Llull y la soluci¨®n kamikaze

Prigioni propuso una partida de ajedrez, a los blancos se les rompi¨® una de sus torres y el Caja Laboral, ¨²ltimo equipo en vencer al Madrid en Liga -mayo de 2010- se disfraz¨® de ogro. Pero Llull se revel¨®, dio un pu?etazo en la mesa, destartal¨® las piezas y volte¨® el partido. La ebullici¨®n del base madridista en los ¨²ltimos minutos del tercer cuarto rompi¨® la contenci¨®n del duelo, agit¨® la inercia parsimoniosa, desbord¨® el orden y rescat¨® a los de Laso, sin Mirotic -con un esguince en el tobillo izquierdo- desde los primeros minutos. Compens¨® su ausencia Felipe Reyes. Descomunal bajo los aros, el capit¨¢n blanco alicat¨® la victoria de los suyos -el 26? triunfo consecutivo como local- con 18 puntos y 10 rebotes.

Intentando escapar de los grilletes de Ivanovic, el Madrid sali¨® desatado desde el salto inicial pero apenas pudo coger carrerilla. Un triple de Teletovic y los cuatro primeros puntos de Prigioni en el partido sirvieron al Caja Laboral para atajar el primer estir¨®n balnco, que pas¨® de vencer por 10 puntos (22-12) a los ocho minutos, a concluir el primer cuarto con un ajustado 24-21. Oleson complet¨® la reacci¨®n del Baskonia, descorch¨® el segundo acto con un triple que empat¨® el partido (24-24) y devolvi¨® toda la tensi¨®n al pulso.

Teletovic, que llegaba al duelo con problemas en un codo, tom¨® pronto medida al aro madridista, con 11 puntos en el primer periodo -14 al final-, aprovechando los problemas en el juego interior de los de Laso. Mirotic dej¨® cojo al conjunto blanco al lesionarse el tobillo; el Madrid perd¨ªa a su m¨¢ximo anotador y a su segundo m¨¢ximo reboteador en lo que va de campeonato. Pero Felipe reclam¨® galones para ayudar a Tomic en la batalla de la pintura. Singler e incluso Su¨¢rez se alternaban en el puesto de 4 para otorgar alg¨²n minuto de respiro al capit¨¢n en un inusual movimiento de fichas. Pero los blancos tardaron en recomponerse y, entre Oleson y San Emeterio, los de Ivanovic fueron cogiendo vuelo con un parcial de 1-11 que les situ¨® por delante.

Entonces, Carlos Su¨¢rez dio un paso al frente y desde la l¨ªnea de 6,75 sostuvo al Madrid en el partido con cuatro triples casi consecutivos. El alero madridista ajust¨® unas estad¨ªsticas dominadas por los vitorianos en rebotes y porcentajes de tiros de dos. Pero su aportaci¨®n no era suficiente. Prigioni ganaba en cada ataque la batalla del ritmo y apenas alg¨²n arrebato espor¨¢dico de Llull devolv¨ªa a los blancos a su traj¨ªn habitual. La intensidad defensiva de ambos equipos y la pausa del base hispanoargentino llev¨® a apreturas al juego y al marcador. Sin margen para la carrera, los blancos se ve¨ªan obligados a fajarse en el cuerpo a cuerpo. La gracilidad de Tomic sufr¨ªa ante la contundencia de Teletovic, que acaparaba los rebotes sobre todo en defensa y m¨¢s exigido que de costumbre, el p¨ªvot madridista cometi¨® su cuarta falta a tres minutos para el final del tercer cuarto y mand¨® a Begic a la guerra. Los blancos no encontraban el manual de instrucciones del partido, languidec¨ªa su producci¨®n ofensiva y penaban asfixiados por el conjunto vitoriano. Pero, cuando peor pintaba la situaci¨®n para los de Laso, surgi¨® el esp¨ªritu kamikaze de Llull.

Cuatro carreras incontenibles del base madridista espolearon a los suyos y destartalaron el orden del Baskonia. Febril e impetuoso, Llull se convirti¨® en argumento suficiente para liderar un parcial de 12-2 para los suyos y el marcador pas¨®, en apenas tres minutos, del 56-58 al 68-60 al final del tercer cuarto. Ivanovic llam¨® al orden a sus jugadores. "Hay que recomponerse", refrendaba Prigioni a sus compa?eros en el tiempo muerto tras el zarandeo. Pero ya era tarde. Aturdidos por la secuencia de contragolpes del Madrid y con Teletovic desaparecido en el tramo final, el Caja Laboral no volvi¨® a tomar el mando de las operaciones.