De repente, Isinbayeva
La pertiguista, que desde 2009 no celebraba nada, logra su 28? r¨¦cord mundial, este bajo techo (5,01m) a cinco meses de los Juegos de Londres
¡°?Podr¨¢ repetir?¡±, le preguntan los periodistas a Yelena Isinbayeva, ¨¢vidos de palabras que le den contenido a esa sonrisa, sedientos de datos con los que explicar que la rusa haya batido en Estocolmo su propio r¨¦cord del mundo indoor de salto con p¨¦rtiga (5,01m) tras dos a?os casi desaparecida. ¡°Creo que pueden contestar a esa pregunta ustedes mismos¡±, se r¨ªe la pertiguista mientras dirige su mirada hacia un sitio muy concreto, seg¨²n cuentan quienes la vieron. La doble campeona ol¨ªmpica y mundial mira al marcador. Los d¨ªgitos amarillos no enga?an. Hay 29 cent¨ªmetros de diferencia entre su salto de r¨¦cord (5,01m) y el de la segunda clasificada de la prueba, la brit¨¢nica Bleasdale (4,72m). A unos meses de los Juegos de Londres, Isinbayeva vuelve a ser Isinbayeva. ¡°Un sue?o¡±, dice. ¡°La pr¨®xima vez les pedir¨¦ que suban el list¨®n tres o cuatro cent¨ªmetros m¨¢s, no solo uno¡±.
Al pasar el obst¨¢culo, la pertiguista aterriza en terreno conocido: son ya 28 marcas universales con su nombre, 15 al aire libre y 13 indoor, cada d¨ªa m¨¢s cerca de las 35 que acumul¨® el ucraniano Sergei Bubka. ?Qu¨¦ explica entonces sus emociones? ?Qu¨¦ est¨¢ en el origen del alborozo de una deportista veterana, que a un paso de la treintena lo ha ganado todo?
La respuesta est¨¢ en los n¨²meros. Pese a que Isinbayeva tiene el r¨¦cord al aire libre en 5,06m, llevaba sin sobrepasar la m¨ªtica distancia de los cinco desde 2009. Pese a que ya contaba con la mejor marca bajo techo (5m), solo tres veces en toda su prolongada carrera hab¨ªa saltado por encima de los 4,92m en un escenario cubierto. Y pese a que se le tiene consideraci¨®n de competidora indestructible, tan prol¨ªfico es su curr¨ªculo, que incluye el Pr¨ªncipe de Asturias, la chica de Volgogrado llevaba dos a?os gastados entre lesiones, malos resultados, cambios de t¨¦cnica y entrenadores, y una breve retirada (2010: ¡°Necesito que mi cuerpo se recupere¡±, dijo).
Siempre persiguiendo el fantasma de Bubka, el hombre que bat¨ªa r¨¦cords cent¨ªmetro a cent¨ªmetro, Isinbayeva dej¨® Rusia para prepararse en Montecarlo, donde alternaba los entrenamientos, su b¨²squeda de la t¨¦cnica m¨¢s depurada y econ¨®mica de zancada e impulso para el salto, con las compras en las tiendas m¨¢s exclusivas del Principado. Sus pasos, completados por su gr¨¢cil desenvoltura en el aire, el sello de su ni?ez como gimnasta, los dirig¨ªa entonces el venerable Petrov, que fuera t¨¦cnico de Bubka. No es ese ya el caso. Hab¨ªan pasado cuatro a?os desde el ¨²ltimo gran ¨¦xito de la rusa, oro en los Juegos de Pek¨ªn 2008 y sexta en los Mundiales de 2011 con un modest¨ªsimo salto de 4,65m. Las grandes competiciones se hab¨ªan convertido para ella en un camino por el desierto. En consecuencia, Isinbayeva volvi¨® a lo conocido y se reuni¨® de nuevo con su primer t¨¦cnico, Evgeniy Trofimov, a mediados de 2011.
¡°Ha conseguido que me d¨¦ cuenta de que este es mi nivel real, que no estoy por debajo de esto¡±, le alab¨® en Estocolmo. ¡°Esta era mi noche. Mi cuerpo contest¨® que s¨ª... y, simplemente, salt¨¦¡±.
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