Una pareja bien avenida

En un ejercicio bastante poco lucido pero que al menos dej¨® para el final lo mejor de su actuaci¨®n, el Madrid cumpli¨® con su objetivo principal metiendo la cabeza en semifinales. Fue una faena de ali?o basada sobre todo en el trabajo realizado por la pareja Reyes-Velickovic, dominadores del partido sobre todo en el ¨²ltimo y decisivo acto. De Felipe te lo puedes esperar, pues no entiende de fiestas. Para ¨¦l, todos los partidos caen en d¨ªa laborable. Ayer, 17 puntos y 12 rebotes en 22 minutos. Como si nada. Lo del serbio es otra cosa. Con un talento indiscutible para la pr¨¢ctica de este deporte, su trayectoria en el Real Madrid resulta dif¨ªcil de explicar sin entrar en el terreno de lo misterioso y tuvo su punto m¨¢ximo de complejidad narrativa cuando Messina apost¨® por ¨¦l como jugador de per¨ªmetro m¨¢s que de interior. Irregular hasta la exasperaci¨®n, con sospechas de falta de fortaleza mental, su concurso siempre resulta una inc¨®gnita. Eso s¨ª, cuando est¨¢ enchufado, y parece que desde su vuelta lo est¨¢, se nota.

Ayer le toc¨® d¨ªa bueno. Junto a Reyes form¨® un d¨²o inmisericorde y fue a lo ¨²nico que el Fuenlabrada no pudo encontrar soluci¨®n, y por ah¨ª se le fue el partido. Busc¨¢ndose, encontr¨¢ndose y dominando el rebote con solvencia, convencieron a su entrenador que las rotaciones estaban de m¨¢s, por lo que el Madrid se jug¨® el partido con sus dos torres, Tomic y Begic, vi¨¦ndolo desde el banquillo. Que por otro lado, tampoco es que hubiesen hecho m¨¦ritos para mucho m¨¢s. Ayer no hizo falta, pero para cuestas m¨¢s empinadas, algo m¨¢s deber¨¢n aportar.

El Real Madrid llegaba a Barcelona con las dudas a cuestas, sobre todo originadas por los sofocos que se llev¨® ante su p¨²blico el d¨ªa del Montepaschi Siena y sobre todo en Bilbao, donde hizo un partido infame. Alabado por su atractivo estilo, del que quedan pocas dudas sobre su idoneidad, el debate se trasladaba hacia otras cuestiones como la consistencia del equipo o la falta de agresividad de algunos de sus componentes cuando las cosas se ponen feas. Su puesta en escena en esta Copa no ayud¨® mucho a esclarecer estas cuestiones ni mucho menos. Muy funcionarial durante todo el primer cuarto, no pareci¨® importarle excesivamente el perder la oportunidad de enviar un mensaje lo antes posible.

• REAL MADRID , 75 - FUENLABRADA 66
• Parciales: 15-16; 20-15; 20-22; 20-13
• Real Madrid: Llull (8), Su¨¢rez (0), Singler (7), Mirotic (7) y Begic (2) ¡ªcinco inicial¡ª; Tomic (6), Pocius (3), Felipe Reyes (17), Sergio Rodr¨ªguez (4), Velickovic (13) y Carroll (8).
• Fuenlabrada: Colom (12), Lavi?a (6), Blanco (6), Hall (6) y Mainoldi (13) ¡ªcinco inicial¡ª; Penney (12), Vega (0), Laso (0), Diouf (4), Cortaberr¨ªa (3), S¨¢nchez (2) y Mu?oz (2).
• ?rbitros: P¨¦rez Pizarro, ?scar Perea y Carlos Peruga. Sin eliminados.
• Unos 14.000 espectadores en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

Esta falta de tensi¨®n fue aprovechada por el Fuenlabrada, que podr¨¢ tener otros problemas, como su limitada solidez debajo de los aros, pero en cuanto a aplicaci¨®n an¨ªmica, resulta casi siempre intachable. Tampoco le falt¨® criterio t¨¢ctico, pues Fisac no dud¨® desde el inicio en buscarle las cosquillas a su rival con una zona 2-3 muy trabajada, a la que el Madrid se le atragant¨® en demas¨ªa. Tanto que a mitad de primer cuarto Laso tuvo que llamar al orden (7-12) con efectos suficientes como para el debate se estabilizara, a lo que contribuy¨® la mayor agitaci¨®n con la que se movieron los blancos con la salida de Sergio Rodr¨ªguez y el aporte vitam¨ªnico que siempre supone tener a Felipe Reyes en la pista, al que no le hace falta estar mucho tiempo en pista para dejar huella (34-29 minuto ocho del segundo cuarto). Pero no era suficiente como para que el Fuenlabrada desistiese de sus principales objetivos, como eran encontrar a su mejor tirador, Kirk Penney, o desafiar al Madrid en el terreno que mejor domina, el juego a campo abierto.

Como mandan los manuales, los blancos salieron en el tercer cuarto decididos a tener una noche sin excesivos sobresaltos. Carroll pudo por fin enchufar un par de tiros, lo mismo que Mirotic, que todo lo que dej¨® para el recuerdo lo realiz¨® en esos momentos en los que parec¨ªa que el Madrid podr¨ªa terminar la faena antes de tiempo. Pero no es el Fuenlabrada equipo que dimita con un par de arreones. Dos triples de Ferran Lavi?a y el arrojo de Colom compensaban el agujero que les estaban haciendo Felipe y Velickovic, y a cinco minutos la victoria todav¨ªa se estaba debatiendo (61-59). Pero hasta ah¨ª llegaron los de Fisac. Acertaron Sergio Rodriguez y Carroll y al Fuenla se le fue definitivamente el oremus, acuciado por el tiempo, el cansancio y el baj¨®n por la oportunidad perdida.