Almagro revisita su pesadilla

En el primer turno del primer d¨ªa del Abierto de Australia, la repetici¨®n de una pesadilla. El murciano Nicol¨¢s Almagro, que es el n¨²mero diez mundial, lleg¨® a Melbourne buscando una confirmaci¨®n. Que pertenece a la ¨¦lite independientemente de la superficie. Que el cemento es para ¨¦l ya como la tierra. Que su tenis, gozoso encadenamiento de golpes rebosantes de potencia, se expresa igual sobre arcilla que en una pista r¨¢pida. En eso andaba pensando uno de los diez mejores del planeta cuando se encontr¨® con que el polaco Lukasz Kubot, el mismo que le tumb¨® 3-6, 2-6, 7-6, 7-6 y 6-4 en el partido inaugural de Roland Garros 2011 pese a haber perdido los dos primeros sets, ser¨ªa su rival ma?ana en primera ronda del Abierto de Australia.

Aquella derrota marc¨® la temporada de Almagro a sangre y fuego. El murciano, especialista en tierra, lleg¨® a Par¨ªs pensando en un resultado importante que catapultara su carrera. Eliminado a la primera, esa decepci¨®n cambi¨® radicalmente su panorama. El resultado le dej¨® sin competir en la Copa de Maestros, a la que opt¨® hasta el ¨²ltimo momento. Afect¨® a su uni¨®n con Jos¨¦ Perlas, su prestigioso entrenador, finalmente rota. Rompi¨®, tambi¨¦n, una progresi¨®n ascendente, que le hab¨ªa llevado unas semanas antes a entrar en el top 10 por primera vez en su carrera.

Quienes le conocen bien cuentan que Almagro apenas ha hablado de ese partido. Que prefiri¨® no repasar los aspectos t¨¦cnicos de su derrota, cimentada en varias rachas de impresionantes tiros planos de su contrario antes que en sus decisiones. Acompa?ado ahora por los consejos de Antonio Mart¨ªnez Cascales, el mentor de Juan Carlos Ferrero, el murciano afronta en Melbourne un doble reto: borrar el fantasma de Kubot, un especialista en dobles que es el n¨²mero 58 del mundo en individuales, y avanzar en pista dura.