Messi es el mes¨ªas

Hay aniversarios que conviene celebrar como Dios manda, jornadas en que se exige una actuaci¨®n solemne, d¨ªas para recordar en el Camp Nou. Anda el barcelonismo un poco deprimido, preocupado por el tir¨®n del Madrid, sorprendido por las dudas de Guardiola, siempre pendiente de la salud de Messi. Necesitaba una noche para recuperar la fe, reconciliarse con el f¨²tbol, y la de ayer se presentaba como ¨²nica porque se cumpl¨ªa el partido 200 de La Pulga en la Liga. El argentino celebr¨® el aniversario con cuatro goles, igual que cuando abati¨® al Arsenal en la Champions, ayer tan solidario como ego¨ªsta, solemne, de nuevo l¨ªder y mes¨ªas del Barcelona. Al club azulgrana le sali¨® un partido redondo desde el punto de vista individual y coral, imposible de seguir para el Valencia, que pag¨® el pastel y las velas de Messi.

La Pulga estuvo omnipresente, en los buenos y los malos momentos, como cuando sin motivo aparente los azulgrana pierden la tensi¨®n y el nervio, tanto da el partido como la alineaci¨®n, menos agresivos que en tiempos de bonanza. El equipo se afloja, el campo se alarga, los rivales se estiran y los goles caen en su porter¨ªa: 12 en los ¨²ltimos 11 partidos. Ayer encaj¨® uno al poco de empezar, cuando Feghouli progres¨® por la banda derecha y centr¨® al punto de penalti para la llegada de Piatti, que se anticip¨® a Montoya y Vald¨¦s. Nadie estuvo en su sitio en la zaga del Bar?a y para el Valencia alcanzar el campo contrario fue coser y cantar: una llegada, una ocasi¨®n y un buen gol.

El tanto de Piatti, sin embargo, le sirvi¨® de poca cosa al Valencia y, a cambio, enfureci¨® a Messi. Los azulgrana se engancharon a la zamarra de La Pulga nada m¨¢s centrar y firmaron una remontada espectacular, sobre todo por la plasticidad de su f¨²tbol. Recuperaron la presi¨®n y ganaron en continuidad y precisi¨®n. Todav¨ªa les queda energ¨ªa para protagonizar un juego de toque que solo est¨¢ al alcance de los virtuosos. A partir de la t¨¦cnica de Iniesta, de los movimientos de Cesc, de la agresividad de Alexis y de la jerarqu¨ªa de Messi, reapareci¨® el mejor Bar?a, m¨¢s inspirado que nunca en La Masia, con hasta nueve jugadores de la cantera en la alineaci¨®n.

Nadie en la grada repar¨® en el borr¨®n que supuso el gol del Valencia, partido por la mitad, incapaz de mezclar, fall¨®n en la defensa. Rami meti¨® un d¨ªa m¨¢s la pata despu¨¦s de un centro de Pedro y Messi no perdon¨® ante Alves. La definici¨®n del argentino fue estupenda porque el tiro no era nada f¨¢cil y el meta cubr¨ªa mucha porter¨ªa, convencido de que no dejaba ¨¢ngulo para el remate. Ocurre que no hay disparo imposible para Messi, que repiti¨® poco despu¨¦s en una combinaci¨®n r¨¢pida y preciosa: Iniesta filtr¨® el pase para Abidal, el centro del franc¨¦s lo enchuf¨® Messi y Alves no pudo retener la pelota, que qued¨® a los pies de La Pulga, ayer infalible.

Los remates se sucedieron en el marco de Alves, aliviado por el larguero, que jug¨® a su favor en un tiral¨ªneas prodigioso remachado por Cesc y m¨¢s tarde en un cabezazo de Messi. Tuvo suerte el Valencia de mantener durante un buen rato una desventaja de un solo gol, siempre desbordado, incapaz de volver a dar con Vald¨¦s hasta que Feghouli agarr¨® un disparo tremendo que provoc¨® una r¨¦plica espl¨¦ndida del portero.

Recuperados los artistas,

No reposaron los barcelonistas, sino que insistieron en el ritmo y la intensidad y tambi¨¦n en un carrusel de combinaciones a las que solo les faltaba el punto final. A veces da la sensaci¨®n de que a los muchachos de Guardiola ¨²nicamente les falta recuperar la pausa, el toque m¨¢gico de Xavi, para cuadrar la formaci¨®n y evocar las mejores jornadas de su reinado, cuando cerraban los partidos sin pesta?ear, tan elegantes como pu?eteros y goleadores.

No qued¨® m¨¢s remedio que invocar la aparici¨®n de Messi para que claudicara el Valencia. La Pulga inici¨® y acab¨® la jugada del 3-1, cuando rob¨® la pelota y aprovech¨® el rechace y puso tambi¨¦n el cuarto con un toque sutil y picado, la mejor respuesta al pase filtrado por Busquets. La fiesta se puso tan estupenda que hubo tiempo tambi¨¦n para dar la bienvenida a Xavi y aplaudir el quinto, el d¨ªgito m¨¢gico del Bar?a.

Volvi¨® el marcador de las grandes noches, regres¨® Xavi, est¨¢ de vuelta Iniesta y reapareci¨® la figura goleadora de Messi. Recuperados los artistas, jug¨® el Bar?a un partido espectacular, necesario para recobrar el ¨¢nimo, para despejar las dudas de Guardiola, para no renegar jam¨¢s de Messi.