Los riesgos de un futuro campe¨®n

Nico Terol quiso ganar a lo grande. Y casi lo echa todo a perder, v¨ªctima de sus propias ganas y del tremendo calor en el circuito malayo (34 grados y 49% de humedad). Se le plant¨® ante los morros una carrera dif¨ªcil de verdad. Y ¨¦l asumi¨® el reto. Engrescado en un grupo de cinco pilotos, entre los que se contaba su gran rival, Johann Zarco, asumi¨® m¨¢s riesgos de los que deber¨ªa alguien llamado a apuntarse el t¨ªtulo de campe¨®n del mundo. Porque quer¨ªa la victoria. Pero no solo ¨¦sta se le resisti¨®, ante el empuje de un adolescente irreverente y atrevido como Maverick Vi?ales -que gana su tercera carrera en el a?o de su estreno, con 16 a?os- y las ganas de otro superviviente como ¨¦l, Sandro Cortese, sino que casi termina por los suelos. Tanto ansiaba la victoria que por momentos olvid¨® que se estaba jugando el t¨ªtulo.

A dos vueltas para el final, despu¨¦s de liderar la prueba durante infinidad de vueltas, de tirar y tirar, de aceptar el envite de Vi?ales, que le persigui¨® hasta sacarlo de quicio, Terol y su Aprilia, con las gomas exhaustas, acusaron el esfuerzo. Fue entonces cuando lleg¨® el primer aviso: el de Alcoy hab¨ªa recuperado la cabeza de aquella serpiente, corta pero revoltosa, pero Cortese advirti¨® que sus neum¨¢ticos estaban en las ¨²ltimas y que sus trazadas no eran tan limpias como de costumbre y se la jug¨® en un adelantamiento en el filo; la moto le hizo un extra?o al valenciano, que cay¨® dos posiciones, a la tercera plaza, justo por delante de Zarco, el ¨²nico piloto al que deb¨ªa ganar en Sepang para poder llevarse en campeonato. Terol, que no quer¨ªa esperar a la pr¨®xima cita, la ¨²ltima del curso, en su tierra, en el circuito de Cheste, sigui¨® apretando y tirando de la maneta del gas, exprimiendo su Aprilia una ¨²ltima vuelta. Pero la moto dijo basta. Le dio otro coletazo, a¨²n mayor, y Terol, con el alma y el cuerpo salv¨® la ca¨ªda, pero se desvi¨® por la hierba y perdi¨® un segundo con Zarco.

Aquello le hizo calmarse, por fin. Aquello y un golpe de calor que machac¨® su cuerpo, a 38 grados y r¨ªgido como una piedra. Pudo perderlo todo de tantas ganas como ten¨ªa de ganarlo todo. Termin¨® quinto, con Zarco en el tercer escal¨®n del podio. Y deber¨¢ esperar a llegar a Valencia, dentro de dos semanas, para cumplir su sue?o. El franc¨¦s, est¨¢ a hora a 20 puntos, despu¨¦s de una carrera magn¨ªfica, en la que escal¨® desde la 15? posici¨®n en la parrilla, tras una clasificaci¨®n desgraciada, hasta el podio. Celebr¨® aquel final con una alegr¨ªa inmensa mientras Terol aparcaba su verde Aprilia en pleno trazado, junto a un muro, y se recostaba en la hierba, agotado y contrariado -fue llevado inmediatamente a la cl¨ªnica, donde fue tratado-. Si bien, es ¨¦l quien tiene todas las de ganar: le bastar¨¢ con sumar cinco puntos en la ¨²ltima carrera del a?o para ser campe¨®n de 125cc despu¨¦s de siete temporadas de lucha sin descanso. A Zarco se le antoja un imposible: ganar la carrera y contar con que el chico de Alcoy, criado en el circuito valenciano, no sume esos irrisorios cinco puntos.