada anterior, Marcelino redibuj¨® al grupo reubicando a Mart¨ªn C¨¢ceres, el lateral derecho habitual, en el eje de la defensa junto a Spahic. Las molestias musculares de Negredo tambi¨¦n afectaron al sistema del club hispalense, que guard¨® a su delantero fetiche en el banquillo hasta los ¨²ltimos 25 minutos.

Las bajas del Sevilla mostraron el camino al Atl¨¦tico, que aun as¨ª no sac¨® tajada frente a un rival que se pertrech¨® atr¨¢s, con Medel de cortafuegos, a la espera de que campeara la tormenta. Y eso que de entrada Manzano orden¨® ante su equipo del curso pasado estrechar el campo, donde se percib¨ªan las l¨ªneas de cal borradas, para anular las correr¨ªas de Navas y Perotti por las bandas. La argucia cort¨® las alas de los sevillistas, m¨¢s apretados que de costumbre y que adem¨¢s se encontraron con el problema a?adido de verse encimados por Filipe Luis y Silvio, que adelantaron su posici¨®n hasta el mediocampo.

Desarticuladas las principales armas del Sevilla, el Atl¨¦tico asedi¨® el arco de Javi Varas en una primera parte notable en la que perdon¨® un carro de oportunidades. Desafinado El Tigre, Reyes fue el primero que busc¨® fortuna tras un exceso de confianza de Mart¨ªn C¨¢ceres: el extremo le birl¨® la pelota y su remate cruzado lo ataj¨® el portero como si nada. El dominio rojiblanco en la l¨ªnea media, donde acumulaba m¨¢s jugadores, con Diego de jefe de operaciones, sol¨ªa terminar por el costado derecho, donde el Atl¨¦tico agradeci¨® el regreso de Silvio (cosa de las rotaciones o de los toques de atenci¨®n, Perea no entr¨® en la lista). Por ah¨ª lleg¨® otra aproximaci¨®n que Tiago finaliz¨® chutando a las nubes y la m¨¢s clara de los 45 minutos iniciales: el portugu¨¦s apur¨® la l¨ªnea de fondo, su centro lo despej¨® malamente la defensa y el cuero le qued¨® muerto en el centro del ¨¢rea, perfecto, un caramelo a la puerta del colegio, a Reyes, que hizo lo imposible y mand¨® la pelota fuera.

El Atl¨¦tico apretaba de lo lindo pero le faltaba lo m¨¢s importante, el gol, como cuando Tiago y Diego se molestaron en otro rechazo tras una jugada de estrategia. Mientras, el Sevilla resist¨ªa como pod¨ªa, tirando de callo, interrumpiendo el juego si complejos, con Courtois al otro extremo del campo como si fuera un espejismo en el horizonte m¨¢s lejano. Con la excepci¨®n del inicio a toda mecha del Sevilla tras pasar por el vestuario, el meta belga no se despein¨®: de hecho el primer remate que detuvo fue un despeje de Falcao en un saque de esquina en sus dominios. Es lo que tiene el nueve cafetero, que lo remata todo aunque sea a su porter¨ªa.

El colombiano, sin embargo, tampoco fue el matador arrollador que impact¨® en su presentaci¨®n en la Liga, y dej¨® en pie a un Sevilla que tiene m¨¢s vidas que un gato. Lo demostr¨® con dos acciones que metieron el miedo en el cuerpo al Atl¨¦tico, que pag¨® la falta de gasolina en el segundo acto. Los avisos de Navas, desaparecido en acci¨®n hasta que oblig¨® a un escorzo tremendo de Courtois, y de Del Moral, que marr¨® un uno contra uno con todos los rojiblancos paralizados salvo Tibo.

Fatigado ante el muro hispalense, el ant¨ªdoto del Atl¨¦tico era Falcao y no funcion¨®. De vuelta a su h¨¢bitat, el sudamericano se encasquill¨® con todo a favor a dos palmos de Varas, que termin¨® de coronarse desviando con el pie izquierdo un remate cruzado del colombiano que ya cantaba la grada. Sin el duende del colombiano, el Atl¨¦tico pinch¨® una vez m¨¢s en hueso y se top¨® con un Sevilla con m¨¢s tablas.

Atl¨¦tico 0 - Sevilla 0