Lass desquicia al Betis

Apariciones como las de Lass, extremo del Rayo, revitalizan la Liga. El extremo senegal¨¦s, un incordio para el Betis todo el partido, supo encontrar la pausa necesaria en la definici¨®n para decantar a favor de su equipo un encuentro alocado, de ida y vuelta, desarrollado entre dos equipos de buenas maneras y escasas ataduras. El Betis, castigado por la baja a ¨²ltima hora de Be?at, no tuvo en esta ocasi¨®n la suerte que le acompa?¨® en otros partidos. Empe?ado en jugar con fuego, en un todo o nada que a veces sale cruz, como ante el Rayo, careci¨® de eficacia en tres clar¨ªsimas ocasiones de gol de Rub¨¦n Castro. Una la sac¨® Arribas bajo palos, otra sali¨® rozando el larguero y la tercera dio en el propio larguero, cuando todo el Benito Villamar¨ªn cantaba gol. El Rayo tambi¨¦n goz¨® de grandes oportunidades y en casi todas surgi¨® la figura de Casto, el portero b¨¦tico. Pero se empeque?eci¨® el meta en el primer gol, a diez minutos del final, cuando Nacho err¨® en el despeje y Casto hizo la estatua para facilitar la vaselina de Lass. Ah¨ª se certific¨® la derrota de un Betis, que despu¨¦s de haber ganado los cuatro primeros partidos de la Liga ha perdido otros cuatro de forma consecutiva. El Rayo, sin embargo, respira.

Todo se le torci¨® a Pepe Mel con la baja inesperada de Be?at, suplida con la entrada de Ca?as. El Betis, acostumbrado a tener el bal¨®n, lo perdi¨® de inicio ante un Rayo muy entonado. El equipo andaluz, con las l¨ªneas muy separadas y sin conexi¨®n, fue superado con claridad por su rival. Sin embargo, las mejores acciones correspondieron al Betis, gracias a Rub¨¦n Castro, un delantero de nivel. No le acompa?a Jorge Molina, a quien la categor¨ªa parece qued¨¢rsele algo grande por el momento, pero que Mel decidi¨® darle la titularidad en detrimento de Santa Cruz. Rub¨¦n, en cualquier caso, goz¨® de dos remates que no entraron por poco, s¨ªntoma de que el Betis estaba atascado, torpe en el centro del campo. La segunda acci¨®n del canario, con doble ca?o incluido, fue digna de acabar en gol. Pero tampoco atin¨®.

La r¨¦plica siempre la puso Lass, capaz tanto de jugar al f¨²tbol por su banda como de desquiciar a medio equipo sevillano. Suyo fue el bal¨®n que Michu, iniciado el segundo acto, remat¨® de cabeza y solo Casto pudo desbaratar en una gran estirada. Fue el momento en el que el partido entr¨® en un ida y vuelta apasionante. El Betis, valiente, se lanz¨® sobre la meta de Cobe?o, titular en lugar de Dani Jim¨¦nez. Respondi¨® bien el exsevillista, sobre todo en una triple ocasi¨®n del Betis. El equipo andaluz, que sali¨® triunfador en parecidas circunstancias en anteriores partidos, se parti¨® en busca del triunfo. Despreciando el cero a cero en una apuesta tan sugerente como suicida, se vio sorprendido en un bal¨®n largo de Casado a Lass. Nacho, un lateral sin nervio, no acert¨® a despejar y el bal¨®n le qued¨® muerto a Lass. El suave toque del extremo, ante la indecisi¨®n de Casto, vali¨® tres puntos de oro para el Rayo. A falta de 10 minutos para el final, el choque qued¨® resuelto, pues se atisbaba que no hab¨ªa capacidad de reacci¨®n en el Betis, ni con Santa Cruz en el campo, algo perdido. Iriney se complic¨® poco despu¨¦s y Mario hizo penalti a Koke, quien ampli¨® y remach¨® el resultado.

Betis 0 - Rayo 2