El Granada baja de la nube al Betis

Golpe de mano del Granada. El estreno de Abel Resino se sald¨® con un triunfo en el duelo regional frente a un rival directo. Fue mejor el Granada, en especial en la primera mitad, y el Betis reaccion¨® tarde, cuando le meti¨® al partido la intensidad que requer¨ªa. La derrota baja de la nube a un conjunto verdiblanco d¨¦bil atr¨¢s e incapaz de mostrar las se?as de identidad que le han hecho competitivo en algunas fases de la competici¨®n.

Ensimismado por los halagos cosechados en el Camp Nou y su competitividad en el derbi, el Betis se olvid¨® que su Liga se labra en caminos de tierra, en la sucia polvareda donde rivales directos, como el Granada, le mostraron lo dif¨ªcil que es ganarse la vida en los bajos de la Liga. Espl¨¦ndido y con car¨¢cter, revitalizados sus jugadores por el estreno de Abel Resino en el banquillo, el Granada ofreci¨® su mejor versi¨®n en Sevilla. Fue mejor en el aspecto t¨¢ctico, al quitarle al Betis el ¨²nico argumento que lo hace competitivo, la posesi¨®n de bal¨®n, y fue m¨¢s contundente en cada disputa, en cada duelo individual, donde impuso su mejor f¨ªsico.

La fortaleza del Granada fue, por tanto, incuestionable en una primera mitad que har¨ªa tirarse de los pelos al destituido Fabri. Tras dos avisos desde la banda derecha, donde el poder¨ªo de Nyom acogot¨® a Salva Sevilla y Nacho, una fenomenal carrera de Martins habilit¨® a Ighalo, que marc¨® de derechazo ante Casto. No ser¨ªa un buen d¨ªa para el portero b¨¦tico. Los jugadores del Betis se frotaban los ojos, impotentes ante una superioridad desconocida en el Benito Villamar¨ªn. Un s¨ªntoma de la debilidad verdiblanca fueron los saques de esquina de Be?at, que no llegaban al primer palo.

Harto de correr detr¨¢s del bal¨®n, el Betis comenz¨® a pleitearle la posesi¨®n al Granada. La mejora se debi¨®, esencialmente, a una mayor intensidad en el juego, a la que se a?adi¨® un adelantamiento general de l¨ªneas, tan necesario como valiente. La reacci¨®n, tard¨ªa, fue en gran parte contenida por la movilidad de Martins, letal en sus incursiones en terreno verdiblanco. El portugu¨¦s, condenado en tiempos anteriores por su mala relaci¨®n con Fabri, renaci¨® en Sevilla por movilidad y visi¨®n de juego.

La salida de Martins coincidi¨® con los mejores momentos del Betis, que, con todo perdido, se lanz¨® al ataque con todo, sin medida, acumulando hombres en ataque. Jorge Molina y Pozuelo, los hombres de refresco, gozaron de buenas ocasiones, fruto m¨¢s de la agon¨ªa con la que el Betis encar¨® el partido que del buen juego. El Granada tir¨® de oficio para frustrar la reacci¨®n del Betis, concretada en un gol postrero de Pereira que dio emoci¨®n a los minutos finales. Un gol, que, al menos, le sirve al conjunto verdiblanco para igualar el golaverage particular, ya que en el encuentro de la primera vuelta el triunfo fue para los verdiblancos por 0-1.