Giggs maquilla al Manchester United
El futbolista, gracias a su interpretaci¨®n del f¨²tbol, disimula las carencias del equipo y resquebraja a un Arsenal sin remedio (1-2)
Giggs est¨¢ en paz con el f¨²tbol y lo exprime con tanta devoci¨®n como gusto, capaz de reconvertirse de extremo voraz a mediocentro t¨¢ctico. Le alcanza con su zurda para desbloquear a la zaga m¨¢s abrochada y le basta con su capacidad de interpretaci¨®n para clavar su todav¨ªa envenenado aguij¨®n. As¨ª se lo aclar¨® al Arsenal, equipo descascarillado y sin remedio, falto de la identidad que le encumbr¨® y que tanto tiempo defendi¨®. Un varapalo para los gunners, cada vez m¨¢s lejos de los puestos de la Champions, y esperanza para el Mufc, que persigue al Manchester City, vencedor a ¨²ltima hora ante el Tottenham (3-2) en un partido brillante, sobre todo en el segundo acto, desbocado y trepidante. La tuvo Defoe a pase de Bale, gigantesco a cada encuentro que disputa -y no solo por su delicioso gol con rosca desde la frontal-, pero la fall¨®. Y la tuvo S¨²per Mario, que ni pide perd¨®n -le solt¨® un pisot¨®n a Parker- ni perdona, y que marc¨® el ingenuo penalti que King cometi¨® sobre su persona. Victoria del l¨ªder City, a tres puntos del United, m¨¢s que nada por Giggs sigue con el 11 a la espalda.
ARSENAL, 1 - MANCHESTER UNITED, 2
Arsenal: Szczesny; Djourou (Yennaris, m. 46), Mertesacker, Koscielny, Vermaelen; Ramsey (Young Park, m. 84), Song, Rosicky; Walcott, Van Persie y Oxlade-Chamberlain (Arshavin, m. 73). No utilizados: Almunia; Squillaci, Miquel y Benayoun.
Manchester United: Lindegaard; Smalling, Jones (Rafael, m. 17) (Park, m. 77), Evans, Evra; Valencia, Carrick, Giggs, Nani (Scholes, m. 76); Rooney y Welbeck. No utilizados: De Gea; Rafael, Fabio, Scholes, Park, Berbatov y Chicharito.
Goles: 0-1. M. 45. Valencia remata un centro de Giggs. 1-1. M. 71. Van Persie culmina un contragolpe. 1-2. M. 81. Welbeck resuelve un pase de Valencia.
?rbitro: Mike Dean. Mostr¨® la cartulina amarilla a Ramsey, Van Persie, Evra, Rafael y Song.
Emirates Stadium. 60.000 espectadores.
Al Manchester ya no le vale solo con su porte imperativo y f¨²tbol intimidatorio, ni siquiera con el tan recurrido gen competitivo. Por eso en este curso ha sido apeado de la Copa de Europa por segundones para su cach¨¦ y cartera, tambi¨¦n frito en la Carling Cup ante el Crystal Palace, y rebajado en la Premier por el sempiterno vecino, adversario. Pero el Mufc tiene oficio de sobras y a int¨¦rpretes fuera de lo com¨²n, como Giggs y Rooney, que advirtieron el hueco a las espaldas de Djorou y hurgaron en la debilidad del Arsenal. Como Valencia, que por el otro flanco rompi¨® tambi¨¦n a su pareja de baile, a Vermaelen, un central reconvertido para la ocasi¨®n.
Cuenta el Arsenal con un equipo de lo m¨¢s desequilibrado, con una zaga raqu¨ªtica, por m¨¢s que el propio Vermaelen sea un elogio al f¨²tbol, un zaguero diligente que primero acude puntual al corte y luego reparte el cuero con un criterio tan exigente como el aplicado en Can Bara?a. Los agujeros de las bandas son terribles y Koscielny es tan elegante como irregular. Lo mismo ocurre en la medular, donde Song y Arteta forman una media resultona, entremezclado el f¨ªsico y el toque, mal escudados por jugadores como Ramsey, Rosicky y Arshavin, tan buenos un d¨ªa como ausentes al pr¨®ximo, como si la cosa y el bal¨®n no fuera con ellos. Potencia entonces Wenger las alas con juventud y velocidad; una propuesta que le resta pie al equipo y se rebela contra la propia filosof¨ªa del I have the ball, I pass the ball. Sobre todo porque Walcott y Oxlade-Chamberlain brillan en carrera, en el quiebro y en el remate ocasional. As¨ª se demostr¨® ante el Manchester United. Desnortados en la arquitectura del juego, sin dos pases horizontales en campo ajeno, se remitieron al contragolpe, a la explosividad de los extremos, que recortaron hacia dentro para soltar disparos, todos descafeinados, ahogados de la kilom¨¦trica galopada. Un pecado para el equipo, que descart¨® en un principio la participaci¨®n en el juego de Van Persie [a la media parte solo hab¨ªa conectado cuatro pases], anulado por sus desmarques -arrastraban defensas para abrir huecos- y sin poner el remate, ni tan siquiera a los dos centros que llegaron al ¨¢rea, escupidos por las manos de Lindegaard -definitivamente le ha dado la titularidad en detrimento de De Gea- y la cabeza de Evans. Poca artiller¨ªa para descuajaringar al United.
No mueve el bal¨®n como anta?o, r¨¢pido como el disco de hockey hielo, ni lo guarda paciente hasta encontrar la grieta definitiva. Le han salido arrugas y no hay transici¨®n que valga, por m¨¢s que Welbeck apunte a ser un delantero may¨²sculo. Pero Ferguson, que se las sabe todas, decidi¨® utilizar el arma del contrario, explotar las bandas, a Valencia y Nani. El portugu¨¦s, de adorno f¨¢cil, le sac¨® los colores a Djorou, de cadera r¨ªgida, plomizo y desubicado con el espacio a su espalda. A cada carrera -y fueron unas cuantas por Rooney y Giggs leyeron el desaliento del zaguero- cre¨® un desaguisado y solo su falta de tino en el remate impidi¨® que el Mufc rompiera el duelo. Hasta que Giggs, sabio porque est¨¢ en paz con el f¨²tbol, dobl¨® a Nani y sac¨® un centro medido a la cabeza de Valencia. De ah¨ª a la red. Suficiente para el Manchester, que se abrig¨® en su casa porque no est¨¢ para sobresfuerzo alguno, y principio para Van Persie, que necesita medio bal¨®n para cumplir con su cita con el gol.
Aunque atornillado en su campo, como si la presi¨®n adelantada fuera un castigo, el Arsenal estir¨® las l¨ªneas al contragolpe, ya sin atender a la confecci¨®n del pase horizontal. De ¨¢rea a ¨¢rea en una exhalaci¨®n. Barbecho para Van Persie, que al menos recib¨ªa el cuero tras el desmarque. Primero, con un disparo desajustado, no aprovech¨® un regalo de Rosicky, que le cedi¨® el cuero en el ¨¢rea tras un c¨®mico resbal¨®n de Smalling; pero despu¨¦s, con cuatro pases, de nuevo de ¨¢rea a ¨¢rea [literal], remat¨® cruzado y de primeras a gol. La excusa perfecta para que el United reverberara. De nuevo, claro, desde el pie de Giggs y desde el costado. Giggs encontr¨® a Valencia, que rompi¨® a su par, se meti¨® en el ¨¢rea y tras una pared con Park, le cedi¨® el bal¨®n a Welbeck, que dispar¨® sin remisi¨®n.
Algo falla en el Arsenal, que ya no es el que era, que carece del toque y pase que le define, y algo pasa en el jer¨¢rquico Manchester United cuando el imberbe Welbeck se puede permitir echarle una bronca de a¨²pa a Giggs por no pasarle la pelota, cuando se recupera a Scholes porque no hay jugador capaz de crear juego. Pero el Arsenal, an¨®nimo desde hace mucho porque no hay laurel que le entrone, es incapaz de ponerle el remedio. Y el Mufc, que sabe lo que hace porque sabe de lo que carece, tira de oficio. Le vale para pelearle la Premier al City. Pero poco m¨¢s.
![Valencia, tras el primer gol](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/G4TRFCCCKZFMWFQRENSRIF7PAA.jpg?auth=4704ec55567d96282418b76235d89321f180e0d306fb4d7058d0253cb12836f5&width=414)
El Inter no se detiene
El Inter de Mil¨¢n prosigue su escalada hacia los puestos altos de la Serie A. La victoria ante el Lazio (2-1) es la quinta consecutiva y le sirve para ponerse a un solo punto del conjunto romano, que es cuarto con 33 puntos. Todav¨ªa marchan lejos Udinese, tercero con 38, Milan, con 40, y Juventus, l¨ªder con 41 puntos.
La recuperaci¨®n de los neroazzurri coincide con la vuelta de Diego Milito, el delantero clave en la conquista del triplete (Liga, Copa y Liga de Campeones) de hace dos temporadas. Despu¨¦s de que anotara el gol de la victoria ante el Milan la pasada jornada, volvi¨® a marcar frente al Lazio, igualando el tanto previo de Rocchi. Ya es el m¨¢ximo goleador del equipo, con siete tantos. Complet¨® la remontada Pazzini, en el minuto 63.
Juventus y Milan tambi¨¦n ganaron sus duelos ante Novara Calcio (0-3) y Atalanta (0-2), respectivamente.
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