Un drag¨®n en una cena
En EEUU hemos empezado a creer que la ¨²nica soluci¨®n para las conversaciones delicadas es evitarlas
Me he pasado casi todo el fin de semana del All Star de la NBA entrando y saliendo de los sitios en los que tuvieron lugar las celebraciones. Los partidos en el estadio de Orlando, la Jam Session de la NBA para los chavales y en pleno centro de Orlando, donde las calles estaban atestadas de juerguistas de todo el sur de Estados Unidos. Mientras paseaba, me fij¨¦ en algo tan evidente como un drag¨®n en una cena: el fin de semana del All Star de la NBA es un acontecimiento pensado y dirigido a la gente negra. La m¨²sica que tocaron en la Jam Session: exclusivamente hip-hop. El presentador del partido de la Liga no profesional del All Star: un hombre negro. Los famosos exhibidos (en algunos casos, machacados) la noche del s¨¢bado del All Star: un director de cine negro, humoristas negros, m¨²sicos negros. Los conciertos antes y durante el partido del All Star: artistas negros. Hasta los invitados notables en las fiestas despu¨¦s de los partidos: casi todos negros.
Naturalmente, la NBA puede comercializarse como m¨¢s le plazca. Puede programar actuaciones de Florida, Pitbull y Nicki Minaj, puede colocar a pie de cancha al humorista Kevin Hart y puede llenar el aire con m¨¢s m¨²sica hip-hop que un club de Las Vegas un s¨¢bado por la noche regado con abundante alcohol.
Si esta decisi¨®n mercadot¨¦cnica y la consiguiente composici¨®n demogr¨¢fica del p¨²blico del All Star de la NBA son importantes es debatible. Lo que no es debatible es si son interesantes. Es interesante que la mayor parte de la gente que viaj¨® cientos de kil¨®metros solo para presenciar el fin de semana del All Star sea negra. Es interesante preguntarse si la madre, blanca, de Blake Griffin le hace menos atractivo para este p¨²blico. Es interesante que la NBA haya elegido el plan de m¨¢rketing que ha elegido (posiblemente, un plan desastroso: la poblaci¨®n de Estados Unidos es un 13% negra; limitar un mercado a la gente negra es un poco como limitar un mercado a la gente zurda).
Es interesante se?alar que este plan de m¨¢rketing tan espec¨ªfico, uno que a primera vista podr¨ªa parecer inclusivo, es, de hecho, bastante divisivo y, por consiguiente, no especialmente bueno para las relaciones interraciales.
Y vale la pena hablar de cosas que son interesantes. Sobre todo, cuando hablar de esas cosas puede ayudarnos a entender mejor la raza, la identidad, la cultura y la humanidad.
En Estados Unidos hemos empezado a creer que la ¨²nica soluci¨®n para las conversaciones delicadas es evitarlas del todo. Esta creencia se est¨¢ imponiendo cada vez m¨¢s. Incluso entre los esp¨ªritus m¨¢s liberales, que valoran la correcci¨®n m¨¢s que ninguna otra cosa. El problema con esta creencia es que es justo lo contrario de la verdad. El progreso solo se produce con el debate. El quedarse callado fomenta la confusi¨®n, la desconfianza y el miedo.
Por eso, amigos espa?oles, no os volv¨¢is como nosotros, por favor. Porque en Estados Unidos, a menos que cambiemos nuestro punto de vista respecto a la manera de plantear los temas delicados (a menos que nos sintamos c¨®modos conversando, discutiendo y ri¨¦ndonos de cosas como la composici¨®n racial del fin de semana del All Star de la NBA), me temo que el drag¨®n de la cena va a quedarse ah¨ª, dispuesto a aguar la fiesta a todo el mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.